Columna | SIN LÍMITES

*Experta explica las causas y motivos del surgimiento de estas ideas

Abundan las teorías de la conspiración del coronavirus plasmadas en videos, pruebas y noticias que circulan por las redes sociales.

Existen villanos invisibles y curas secretas que han circulado en estos días. Los sentimientos de seguridad que ofrecen dichos rumores pueden ser ilusorios, pero el daño a la confianza pública es real.

El coronavirus ha dado lugar a un mundo de teorías conspirativas, desinformación y propaganda, que erosionan la confianza pública y socavan la labor de los funcionarios de salud de maneras que podrían alargar la pandemia e incluso que pueda perdurar una vez que esta haya pasado.

Las afirmaciones más comunes son que el virus es un arma biológica extranjera, un invento partidista o parte de un complot para reconfigurar a la población mundial. Cada afirmación parece darle a una tragedia absurda algún grado de significado, sin importar que tan oscura sea.

Los rumores de curas secretas, que incluyen cloro diluido, apagar los dispositivos electrónicos, comer plátanos, prometen una protección contra una amenaza a la que ni siquiera los líderes mundiales pueden escapar.

Tras varias semanas de encierro y muerte, las informaciones, las redes sociales, tienen todos los ingredientes para llevar a la gente a teorías conspirativas, comentó al influyente diario The New York Times, Karen Douglas, psicóloga social que estudia la creencia en complots en la Universidad de Kent en el Reino Unido.

Muchas falsedades han sido promovidas por Gobiernos que buscan ocultar sus fracasos, actores partidistas que buscan un beneficio político, viles estafadores y en Estados Unidos, un Presidente que ha promovido curas no probadas y falsedades que desvían su responsabilidad.

Las teorías de la conspiración tienen un mensaje común: la única protección proviene de poseer verdades secretas que “ellos” no quieren que sepas. Los sentimientos de seguridad y control que ofrecen dichos rumores pueden ser ilusorios, pero el daño a la confianza pública es muy real.

Este creciente ecosistema de desinformación y desconfianza pública ha llevado a la Organización Mundial de la Salud (OMS), a advertir sobre una infodemia.

LAS RAZONES DE LOS INVENTOS

Según Karen Douglas, estas son algunas de las razones de los inventos:

La gente se siente atraída por las conspiraciones porque prometen satisfacer ciertas motivaciones psicológicas que son importantes. Las principales son dominar los hechos, tener autonomía sobre el bienestar propio y una sensación de control.

Si la verdad no satisfice esas necesidades, los humanos tenemos una capacidad increíble de inventar historias que lo harán, incluso si una parte de nosotros sabe que son falsas. Un estudio reciente descubrió que era mucho más probable que la gente compartiera información falsa sobre el coronavirus a que en realidad la creyera.

La magnitud de la diseminación de información a consecuencia de la pandemia del coronovarus está abrumando a nuestro pequeño equipo, dijo en Twitter Snopes, un sitio que verifica información.

La creencia de que tenemos acceso a información secreta puede ayudarnos a sentir que tenemos una ventaja, que de algún modo estamos más seguros.

Las teorías conspirativas también pueden hacer sentir menos sola a la gente. Pocas cosas estrechan los lazos del “nosotros” tanto como congregarnos contra “ellos”, en especial con respecto a los extranjeros y las minorías, que suelen ser chivos expiatorios de rumores sobre el coronavirus y de muchas otras cosas desde antes de esta crisis.

LAS TEORÍAS MAS INVEROSÍMILES

A continuación, las más comunes y falsas teorías conspirativas del coronavirus:

-Publicaciones de Instagram sugerían de manera falsa que el coronavirus fue planeado por Bill Gates para beneficio de las farmacéuticas.

-En Alabama, datos de Facebook afirmaban que poderes ocultos habían ordenado que los pacientes enfermos fueran llevados secretamente en helicóptero a ese estado. En América Latina, han proliferado rumores igualmente infundados de que el virus fue creado para propagar el VIH.

-En Irán, las voces que apoyan al gobierno dicen que la enfermedad es un complot occidental. También cientos murieron por ingerir metanol como un remedio.

-Debido al torbellino de rumores sobre la causa del coronavirus, han atacado torres de teléfonos celulares, como en Birmingham, Inglaterra.

-Los medios italianos difundieron un video publicado por un italiano en Tokio, en el que afirmaba que el coronavirus se podía tratar, pero que los funcionarios estaban ocultando la verdad.

-Videos populares en YouTube, afirman que toda la pandemia es una ficción orquestada para controlar a la población. Otros aseguran que la enfermedad es real pero que no la causa un virus sino las redes celulares 5G.

LOS POLÍTICOS TIENEN LA CULPA

Además, los Jefes de Gobierno y funcionarios que no han enfrentado de buena manera la pandemia inventan situaciones.

Los conspiradores y los escépticos ven que los gobiernos se les unen. En un intento por anticipar la respuesta política negativa ante la crisis, los líderes gubernamentales de inmediato se han dispuesto a desviar la culpa y han echado mano de afirmaciones propias que son falsas.

-Un funcionario chino afirmó que miembros del ejército estadounidense habían llevado el virus a China, una acusación que ese país permitió que se propagara en sus redes sociales tan estrictamente controladas.

-En Venezuela, el presidente Nicolás Maduro sugirió que el virus era un arma biológica estadounidense contra China.

-En Irán, los funcionarios dijeron que era un complot para suprimir el voto en su territorio.

-Los medios de noticias que respaldan al gobierno ruso, incluidas algunas filiales en Europa occidental, han promovido afirmaciones de que Estados Unidos creó el virus para debilitar la economía china.

-En las ex repúblicas soviéticas de Turkmenistán y Tayikistán, los líderes elogiaron tratamientos falsos y argumentaron que los ciudadanos debían seguir trabajando.

-Matteo Salvini, líder del partido italiano que está en contra de los migrantes, escribió en Twitter que China había creado un “supervirus pulmonar” a partir de “murciélagos y ratas”.

-El Presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ha promovido en repetidas ocasiones tratamientos no comprobados contra el coronavirus.

-El Presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador se dedicó a recomendar besos y abrazos y tener reuniones masivas, mientras el mundo empezaba a confinarse.

Y ya ni hablar del Gobernador de Puebla y sus dichos.

En fin, como dice la copla flamenca:

Porque estoy en decadencia
casi todos me dan de lado,
pero al hacer yo mi cuenta,
el mundo no se ha terminado
y espero que de otra vuelta.

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