Jueves, 02 Abril 2020 20:40

Temporada de zopilotes

Columna | Desde el portal

 Enseñan el cobre, como lo dice el presidente Andrés Manuel López Obrador, quienes en este momento de contingencia mundial por el coronavirus-19, pretenden sacar raja política o ganancias de manera inmoral, porque no habían transcurrido ni 24 horas cuando se anunció el cierre temporal de las empresas, y ya estaban demanda privilegios.

 Privilegios a los que han acostumbrado mantener desde la época de la corrupción galopante, que les permitía y les daba todo. Como es el caso de los productores de leche que cuando asoma la sequía se iban de congreso a Cancún y desde ese balneario exigían al Gobierno subsidios por la temporada de vacas flacas. Y se les concedía todo.

 Así, los propietarios de prósperos negocios que les permitían acumular colosales ganancias, hoy a unas horas de la entrada a nuestro país de la fase tres de la contingencia mundial, están reclamando los subsidios y los apoyos a los que consideran tienen derecho, pero no asumen la responsabilidad con sus trabajadores. Eso ya se acabó, señala el presidente López Obrador.

 Es del conocimiento de todos de las fabulosas ganancias, por señalar un solo rubro, de los productores de cerveza. En cuestión de minutos se agotaron las existencias en las tiendas de conveniencia cuando se anunció que se dejaría de producir el vital producto por una temporada. ¿Quiénes son o dónde están los dueños de las franquicias cerveceras que reclaman privilegios, cuando en esta dramática etapa siguen acumulando utilidades?.

 Indudablemente que ésta, como en las siguientes etapas de crisis, seguirán sacando raja porque están acostumbrados al lucro y no a la solidaridad social. En tanto, presionan por diversas vías: por medio del chantaje al Estado y mediante la polarización de la sociedad; convierten un asunto de salud mundial en un momento de lucro político, sin el más mínimo rubor; por eso se hace bien cuando se les exija el cumplimiento de sus obligaciones fiscales.

 La etapa más dramática de nuestro país vendrá en los últimos días. Se hizo caso omiso a lo que ocurría semanas atrás en otras partes del mundo; se desatendió el llamado de la OMS y se desdeñó la situación mundial aun cuando diariamente arribaban a nuestro país miles de ciudadanos chinos a diversas partes de la República y se permitió, por cuestiones humanitarias, del desembarco de turistas afectados en playas mexicanas.

 Desde luego que estas son circunstancias de las que ya no se puede dar marcha atrás ni hacer volver el tiempo perdido, pero cuando menos debió prohibirse la celebración de espectáculos públicos masivos cuando el mundo enfrentaba la pandemia. Hoy hay que tomar las medidas necesarias para lo que viene, pese a que se insiste en mantener la calma y decir que nada pasa. Las condiciones geográficas y la conducta propia del mexicano así como las condiciones familiares y culturales, hace prever que todo será incontrolable.

 Ojalá y todo esté previsto y se pueda controlar y ser, como se dice, un fenómeno pasajero, de lo contrario, habremos de ver las consecuencias y ver lo que ocurre en otros países que es verdaderamente dramático. En tanto, lejos de polarizar y de utilizar esta situación como bandera política, debilitará a la Nación cuando se requiere de la unidad y de la solidaridad nacional. Dejemos atrás la temporada de zopilotes, como señala el tabasqueño, para enfrentar la pandemia que ya está en México.

asorianocarrasco@yahoo.c
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@BrechaRevista

Publicado en COLUMNAS

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