Columna | P U L S O   P O L I T I C O

         Desde que el primer ayuntamiento panista se hizo cargo de la capital del Estado, los proyectos que se han puesto en marcha no han pasado del zócalo y sus alrededores. Puebla cuenta con muchas colonias pobres o medio pobres, que tienen numerosas necesidades: agua potable, pavimento, drenaje, alumbrado público, espacios recreativos, escuelas y centros de salud entre otros, pero para los panistas en el poder municipal (Gabriel Hinojosa, Luis Eduardo del Sagrado Corazón de Jesús Paredes y Moctezuma y don Eduardo Rivera) solo existe el centro histórico al que han reformado una y otra vez.

          Ahora quieren hacer peatonal la 16 de septiembre y los vecinos se oponen por las molestias del tránsito que eso provocaría; hay descontento por los parquímetros del centro y la gente se incomoda por la enorme tardanza en recomponer calles, como las que rodean a la catedral, para cambiar unos cuantos adoquines. (Por fortuna esa obra ya se terminó)

         Don Luis Eduardo, por fortuna fuera de la política, es el que hizo con inversión muy elevada, el monumento al ángel custodio, que como bien dijo el entonces presidente Fox, cuando el alcalde poblano le mostro esa obra: “No parece ángel”. El pueblo lo calificó burlonamente de “las trompas de Falopio” o monumento al PRD, “porque está pintado de amarillo y no sirve para nada”.

        En su primer periodo como presidente municipal, el actual alcalde, don Eduardo Rivera y Pérez, no pudo hacer nada, pues su correligionario, el ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, no lo dejó ser: El propio gobernante estatal asumió el cargo de presidente municipal y se puso a trabajar frenéticamente en construir grandes, costosas e inútiles obras, como las ciclopistas, los puentes elevados, los costosos enrejados de los parques y jardines, el museo del Barroco, el Centro Integral de Servicios y otras cosas por el estilo, costosísimas algunas, de miles de millones, como el CIS y el museo Barroco o de cientos de millones, como las ciclopistas, sin ninguna, óigalo bien, sin ninguna repercusión social.

           Las colonias populares, siguieron y siguen siendo populares, forman un cinturón de pobreza alrededor de la ciudad y no tienen para cuando ver la suya. Ya se piensa en construir un nuevo y moderno palacio legislativo y dejar su histórica residencia en el centro histórico; en poco más de sesenta años, el Palacio del Gobierno Estatal, ha cambiado de lugar cinco veces y los edificios coloniales que ha ocupado, han quedado semi-utilizados, ocupados por oficinas de dependencias de segundo nivel.

           EL GOBIERNO FEDERAL SE HA DECLARADO EN austeridad, pero parece que a los gobernadores o a los presidentes municipales no les ha caído el veinte o no saben lo que significa la palabra austeridad.

           Significa no despilfarrar los recursos públicos en cosas u obras innecesarias, de poca utilidad para los habitantes de una entidad o de un municipio.

          Sí son necesarios los buenos servicios de agua potable, de alumbrado público, de drenaje, de pavimentación o mejoría de la vía pública; de escuelas, de campos deportivos, de parques recreativos, eso es lo que requiere la mayor parte de la población de esta capital y de pueblos y ciudades del interior del Estado. Dar la oportunidad a los pobres y a las clases medias, de gozar de los mínmos de bienestar.

           EN SU MARTES CIUDADANO, EFECTUADO EN Xicotepec de Juárez en la sierra norte, ayer, el gobernador Sergio Salomón Céspedes, dijo que se enviará al Congreso una reglamentación para obligar a las autoridades municipales de los 12 municipios que tienen cabeceras con el título de “pueblos mágicos”, a cuidar los servicios básicos de calidad.

           Esos pueblos son importantes porque atraen turismo y el turismo es una actividad económica importante, que beneficia al comercio, a la artesanía regional y al sector de servicios, hoteles, restaurantes, etc. Toda la población, sale beneficiada.

          El mandatario estatal aseveró que por lo menos anualmente se hará una revisión sobre la calidad de esos servicios.

         Trabajaran conjuntamente en esto, las secretarías de Turismo y de Cultura.