Jueves, 20 Junio 2019 21:16

T-MEC y la guerra comercial

Columna | Desde el portal

México es el primer país en aprobar el nuevo tratado comercial (T-MEC) que sustituye al TLC en tanto el presidente estadunidense Donald Trump y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, se reúnen para pactar nuevos acuerdos en la guerra comercial mundial, de la que nuestro país no escapa, y en la que –al fin fuera- se mezclan otros intereses, como el tema migratorio, para forzar a acuerdos favorables a la principal potencia mundial.

 Se opina que, si nuestro país no se hubiese precipitado y enviado a una comisión emergente a Washington luego de la amenaza de Trump de imponer aranceles escalonados a las exportaciones mexicanas, estaría en mejores condiciones de negociar el intercambio comercial. Otras potencias en conflicto con EU, han hecho lo debido y mantienen a raya al rijoso republicano que busca su relección a costa de todo.

 La importante relación entre los tres países del norte (México-Canadá-EU) y la vigencia de tratados internacionales en la materia, hubiese hecho imposible una decisión unilateral estadunidense de imponer aranceles gravosos a los productos mexicanos. Estaba, también, como elemento adicional la presión de empresarios de ambos países que se verían perjudicados con estas medidas.

 Y aun cuando EU-Canadá están en pláticas, México, a través del Senado, ya aprobó el T-MEC lo cual da confianza a los inversionistas nacionales y extranjeros, señala el presidente AMLO. Sólo falta esperar que deciden Trump-Trudeau pues ambos jefes de Estado de dos importantes naciones no están muy de acuerdo con los bajos salarios a los trabajadores mexicanos, lo que consideran desventajoso para sus respectivos países. Y pese a que México se adelanta, no siempre es esta la mejor estrategia.

TURBULENCIAS

Refugiados, no migrantes: Muñoz Ledo

 En el Foro sobre el Plan Nacional de Desarrollo realizado en Toluca, en la sede de la UAEM y en presencia del Rector Alfredo Barrera Baca, el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, manifestó que actualmente hay globalización financiera, mercantil, pero no hay globalización humana, no hay libre tránsito de personas, todos los actores de crecimiento y la creación, incluso, intelectual y científica se traslada, pero a los seres humanos no se les permite trasladarse, ahora mismo estamos viviendo, no diré una crisis demográfica o poblacional, pero sí una redefinición obligada. No puede interrumpirse el libre tránsito de las personas por la simple razón de que ordena exactamente lo contrario el artículo 11 de la Constitución.  A mayor abundamiento, la gente que nos llega de fuera del país y muchas veces las que se desplacen internamente, lo hacen por necesidad, por necesidad humanitaria, por necesidad política; entonces, ya no son sólo migrantes, son refugiados. Es refugiado aquel que se desplaza, aún sin su voluntad expresa y aún sin saberlo, de sus lugares de origen. Entonces, todo esto lo tenemos que considerar para el establecimiento de una nueva república…“El Tribunal Electoral tiene como una de sus funciones esenciales, vigilar que el desempeño de nuestros servidores públicos se apegue –en todo momento– a los principios de legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad, eficiencia y rendición de cuentas. En este marco, el Convenio de Colaboración que hoy suscribimos tiene una gran relevancia porque permitirá poner al día y mejorar nuestros mecanismos de fiscalización, vigilancia, control y evaluación al desempeño”, dijo el presidente del TEPJF, magistrado Felipe Fuentes Barrera, al firmar en las instalaciones de la ASF un convenio con el titular de la Auditoría Superior de la Federación, David Colmenares Páramo….El Gobierno de Oaxaca obtuvo la Declaración General de Protección de la Denominación de Origen del café "Pluma”, que beneficiará a 25 municipios de las regiones de la Costa y Sierra Sur, los cuales contarán con este reconocimiento por parte del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), de acuerdo con la declaratoria publicada en el Diario Oficial de la Federación en la edición de este miércoles 19 de junio…

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
www.revistabrecha.com
@BrechaRevista

Publicado en COLUMNAS
Miércoles, 13 Septiembre 2017 16:43

Promover vías de entendimiento

Artículo | Algo Más Que Palabras
  
    No tenemos corazón. Somos como piedras sobre el horizonte de los días. Cuesta creerlo, pero es así, coexistimos en ocasiones siendo el peor enemigo de nosotros mismos. A los hechos me remito: El 77% de los menores migrantes o refugiados que emprenden la ruta del Mediterráneo central fueron víctimas de abuso, explotación o sufrieron prácticas equiparables a la trata de personas, según un informe conjunto del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), divulgado recientemente. Hacer espacio para nuestros análogos requiere de valor y perseverancia; pero, sobre todo, lo que no podemos y no debemos hacer es permanecer sin hacer nada, permitiendo que las tragedias y los comercios de vidas humanas pasen desapercibidas. Quizás nuestro primer paso sea sentir el dolor de los demás como algo propio, para poder cambiar de actitud ante el sufrimiento de la humanidad. Nunca debemos acostumbrarnos a permanecer indiferentes ante la siembra de maldades. Es hora de la acción para, entre todos, buscar procesos de liberación de los males que nos azotan, que son muchos y muy crueles.

    Tenemos que promover vías de entendimiento. Esto es básico. Las religiones, en este sentido, mientras oran y sirven, pueden y deben hacer buenos sembrados de amor para activar caminos de comunión. Los gobernantes, igualmente, han de amar a su pueblo con humildad.  Así, pues, cada ser humano que asume responsabilidades ha de tener claro lo de servir al bien colectivo, y ha de despojarse de los intereses sectoriales. Indudablemente estamos llamados a entendernos, sin negar la dura realidad que vivimos, por esa ausencia de ética y de sentido humano, que nos hemos dejado desvalijar. Es evidente que tenemos que promover más unidad dentro de nuestra sociedad y, por ende, hace falta impulsar la propia dimensión humana, aprovechando mejor la globalización para ayudarnos más unos a otros, máxime en unos momentos de tantas desigualdades. Hoy en día, mientras emerge una riqueza obtenida por unos privilegiados, no siempre por medios lícitos, escandaliza la propagación de una pobreza en grandes sectores sociales. Ante este escenario injusto hemos de responder con una nueva visión del mundo y de la propia vida, coaligando posturas y estableciendo cauces o programas de referencia, que no solo nos propicien el entendimiento entre semejantes, también nos motiven a ser más cooperantes entre culturas.

    Humanamente hemos de estimularnos cada vez más a interrelacionarnos, desde la rectitud,  porque a todos nos interesa. Avivar, en consecuencia, una cultura  de unidad de la familia humana, conlleva reforzar esa alianza que todos nos merecemos, cuando menos para hallarnos y trazar cauces de compresión que al menos nos injerte un poco de sosiego en el alma.  Ya en su tiempo lo decía el filósofo y teólogo, Santo Tomás de Aquino (1224-1274), “el ser de las cosas, no su verdad, es la causa de la verdad en el entendimiento”. Sin duda, es desde la hondura, como confluye pensamiento y sentimiento en un auténtico contenido de amor, que lleva a un pensar y desear colectivamente. Justamente, es a partir de este ámbito de entendimiento y de diálogo, como podemos avanzar en humanidad. Realmente son muchas las vidas atormentadas por la intolerancia las que a diario solicitan nuestro auxilio. Nunca es tarde para prestar ayuda, para superar nuestras diferencias, sabiendo que todo depende de nosotros, de nuestras actuaciones, de nuestra manera de vivir. Ojalá fuésemos más agentes de paz, con lo que esto conlleva de artífices del entendimiento y de lo armónico, que es lo que verdaderamente nos imprime entusiasmo.

    Ilusionarse por entenderse uno así mismo y en correlación, para ponerse en contacto con el mundo como realidad, captando sus latidos y a la vez su modo de sentir, debiera ser materia obligatoria en todos los centros docentes, algo que sólo puede alcanzarse desde una buena disposición para comprender y, así, poder discernir. Formarnos en el discernimiento es clave ante la abundancia de horizontes que se nos presentan. Por eso, hace falta que nos sintamos libres y responsables para ese cambio profundo en el modo de entender la vida y las relaciones entre nosotros, los humanos. Por otra parte, el hecho de que determinadas legislaciones de algunos Estados, no sancionen ni corrijan hechos delictivos que contradicen sus mismas constituciones, e incluso los propios derechos humanos, lo único que hacen es agrandar las agresiones contra la dignidad del ser humano. Desde luego, esta fluctuación es un síntoma preocupante de un grave deterioro moral que hemos de atajar más pronto que tarde. No olvidemos que sin moralidad, y sin amor a esa moral, tampoco podemos enmendar los traspiés de nuestras necias inclinaciones.

Víctor Corcoba Herrero / Escritor
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Publicado en COLUMNAS

Artículo | Algo Más Que Palabras

    De un tiempo a esta parte el mundo está dividido y enfrentado a más no poder. La violencia engendra más violencia y ha comenzado el afán destructivo. Hay que poner sosiego y recapacitar. Algo puede ser mucho. A propósito, el Consejo de Seguridad acaba de aprobar por unanimidad una resolución en la que se insta a los Estados a desarrollar, con la ayuda de agencias de la ONU y de Interpol, una amplia cooperación policial y judicial para prevenir o contrarrestar todo tráfico de bienes culturales que beneficie a los sembradores del terror o a sus cómplices. En este sentido, el secretario general adjunto de Naciones Unidas para Asuntos Políticos, Jeffrey Feltman, ha llegado a decir que los grupos terroristas como ISIS explotan los lugares culturales para financiar sus actividades, fortaleciendo sus vínculos con la delincuencia organizada.“Ellos destruyen el patrimonio cultural y socavan el poder de la cultura como un puente entre generaciones, entre diferentes personas de distintos contextos y religiones”, apuntó. Ciertamente; la humanidad, en su conjunto, ha de tomar conciencia sobre los frutos del camino recorrido hasta ahora, sobre las raíces que nos entroncan y que, en este momento, forman parte de nuestro patrimonio como especie pensante, que hemos de salvaguardar para las generaciones venideras. No podemos borrar nuestra historia, ella nos pertenece a todos por igual.

    Tanto los de Oriente como los de Occidente hemos de reencontrarnos a través del conocimiento más respetuoso, compartiendo vivencias que caracterizan el recorrido de toda existencia humana, reflexionado juntos para enriquecernos y progresar en el conocimiento de la verdad, de manera que podamos vivir más humanamente la distintiva existencia. A mi juicio, es tiempo de interrogarse mucho, de poner en valor la complementariedad de las diferentes culturas en las que se desarrolla el ser humano, en la actualidad más globalizado que ayer, de ahondar en las creencias e increencias de la ciudadanía, de conocerse más para poder reconocernos como familia. Está visto que las sapiencias cuánto más profundamente enhebradas en lo humano estén, mejor comprenden las diversas situaciones, porque llevan consigo el testimonio de la apertura del individuo a lo universal y transcendente. El retorno a la estética es uno de los elementos a considerar ante esta atmósfera de incertidumbres y desorientación, que tanto nos desespera. Resultado de esta desmoralización, en parte causada por la ausencia de límites morales, es el caos que soportamos en todos los horizontes del orbe. Sea como fuere, hemos de levantarnos y salir del desconcierto, naturalmente con coraje primero, y después alimentando la ética sobre todo lo demás. El mundo no lo pueden gobernar únicamente los pudientes, un sistema sin corazón, hace falta una moral que nos considere a todos por encima del ídolo del dinero.

    Por otra parte, al presente es más necesario que nunca saber discernir la realidad, sin complejos y con altura de miras, para poder confluir con todas las generaciones. Ahora bien, la sensatez ha de hacernos ver las cosas con criterios de respeto y consideración a toda vida. Los humanos no somos objetos de mercado, tras el carruaje está nuestro espíritu, nuestra conciencia, nuestra capacidad de análisis para alimentar la esperanza. No se pueden levantar muros, hay que tender puentes de proximidad, de encuentro y diálogo. Las artes pueden unirnos. Lo decían hace unos días los organizadores de los cincuenta años de la Musicam Sacram, en el Congreso llevado al efecto, donde se proponían favorecer una reflexión profunda -a nivel musical, litúrgico, teológico y fenomenológico- , ofreciendo una propuesta positiva al culto cristiano, expresión de alabanza al Creador, agradable al oído en la diversidad de los modelos culturales. Sin duda, es bueno recuperar el patrimonio musical, en diálogo ecuménico y con la cultura contemporánea. Lo mismo ha de suceder con el deporte como lenguaje universal que acerca a los pueblos. Ha de ser una buena manera de superar los conflictos. Por eso, es fundamental que la dimensión creativa, deportiva, o de simple convivencia, se viva como una escuela de virtudes para que la concordia pueda abrazarnos en nuestra inconfundible historia vivencial de equipo humano.

    Al igual que la música es importante para el alma, también el deporte es esencial, pero debe ser auténticamente deportivo su espíritu, para poder enriquecernos todos y avanzar hacia el estadio de lo armónico, que es lo verdaderamente conciliador para con unos y otros. El inolvidable Nelson Mandela lo tenía claro, su ideal de vida "era el de una sociedad libre y democrática en la que todos podamos vivir en armonía y con iguales posibilidades". Desde luego, toda la creación forma un conjunto versátil, donde la ciencia se entrecruza con el arte como queriendo fraternizarse. Ojalá el mundo tuviese unos moradores más responsables que buscasen el bien colectivo, en lugar de rivalidad y guerras. Son las diversas culturas, en consecuencia, las que han de darnos continuidad histórica, las que han de ensañarnos la manera de pensar y de vivir, de caminar y de ser. El referente de la Unión Europea ahí está, un continente armonizado en los valores de la solidaridad, la democracia y el estado de derecho. Su mercado único garantiza la libertad de elección y el movimiento, el crecimiento económico y la prosperidad para quinientos millones de ciudadanos. Es el mayor bloque comercial del mundo y el mayor donante de desarrollo y ayuda humanitaria. El pasado veinticinco de marzo, los líderes se reunieron en Roma para celebrar el sesenta aniversario de los Tratados de Roma, firmados en 1957, y ver que ahora se precisa de un nuevo aliento más allá de las normas, pues detrás de todo ello hay una conjunción de Estados, una ciudadanía que ha de estar dispuesta a ser menos egoísta y más solidaria, con unas instituciones que dignifiquen la vida de todo ser humano.

    Si los europeos tienen que pensar más en Europa para que la unión sea una realidad, el mundo también tiene que recapacitar mucho más en todos sus pobladores, para que lo armónico deje de ser un sueño. Todo el planeta ha superado desafíos que parecían intimidatorios hace veinticinco años, con más de dos mil millones de personas fuera de la pobreza y, sin embargo, casi ochocientos millones subsisten actualmente con menos de dos dólares diarios. Son datos reales, incluidos en el Informe de Desarrollo Humano 2016, que nos deben poner en acción. Lo primero es centrar los esfuerzos en aquellas culturas marginadas, en aquellas personas excluidas. No puede haber paz mientras las desventajas afecten de manera extrema a ciertos grupos marginales. Tenemos que pasar de la cultura que separa, a la cultura que nos une; de un desarrollo económico inhumano a un desarrollo económico al servicio de toda existencia humana. La cuestión no es fácil, se requiere de consensos para reagruparnos todos y que no existan más olvidados, más invisibles, ni tampoco más anulados. El gran objetivo ha de ser siempre dignificar vidas a través de trabajos decentes, así como la consideración a  los derechos humanos, reconociendo la propia identidad de cada cual, con su típica cultura, es decir, con su personal modo de ver la vida, de salir adelante, de expresarse, de concebir y hasta de imaginar.  Uno jamás tiene que valer por lo que tenga o lo que produzca, sino por su potencial humano, único e irrepetible. Para ello, hay que pasar de este mundo voraz, que castiga a los débiles, a un mundo de justicia, para que los menos dotados puedan realizarse como ciudadanos del mundo. Hoy por hoy, las mujeres y las niñas, los habitantes de las zonas rurales, los pueblos indígenas, las minorías étnicas, las personas con discapacidad, los migrantes y refugiados y la comunidad LGBTI se hallan de manera desmedida representadas entre los más marginados. Trabajemos para que no sea así.


Víctor Corcoba Herrero / Escritor
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Publicado en COLUMNAS

El Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, presentó su mensaje en la 71 Asamblea General de la ONU, en la Reunión de Alto Nivel para atender los Grandes Movimientos de Refugiados y Migrantes.

Destacó que el movimiento es parte esencial del ser humano, porque es un reflejo de su instinto de supervivencia, de su energía vital; de su deseo vehemente de superarse y trascender.

    "Las aportaciones de los migrantes a las distintas sociedades son innegables, porque a cada migrante lo acompañan su esperanza y su identidad; su energía y su talento": EPN

El Mandatario mexicano aseguró que México seguirá participando activamente en los foros multilaterales, para concretar, en 2018, el Pacto Global para la Migración Ordenada, Segura y Regular y el Pacto Global sobre Refugiados.

Consideramos que estos documentos rectores deben tomar en cuenta los siguientes principios:

Primero: un enfoque de Derechos Humanos, que establezca las obligaciones de los Estados con los migrantes.

Segundo: una visión de Corresponsabilidad entre los países de origen, tránsito, destino y retorno de migrantes.

Tercero: un reconocimiento a las aportaciones de los migrantes al Desarrollo Económico y Social.

Cuarto: un enfoque de Inclusión Social, que contribuya a erradicar la intolerancia, los prejuicios y el racismo.

Quinto: un marco de Gobernanza de la Migración, que ofrezca alternativas para el manejo seguro y ordenado de los flujos migratorios.

Sexto: mayor Cooperación Internacional, para fortalecer las capacidades de los Estados en la atención integral de la migración. Y,

Séptimo: la consideración del Cambio Climático y los Fenómenos Naturales, como causas de migración.

    "México seguirá trabajando para que se reconozca a los migrantes como agentes de cambio y desarrollo; para que se garanticen sus Derechos Humanos; y se destierren los discursos de odio y discriminación en su contra": EPN

Publicado en NACIONAL

Consola de depuración de Joomla!

Sesión

Información del perfil

Uso de la memoria

Consultas de la base de datos