Columna | P U L S O   P O L I T I C O

                               Todo mundo está de acuerdo que el sistema de justicia en Puebla, ha tenido un grave deterioro de unos años a la fecha: fueron eliminadas las agencias del Ministerio Público alternas, que han impedido a muchos ciudadanos presentar sus demandas, por las dificultades de tener que viajar a las cabeceras de distrito para hacerlo, eso resulta problemático y costoso, pero además, con menos denuncias presentadas, el gobierno podía presumir que la delincuencia se mantenía a raya en Puebla, lo que no era cierto.

                                La determinación del Congreso del Estado (las dos últimas legislaturas locales han sido las peor calificadas de los últimos tiempos) de hacer depender al Poder Judicial, del Poder Ejecutivo, al aprobar que el presupuesto del primero pasara a ser manejado por la Secretaría de Finanzas, es un problema bastante grave pues termina con la autonomía del Poder Judicial. El poder Ejecutivo, decidía incluso la creación de nuevas plazas en los juzgados y lo que éstos deberían gastar en equipos de cómputo y en papelería para trabajar. La disminución de personal en las dependencias del Poder Judicial, también las determinaba el Ejecutivo y ha originado la sobrecarga de trabajo del personal en funciones.

                                El lamentable caso del asesinato de la estudiante de la UPAEP, Mara Fernanda Castillo Miranda, ha puesto en claro cual es la real situación que prevalece en Puebla en lo que se refiere a inseguridad y a impartición de justicia.

                                Sería absurdo culpar de lo que está pasando en el renglón de seguridad en Puebla, al actual gobierno de Antonio Gali Fayad, que ha demostrado tener la voluntad política para enfrentar esta problemática, como quedó de manifiesto en el caso de los huachicoleros, que prácticamente controlaban toda la región comprendida dentro del “triángulo rojo” y a los que el gobierno local, con el apoyo de la Federación, ha enfrentado con decisión.

                               Lo que se espera ahora del gobierno estatal, con motivo del increíble incremento del feminicidio en Puebla, es que le haga frente también con la decisión que la ciudadanía exige, tanto en Puebla como en todo el país y en el extranjero.

                               Esta siempre ha sido una entidad tranquila, bastante segura. El fenómeno que estamos viendo de los huachicoleros, que ha provocado la descomposición social en una amplia zona del estado; los asaltos a los usuarios del transporte público de la capital; los secuestros y asaltos a mano armada en regiones como la sierra norte y nororiental, la región de Tehuacán y el incremento de la delincuencia en el sur, son fenómenos que no se conocían de varias décadas para acá.

                               Es indudable que ello se debe al descuido de las autoridades estatales en el renglón de seguridad. Ese descuido está aflorando ahora, pero lo bueno es que no se trata de ocultar, sino por el contrario, se le hace frente y la ciudadanía lo percibe así y lo aplaude y lo mejor, está dispuesta a colaborar.

                              Hay quienes dicen que el asunto de la estudiante veracruzana asesinada en Puebla, se está politizando. Lo que pasa es que la ciudadanía ya está harta de la cantidad de mujeres que o son secuestradas o son asesinadas en Puebla y no pasa nada, pues los crímenes quedan impunes. El gobierno anterior siempre se negó a emitir la “alerta de género” para mantener una imagen de eficiencia. Gali Fayad, ya ha dicho que espera que terminen las investigaciones del caso Mara Fernanda, para decidir dicha alerta.

                              Ayer Cambio publicó las condiciones que se imponen al usuario de los servicios de taxis cobify y uber, en los que dichas empresas no se hacen responsables de nada y todo, la seguridad, los daños, etc. son responsabilidad de los usuarios. Léalos por favor y no haga coraje. La culpa no es del indio, sino de quien lo hace compadre y en este caso los que autorizan esas condiciones, son las autoridades involucradas.

                              Se cumplieron ayer 35 años de la creación en Puebla, del Colegio de Bachilleres, institución oficial destinada a impartir educación media superior a jóvenes del país que no alcanzaron inscripción en alguna universidad.

                               Fue en el gobierno del licenciado Guillermo Jiménez Morales, cuando se inició en Puebla este tipo de bachilleratos que empezaron a funcionar en Tecali, Tehuacán, Teziutlán, Puebla y otras ciudades del estado, en escuelas ya construidas, que permitían el funcionamiento de las nuevas instituciones en sus salones de clase en las tardes, cuando ellas terminaban sus labores.

                               Ahora el Colegio de Bachilleres de Puebla, cuenta con 37 planteles, que en total atienden a  36 mil estudiantes y del que egresan 7 mil bachilleres anualmente. La educación que en esos planteles se imparte, es realmente de calidad.

                               El acto conmemorativo de este acontecimiento, fue celebrado ayer con un acto efectuado en la antigua Cancha de San Pedro, en pleno Centro Histórico con la asistencia del ex gobernador Jiménez Morales, quien recibió el reconocimiento de los directores y personal académico, administrativo y de servicios, de los 37 planteles existentes.

                               Don Guillermo, visiblemente emocionado, convocó a los egresados de los colegios de bachilleres, a demostrar su valía y su decisión de servir a Puebla y a México contra cualquier adversidad: “si caen once veces, levántense doce veces. Demuestran su coraje, su decisión de luchar por mejorar las condiciones de vida de su familia, de nuestro pueblo, de nuestra nación”.

                               También hablaron en el acto, el dirigente del Sindicato, Ricardo Ordaz; el director del COBAP en Puebla, Carlos Martínez Amador; la secretaria de Educación Pública del Estado, Patricia Gabriela Vázquez del Mercado, a nombre del gobernador Antonio Gali.

                                Estuvieron los 37 directores de los planteles y trabajadores de las áreas académica, administrativa y de servicios de cada plantel.

                                 Se entregaron reconocimientos al licenciado Jiménez Morales, como el iniciador de este sistema en la entidad y a los trabajadores más destacados en el terreno docente: Félix B. Romero; a Candelaria Ramírez, en el campo administrativo; a Daniela Juárez, como egresada destacada; a Guadalupe Bello Hernández, por 35 años de trabajo en dicho sistema.

                                  El ex gobernador además de recibir el reconocimiento del gobernador Gali, por voz de la titular de la Secretaría de Educación, recibió un prolongado y sonoro aplauso de la concurrencia.

                                  Estuvieron presentes Jorge Aguilar Chedraui, presidente del Congreso del Estado, así como otros diputados locales; el delegado de la SEP en Puebla, Carlos Barrientos de la Rosa; dirigentes sindicales, personal académico y amigos del ex gobernador Jiménez Morales.

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