Columna | P U L S O   P O L I T I C O

          El anuncio de que la elección del comité directivo estatal del Partido Movimiento de Renovación Nacional, Morena, se retrasa hasta que se limpie la elección de delegados por las inconformidades expresadas por importantes grupos de militantes, constituye una medida adecuada, para evitar que el órgano de gobierno del partido en el poder y por consiguiente la dirigencia estatal que sería elegida por ese Consejo, caiga en manos de políticos avezados en estas cuestiones y se continúe el modelo partidista que llevó al país hasta los límites de la bancarrota y de la entrega de sus riquezas naturales y energéticas, a empresas privadas nacionales pero principalmente extranjeras.

              Morena es un partido que está obligado a ser diferente: Los consejeros deben responder a los militantes que los eligieron y no a encumbrados políticos que pretendan manejarlos. Y debe elegir al comité directivo del estado y a los comités distritales y municipales, con toda libertad y viendo solo por el bien del Estado y del país, y desde luego de su propia organización y no de intereses particulares de personas o de grupos.

             YA SE INQUIETARON LOS PANISTAS POR LAS próximas elecciones locales del 2024 y han surgido aspirantes a la candidatura para gobernador, que rivalizarán con el actual presidente municipal de la capital, Eduardo Rivera Pérez, que parecía el único y no solo para el PAN, sino para la coalición PRI, PAN, PRD, algo increíble.

           Increíble porque contra lo que dicen los panistas, no son la primera fuerza de oposición en Puebla. Con todo lo que se diga, el PRI sigue teniendo la mejor organización, ya muy deteriorada, en la entidad; controlar el mayor número de municipios pequeños y medianos y los más experimentados políticos de la entidad.

          ACCION NACIONAL HA TENIDO ESPORÁDICOS triunfos en elecciones recientes, mismos que perdió en las elecciones de este año: Sus baluartes como Tehuacán, Teziutlán, Texmelucan, Huauchiango, Atlixco, Izúcar de Matamoros, etc., están en manos de Morena, que bien o mal, ejercen el gobierno en esos lugares. Los priistas en general, se han hecho chiquitos, tal vez tienen vergüenza de su pasado, pero lo cierto es que se han vuelto ojo de hormiga, como se volvieron los mismos panistas, cuando al estado lo gobernó Rafael Moreno Valle Rosas, el primer gobernador panista, pero déspota y autoritario con sus colaboradores, entre los que solo tuvo a un miembro de Acción Nacional, por lo menos el único que figuró como funcionario de tipo medio, en su gobierno.

          EN MEDIO DE TODO ESO, HAY UN PANISTA QUE en realidad nunca ha sido panista, el señor licenciado don Javier Lozano Alarcón, que fue priista y como tal, fue lanzado para ser diputado federal por un distrito de esta capital.

         El ahora aspirante a la candidatura del PAN, fue derrotado en esa ocasión, pues obtuvo la votación más baja de todos los candidatos priistas a ser diputados federales en el país.

         Su carácter soberbio que lo hizo adoptar actitudes como de ya diputado influyente y mandón, lo hundieron.

        Pasó a ser consejero del gobierno estatal, como premio de consolación, pero surgió su compañero de estudios en la Escuela Libre de Derecho de México, Felipe Calderón, que no solo lo hizo senador de la república, sino además secretario del Trabajo y fue el autor del despido de miles de trabajadores de la Compañía Inglesa de Luz y Fuerza de la ciudad de México, dejando en la calle a cientos de trabajadores poblanos sobre todo de la región de Necaxa, donde se encontraba parte de las plantas hidroeléctricas que generaban la energía de esa empresa.

            Como candidato al senado, tuvo en esa zona una fuerte oposición, al grado de no permitirle su entrada para hacer campaña. Pero tenía el apoyo del Presidente, el ultra demócrata panista Calderón y fue senador.

            Don Rafael Moreno Valle Rosas, lo arropó desde un principio como proyecto para la gubernatura y lo exhibió como su consentido en su primer grito de Independencia, en el palacio municipal, donde el anfitrión era Rivera Pérez, quien fue relegado en el festejo apareciendo junto al gobernante estatal Lozano Alarcón y atrás, pero de veras atrás, don Eduardo. El mensaje no fue del agrado de la ciudadanía, sino todo lo contrario, eso le ganó simpatías a “Lalo” y entre otras cosas, por eso, está nuevamente en la presidencia municipal.

           HAY OTROS ASPIRANTES DEL PAN PARA LA CANDIDATURA de su partido, pero ninguno con fuerza real para serlo.

          Y si bien es cierto que los panistas ya están seguros de que ellos serán los que impongan candidato de la alianza Vamos por México, para la gubernatura de Puebla, podrían sufrir un revés: Los militantes del PRI se oponen fuertemente a que su partido sea pelele de los panistas. Don Marko Cortés debe estudiar bien la situación que puede originar un rompimiento, en Puebla, de la mencionada alianza.

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