Columna | P U L S O   P O L I T I C O

          Militantes priístas, algunos de los cuales tomaron parte activa en las pasadas elecciones del 6 de este mes, platicaron con nosotros y se mostraron molestos y decepcionados por el comportamiento de su dirigencia estatal.

          Según nos contaron, los dirigentes del PRI en el estado, se mostraron totalmente ajenos al proceso electoral, no bajaron recursos económicos, ni prestaron el menor apoyo a quienes estuvieron trabajando en municipios y distritos, como promotores o representantes del partido tricolor.

           Con el pretexto de que “no hay dinero”, dejaron solos a sus militantes que prestaron servicios por el cariño que siempre sintieron por su partido, pero también con la esperanza de recibir alguna compensación que les permitiera sufragar sus gastos personales en estos tiempos en que todos o casi todos vivían aprietos económicos.

          La estructura priísta, que siempre se había manejado en forma excelente en procesos electorales, estaba debidamente preparada, pero sin poder moverse por falta de recursos hasta para lo más indispensable: transporte y alimentos.

         Nunca en el PRI, hasta donde nuestros informantes recuerdan, había estado en una situación tan dramáticamente difícil, como la que se vio el 6 de junio.

         Los problemas empezaron desde antes. En un principio se dijo que el día de la elección, estarían seis representantes priístas en cada casilla: un propietario y un suplente, para la elección de cada ayuntamiento; un propietario y un suplente, para la elección de diputados federales y un propietario con su suplente, para la elección de diputados locales. Cada uno de ellos sería recompensado, se dijo, con mil pesos.

         Antes de la elección, se dijo que estarían los propietarios, pero no los suplentes y al final, acabaron por estar solo dos representantes propietarios por cada casilla en la mayoría de los casos.

         “No hay dinero y el comité nacional, no ha mandado nada”, era la cantaleta de los dirigentes locales.

         Eduardo Rivera, el candidato panista a la presidencia municipal de esta capital, tuvo que aportar una buena cantidad de recursos para que no se derrumbara la estructura del PRI que era su aliado. Eso logró paliar en algo la difícil situación.

          Al final los resultados fueron catastróficos para el Revolucionario Institucional a nivel estatal, pues solo logró ganar la mitad de los 82 municipios que había ganado en las pasadas elecciones, ninguno de ellos importante. Perdió la capital del estado, pero también muchos municipios rurales y suburbanos, que eran parte importante de la clientela priísta, nos dijeron.

          El comité directivo estatal, según aseguraron los priístas de base con quienes platicamos, solo pagó más o menos puntualmente, al personal que tiene de base o contratado especialmente para promocionar al partido y a sus candidatos, pero para quienes somos simples militantes que dimos nuestro esfuerzo y nuestro tiempo en trabajos de campaña y que antes éramos recompensados en alguna forma, hoy nos dejaron “chiflando en la loma”. Sinceramente estamos decepcionados y molestos” expresaron.

           ¿Dejarán de ser priístas? “Pues yo pienso que muchos sí. En mi caso, no lo creo pues mi papá y mi abuelito fueron del PRI toda su vida y yo le tengo cariño a ese partido, pero eso sí, ya no me ofreceré a trabajar en alguna elección a su favor”, nos dijo uno de los entrevistados. Los demás guardaron silencio.

          EN LAS ELECCIONES SE GANA O SE APRENDE, pero no se pierde, dijo el senador de la república poblano, Alejandro Armenta, ayer que estuvo en esta capital.

          “Morena ganó en estas elecciones, once gubernaturas, la mayoría de las diputaciones tanto a nivel federal como estatal y las presidencias municipales más importantes. Debemos tomar nuestros triunfos con humildad y nuestras derrotas como una enseñaza. En política no se pierde, de las derrotas se aprende” señaló.

          Dijo que este año debe ser el de la consolidación del partido Morena, debemos procurar que nuestro Movimiento, señaló, se consolide como un auténtico partido político, para lo que se debe buscar el diálogo y el entendimiento para terminar todos unidos en un solo propósito, la grandeza de nuestro país.

          En plática con los periodistas locales: “Tenemos dos años, 22 y 23, para consolidarnos y organizarnos y lograr las mayores victorias en el 24, para hacer viable el llamado del gobernador Miguel Barbosa, de la unidad para dar cuerpo a la esperanza de Puebla y de México”, señaló.

          LA PRESIDENTA DE LA CANACINTRA, OLGA MÉNDEZ, INFORMO que la industria restaurantera de Puebla, se está recuperando. Ya han regresado a sus puestos 12 mil trabajadores, lo cual es signo de recuperación, que se espera siga en las próximas semanas.

         POR OTRA PARTE, DIRIGENTES DE LOS TRABAJADORES de la industria cinematográfica, nos informan que ya se han reabierto dos cines en este municipio con un máximo de entrada del 50 por ciento, y una sala en Tlaxcala y se espera que en el mes de julio se reabran las demás salas que han estado cerradas por la pandemia.