Columna | P u l s o    P o l i t i c o

           En el año 2000, se introdujo en el medio político mexicano la llamada “guerra sucia” y fueron los panistas, con Vicente Fox como candidato presidencial, los que la trajeron a nuestro país, importando de España a un experto en la materia, que fue el inventor de la frase, refiriéndose a Andrés Manuel López Obrador, entonces candidato del PRD y principal adversario de Felipe Calderón, “un peligro para México”.

           El español experto en guerras sucias, traído por el partido de la derecha, tuvo en esas épocas un reconocimiento por su trabajo y los panistas en el poder le dieron la nacionalidad mexicana y él se quedó a vivir en nuestro país, para gozar de los elevados sueldos que percibía.

           Por eso llama poderosamente la atención, que la dirigencia estatal panista se queje amargamente de la “guerra sucia”, dicen, que Morena le hace a “su candidato” Enrique Cárdenas Sánchez y exigen que pare esa guerra, que lo único que provoca son divisiones entre los mexicanos, en este caso, entre los poblanos.

             Lo que pasa es que los panistas o neopanistas de la tercera ola, ya no saben como hacerle para evitar el desplome de su partido que lanza un “candidato ciudadano” sin ninguna relación con el PAN, cuya designación fue una imposición de su dirigencia nacional y que fue rechazado por los panistas tradicionales, por considerar la total falta de militancia partidista de quien ahora los abandera. Y lo rechazan también los panistas morenovallistas, porque fue un acertado crítico del gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas.

              Con el título de “candidato ciudadano”, los panistas pretenden ocultar su fracaso como partido político. En septiembre de este año, concretamente el 15 de ese mes, van a cumplir 80 años de existencia y en ese tiempo han sido incapaces de formar cuadros para que los abanderen en las elecciones de gobernadores, presidentes municipales, diputados locales y federales y senadores.

               El triunfo que obtuvieron en el 2010, fue porque lanzaron como candidato a un ex priísta que había sido secretario de Finanzas y de Administración en el estado, diputado federal y luego diputado local y que se pasó al PAN, cuando se dio cuenta que no sería el candidato de su partido para la gubernatura. Fue candidato del PAN a la senaduría, que ganó y luego fue lanzado a la candidatura para gobernador con el apoyo de la maestra, todavía priísta, Elba Esther Gordillo, que contaba con todo un ejército electoral formado por maestros del SNTE.

               A Moreno Valle Rosas, lo sustituyó Antonio Gali Fayad, que no era militante del PAN y él lo dijo claramente, y que tampoco se afilió a ese partido ya siendo gobernador.

                Gali había sido presidente municipal, con buena imagen, poblano de nacimiento y por formación y realizó un buen trabajo, sobre todo en la recomposición de las relaciones entre el gobierno y diversos grupos sociales, en los que prevalecía un enojo, un resentimiento hacia las actitudes prepotentes e impositivas del jefe del grupo llamado “morenovallista”.

                Ahora, por decisión e imposición de la dirigencia nacional panista, el candidato es una persona sin partido, sin ninguna militancia política, sin ninguna experiencia en el servicio público, al que solo lo avala, su buen desempeño como catedrático universitario y el haber sido rector de una de las universidades más caras del país.

                   Los verdaderos militantes panistas y los morenovallistas, grupo ajeno al partido blanquiazul, rechazan la forma de actuar de su dirigencia nacional, pero también su protesta es por el fondo.

                  ¿Para qué diablos son panistas militantes, si no los van a tener en cuenta para nada? Un candidato “ciudadano” no tiene ni idea de lo que es el partido fundado en 1939 por Manuel Gómez Morín, ni lo que debe hacer para ser congruente con los principios y la doctrina del partido que abandera, desde su fundación.

               Y es que el PAN, desde que los grupos empresariales, principalmente la Comparmex, lo tomaron como una franquicia, a raíz de la nacionalización de la banca por López Portillo, el PAN perdió su ideología y por lo tanto su razón de ser y ahora aspira al poder solo por el poder y por los negocios que se hacen a su amparo.

              Manuel Espino, ex dirigente nacional del PAN, dijo, cuando se hicieron los arreglos con los grupos empresariales: “No por ganar el poder, vayamos a perder al partido”. Tal vez no se hayan dado cuenta, pero ya lo perdieron.

                En Santa Isabel Cholula, se llevará a cabo, el 18 de este mes, la primera feria de Folklore, que se iniciará a las 10 horas y concluirá a las 21.

                  Será en el Complejo Cultural “Vidal Calvario Teoox”, que se ubica en el libramiento norte número 20 de esa población.

               En este festival se presentarán los mejores grupos folklóricos de la república.

                La organización de esta feria, cuya entrada es gratis, ha estado a cargo de la Escuela Superior de Danza Folklórica Mexicana C-Acatl.  

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