Columna | P U L S O    P O L I T I C O

                Los gobiernos Federal y Estatal, después de estudiar las condiciones en las que se encuentra la entidad poblana, respecto a la pandemia del Covid-19, determinaron la apertura económica inicial, que abarcará todos los establecimientos, menos los que se realicen en locales cerrados, como cines, teatros y gimnasios.

                La reapertura será amplia pero paulatina y ordenada, los ciudadanos deberán seguir cumpliendo con las recomendaciones sanitarias de guardar la sana distancia, usar el cubre-bocas, lavarse continuamente las manos y usar gel antibacterial.

               El gobernador lo anunció ayer en la conferencia de prensa virtual que realiza todos los días. Esto, dijo Miguel Barbosa, no significa una apertura total de centros comerciales, pues advirtió, que si se origina un desbordamiento como ha ocurrido en la ciudad de México y otras importantes ciudades del país, el gobierno de Puebla podría decretar clausuras. También señaló que la Secretaría de Movilización y Transporte, realizará operativos de vigilancia, para evitar hacinamientos en combis y camiones. Recomendó a los usuarios, no utilizar unidades que vayan llenas de pasajeros.

               POR OTRA PARTE, el mandatario informó que la reanudación de las actividades escolares a través de la televisión, en forma virtual, no significa que no vayan a reanudarse las clases en forma presencial, pero se hará cuando las condiciones sanitarias lo permitan.

               Los alumnos de educación básica, recibirán sus uniformes, calzado y libros de texto en la forma acostumbrada, pero los trabajos escolares los deberán iniciar en sus casas, bajo la vigilancia de sus padres a quienes pidió estar pendientes de que sus hijos no se distraigan y cumplan cabalmente con sus deberes escolares.

                Cuando las condiciones sanitarias lo permitan, el regreso a las aulas será inmediato.

                 Explicó el mandatario que los gobiernos federal y estatal, a través de sus respectivas autoridades educativas, estarán muy pendientes del desarrollo de las actividades escolares y seguirán de cerca el trabajo de los maestros y los alumnos.

                 LA ULTRADERECHA mexicana, que ha querido despertar la época de la guerra fría entre Estados Unidos y la desaparecida Unión Soviética, cuando surgió en nuestros países subdesarrollados el grito de guerra “Cristianismo sí, Comunismo no”, pretende desorientar a los católicos, como en aquella época se hizo, afirmando, incluso por el ultraderechista cardenal y arzobispo emérito de Guadalajara, que México está a punto de caer en el comunismo y que los católicas están muy pasivos, recibió un “cubre-bocas” que les obsequió el presidente López Obrador en su mañanera de ayer, desde Sinaloa. Se concretó a mencionar un pequeño párrafo de una de las homilías del Papa Francisco, el indiscutible guía del catolicismo universal: “Tener preferencia por los pobres, no es comunismo, es el centro del Evangelio”.

                 A DIFERENCIA DE LOS gobernadores panistas, que se quejan de todo, que lo critican todo y que se quieren colgar medallas, la aprehensión del Marro en Guanajuato, que no les corresponden, tres gobernadores de oposición: el de Oaxaca, el de Nayarit y el de Sinaloa, así como el del Estado de México, han manifestado abiertamente su apoyo al gobierno federal; han elogiado el trabajo del presidente, no tienen queja contra el subsecretario López-Gatel y han expresado la necesidad de trabajar juntos y en forma coordinada, para superar los graves problemas de la pandemia, de la reactivación económica y del combate a la inseguridad, igual como lo ha hecho el gobernador morenista de Puebla, Miguel Barbosa.

                 Por su parte, el presidente ha dicho que muy pronto se reunirá con los 32 mandatarios estatales en la reunión de la Conago, en San Luis Potosí, para hablar sobre los problemas y ahí deberán estar los nueve gobernadores protestantes, que ya sienten que el 2021 está muy cerca y ellos siguen en la lona.

                 Si trabajaran de veras por el bien de sus estados, por combatir la inseguridad y la delincuencia coordinadamente con la federación, como ahora lo hace el gobernador de Guanajuato, que se negaba a asistir a las reuniones de seguridad y que se la pasaba exigiendo más recursos para ese tema; si se coordinaran adecuadamente con las autoridades federales de salud, para la atención a los problemas de la pandemia y si además, se esmeraran a hacer una reactivación económica que no constituya un peligro para la salud de sus gobernados, otro gallo les cantaría, lo mismo que a sus ciudadanos.