Se conjuntan celebraciones religiosas y profanas o sociales

Puebla, Pue,- Tiempos de esperanza, de gozo y alegría deben ser las festividades  que se aproximan, y al mismo tiempo de preparación para conmemorar debidamente  el inicio del adviento o año litúrgico en este mes, y del  nuevo año el mes próximo.

En la misma forma que con gran gusto se prepara todo mundo  cuando en el hogar, en centros de trabajo o en sociedades permanentes reciben a un familiar que regresa de estar alejado; a un visitante distinguido o a un amigo o benefactor; los creyentes son ahora  exhortados a vivir con gran esperanza de que se acerca el tiempo en que recibirán un cúmulo de gracias y bendiciones al venerar  a María, Madre de Dios, por su Concepción Inmaculada y por su gloriosa aparición en el Cerro del Tepeyac, los próximos días 8 y 12 de este mes.

Y también  por la conmemoración de la llegada a este mundo del Dios hecho Hombre, para iniciar el rescate de la humanidad, de la gloria y felicidad eternas que ésta había perdido a consecuencia de la desobediencia del primer hombre y primera mujer creados por Yahbé , como lo narra la Biblia.

Ante más de cien fieles de la parroquia de la Virgen María en su advocación de Los Desamparados desarrolló hoy domingo estos conceptos el neopresbítero misionero Alejandro Castilla Saucedo, en  el primer Retiro de Adviento organizado por el párroco Alfredo Rodríguez Cárcamo.

Agregó el presbítero Castilla Saucedo que los creyentes y bautizados,  en este tiempo de espera deben tener presente que quien espera en Dios, está feliz, alegre y vigilante de si mismo y de los dones o posesiones que tiene o recibe.

El que espera, dijo también,  practica la paciencia y confianza , ya que no debe desalentarse ante los problemas o dificultades que nunca faltan en esta vida. Y  debe alegrarse no con las experiencias  y triunfos  ajenos, sino con los propios.

El joven misionero de la Palabra, Sergio,  se refirió a la verdad de que la esperanza debe estar prioritariamente en la familia, y a todos corresponde trabajar, con el buen trato personal a los hijos y entre esposos, para evitar que haya, ante tantas ideologías, familias  destruidas y desorientadas. 

Las otras celebraciones por Navidad y Año Nuevo, no son únicamente en el aspecto religioso, sino en el aspecto humano y social o profano, con reuniones y festejos familiares, de amigos, para intercambiar  regalos, brindis, abrazos y deseos de salud y felicidad, así como de prosperidad en el año nuevo.

Entre los asistentes al retiro desarrollado en el Centro de Formación y Evangelización ´´Bajo el Amparo de María´´, se comentó que el tema de la Esperanza fue expuesto muy oportunamente a todos los fieles creyentes o no, para vivir con la idea de que 2018 será de recuperación de tantas pérdidas materiales y espirituales. por la desesperación de muchos ante los desastre naturales causados principalmente por los sismos de los días 7 y 19 del pasado septiembre.

Publicado en RELIGIÓN

Consola de depuración de Joomla!

Sesión

Información del perfil

Uso de la memoria

Consultas de la base de datos