Columna | P U L S O    P O L I T I C O

          Aquellos desfiles que duraban horas, pues pasaban frente a la tribuna en la que estaban el gobernador y su gabinete, así como los grandes líderes obreros, miles de miembros de las centrales obreras: CTM, FROC, CROM, así como trabajadores del Seguro Social, maestros afiliados a las secciones 23 y 51 del SNTE, trabajadores de la Volkswagen, burócratas del Estado y un largo etcétera, se acabaron.

          Ayer hubo concentración de maestros en el Paseo Bravo, trabajadores de la CTM, desfilaron por su cuenta; dicen que también desfilaron trabajadores de la empresa automotriz VW, pero cada organización celebró el día del Trabajo, a su manera.

           Las enormes mantas con leyendas como: “Gracias señor Presidente” o “Gracias señor Gobernador” brillaron por su ausencia. Los grandes líderes obreros, como don Blás Chumacero, don Antonio J. Hernández, don Constantino Sánchez Romano, no han sido sustituidos. Ahora el único dirigente estatal conocido es el de la CTM, Leobardo Soto, hijo de un dirigente cetemista de antaño y egresado de la universidad que la mencionada central obrera tenía en Cuernavaca, donde se graduó de licenciado en Derecho del Trabajo.

           Los que desfilaban en los primeros de mayo de los años ya idos eran seguros votos para el Partido Revolucionario Institucional, en elecciones locales o federales, ahora los trabajadores votan libremente, al igual que los maestros. Las organizaciones obreras o magisteriales y burocráticas, votan por quien se les da la gana.

           EL CONTROL DE LA ENORME MASA DE TRABAJADORES y burócratas empezó a perderse desde los tiempos del gobernador Guillermo Jiménez Morales, cuando un desfile del primero de mayo, fue interrumpido por un agresivo grupo de trabajadores descontentos con sus dirigentes y con las autoridades.

          Durante el interinato del gobernador Gonzalo Bautista O’Farril, mientras la columna desfilaba en la 25 oriente-poniente, en el centro histórico de esta capital, concretamente en el edificio carolino de la UAP, se escenificaba un encuentro a tiros entre estudiantes y policías estatales, con resultado de un estudiante fallecido que fue bajado de la azotea del colonial edificio y exhibido en un noticiario de la televisión nacional, en el mismo momento en el que el secretario general de gobierno, negaba que hubiera un estudiante muerto. Ese fue el principio del fin del breve periodo de Bautista O’Farril. Eran los tiempos de la lucha por la reforma universitaria en Puebla.

            Ayer en el zócalo: los camiones cargados de turistas salían normalmente a sus recorridos habituales. Todos los visitantes iban a la Feria de los Fuertes de Guadalupe y Loreto, donde se escenificó la batalla del 5 de mayo contra el ejército francés. En los restaurantes de los portales, había muchos poblanos cafetómanos habituales. Había gente, pero casi todos eran visitantes del Distrito Federal, de algunos estados vecinos y hasta turistas extranjeros.

            LAS COSAS HAN CAMBIADO: SE ACABARON los combates de flores el 5 de mayo en la noche; los festejos de ese día, que se realizaban invariablemente en el centro histórico, se trasladaron a la zona de los fuertes. El Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec, dejó de ser la estrella del desfile cívico de ese día, en fin…..

             Mayo es un mes de festejos. El primero es día del trabajo; el 5 el aniversario de la batalla de Loreto y Guadalupe; el 10 es día de la madre; el 15 es día del maestro…y se acaba el mes con la terminación de la feria.       
         

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