Columna | SIN LIMITES

*Nos quieren dejar solamente el cascarón de la corrupción, afirma

Beatriz Paredes Rangel, actual Senadora de la República por el PRI, en el pasado aniversario 91 de la fundación de su partido, señaló varios puntos interesantes, que vale la pena reproducir.

La ceremonia tuvo lugar en la CDMX, donde acusó que Morena y la Cuarta Transformación usurparon la ideología del PRI e intentan dejarles solo el cascarón de la corrupción.

Como dijo Fernando Morena Peña, ex delegado del PRI en Puebla, Beatriz Paredes Rangel, en el acto conmemorativo del 91º aniversario del PRI, pronunció un brillante discurso sobre el origen del partido, su aportación a la construcción del México de hoy y su proyecto de futuro.

Las siguientes son las partes principales de su discurso:

-La interpretación histórica adoptada por el priísmo a lo largo de décadas, la que ha congregado al priísmo, ha sido asumida por otros. MORENA nos desplazó del poder, pretende vaciarnos de contenido ideológico y dejarnos en medio de un cascarón repugnante, el de la corrupción.

-Se dice mucho que esta es una etapa de confusión, que la sociedad está confundida, pero especialmente, que los priístas estamos confundidos, que traemos perdida la brújula ideológica y, por tanto, no sabemos en qué parte del espectro político debemos colocarnos y al estar difusos, difícilmente podemos captar nuevas simpatías de los ciudadanos.

-No es un problema ideológico lo que afecta al priismo. No traemos la brújula perdida. El error sustantivo, es que fuimos demasiado permisivos con los gobernantes surgidos de nuestras filas, y que hemos tolerado que algunos desviaran su actuación de los principios que congregan al verdadero priísmo.

-Ese es el reclamo de la militancia de base y de la sociedad. El error de fondo es confundir la misión de un partido político, y entenderla sólo como una maquinaria para obtener el poder y no comprender que necesariamente un partido político es una organización con valores y con una prospectiva que compartir con la sociedad.

-Los ideólogos del Gobierno han llamado a esta etapa la Cuarta Transformación, es la Independencia, es la Reforma, es la Revolución y consideran fundacional el arribo del Presidente López Obrador a la titularidad del Poder Ejecutivo, lo que es la Cuarta Transformación, para establecer un nuevo Régimen.

-¿De dónde viene el PRI? El PRI viene de la Independencia, de la Reforma y de la Revolución, ahí están sus orígenes reivindicados durante 91 años, siendo el PRI el primer partido político en que militó AMLO y a falta de ideología de MORENA, el hoy Presidente asume como propio el origen del PRI.

-De la Independencia, los priístas tomamos la noción de país soberano, autogobernado, no sujeto en su toma de decisiones a intereses externos, ni a potencias extranjeras. De la Reforma los priístas tomamos conceptos esenciales, somos un partido laico que propugna por un estado laico, el laicismo es una convicción irreductible.

-De la Reforma también tomamos la decisión y la vocación federalista. El PRI es un partido federalista. Los gobernadores, los presidentes municipales que surgen de nuestras filas, deben saber que cuentan plenamente con el partido y sus legisladores en defensa del federalismo mexicano. Es la hora de discutir un nuevo pacto fiscal que sea mucho más equitativo con los estados de la Federación”.

-De la Revolución, los priistas tomamos la movilidad social, el agrarismo, la educación pública, la economía mixta y la rectoría del estado, las fuerzas armadas subordinadas al poder civil, la alianza clasista que se reflejó en la articulación de los sectores de nuestro partido cuando fuimos PRM, con lo que hoy es el PRI y el pacto social.

-El partido que hizo posible los postulados de la Revolución Mexicana, ha sido el PRI.

-Somos diferentes porque el PRI ha tenido una noción de Estado, nuestra vocación no sólo es una vocación de Poder, es una vocación de edificación del Estado, con un enorme compromiso con la construcción institucional.

-Gracias al PRI, pasamos de la etapa de los caudillos a la etapa de las instituciones. Una restauración atemporal del caudillismo, no tiene espacio en la época contemporánea.

-Lo que nos diferencia, es que nosotros tuvimos la capacidad de inscribirnos en la modernidad y tomar de la modernización del mundo aquello que permite que los principios del PRI puedan ser reactivados.

-Los que hoy gobiernan quieren regresar al pasado, alejarnos del mundo y subordinar nuestros principios de política exterior, a la supremacía blanca del vecino del norte.

-Si somos capaces de reencontrarnos, de beber de nuestra esencia, de reconocer nuestros orígenes y a partir de allí cambiar, de responder a las nuevas generaciones, representar valores, imaginar la sociedad justa del México del Siglo XXI, podremos renacer, con toda la experiencia histórica acumulada, comprometidos en erradicar nuestros errores y reconociendo que habrá que reconstruir el partido desde afuera del poder.

-El gran aprendizaje que requerimos los priistas, es saber que los partidos políticos son entidades autónomas del poder público, leales al poder público cuando hay militantes que en él participan, pero sobre todo leales a su declaración de principios y a su programa de acción, renacer.

-Los que pretenden ser lo que fuimos, son otros. Se trata de reinventarnos, de tener la capacidad de cambiar, de mutar, de trasmutar se trata, a partir de lo que hoy somos y no de lo que ayer y antier fuimos, somos ahora el partido con la mayor estructura territorial, el partido con el mayor registro de militantes en el Instituto Nacional Electoral, el partido que gobierna localmente al mayor número de mexicanos.

-Debemos construir la opción política democrática del Siglo XXI, que garantice legalidad, representatividad, inclusión, claridad ideológica, apertura política, movilidad democrática y un programa de acción que dé respuesta verdadera al México de hoy y al México justo del porvenir.

En fin, como dicen las coplas españolas:

Por un imposible vivo,
por un imposible muero,
es imposible olvidar
al imposible que quiero.

Deja que pasen los días
que pase la tempestad,
que si el destino lo quiere
nos volveremos a encontrar.

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