Columna | P U L S O    P O L I T I C O

          Los tres nuevos partidos políticos que fueron aprobados por el Instituto Nacional Electoral, no constituyen ningún avance democrático y sí una carga millonaria para el erario público, que tendrá que subsidiar a esos nuevos partidos con millones de pesos, dinero tirado a la basura, pues no cumplirán, como no cumplen los partidos existentes, con lo que se espera de partidos políticos serios como dijo Porfirio Muñoz Ledo, en reciente entrevista: dialogar y formar cuadros para su correcto funcionamiento, es decir, como dijo el fundador del PAN, Manuel Gómez Morín hace 81 años, ser escuelas de política.

          Para eso los gobiernos federal y estatales, les otorgan subsidios cuantiosos, que en forma elegante se les llama “prerrogativas”. Un dinero, como decimos líneas arriba, tirado a la basura porque desde que se establecieron esas “prerrogativas” millonarias, las organizaciones formales llamadas partidos, ni crean estructura, no tienen organización, ni unidad ni disciplina interna, bueno, no tienen ideología aunque para ser autorizados por las autoridades electorales, deben registrar principios y programa de acción, que muy pocos militantes llegan a conocer.

         Los partidos autorizados son: Redes Sociales Progresistas, que será propiedad de doña Elba Esther Gordillo, la ex dirigente del SNTE: Fuerza Social por México, promovido entre otros, por el diputado local del desaparecido Partido Nueva Alianza, que fue rambién de doña Elba Esther y que perdió su registro al no alcanzar el porcentaje de votación requerida para mantenerlo y Partido Encuentro Solidario, que es el Partido Encuentro Social, que tampoco alcanzó los votos requeridos para mantenerse vivito y coleando. Lo bueno es que en las elecciones del 2021, tendrán que participar solos, es decir, sin alianzas de ningún tipo. Si no alcanzan el 3 por ciento de la votación, kaput.

         Lo bueno es que no se concedió el registro al partido de Felipe Calderón y de su esposa, un partido derechista, con deshechos del PAN y de otras organizaciones de la derecha tradicional mexicana. Se dijo que por recibir apoyo económico de personas u organizaciones desconocidas, pero la realidad debe ser otra: cómo se va a dar en  propiedad un partido al ex presidente de la república culpable de la inseguridad y violencia que desde su sexenio viene padeciendo México; al responsable de tener al frente de la Secretaría de Seguridad del país, a un personaje que estaba en complicidad con la delincuencia organizada de este país; al que compró el avión más lujoso del mundo para que en él se movilizara el presidente de México, uno de los países más desiguales del mundo y así nos podemos seguir hasta el infinito.

         Y HABLANDO DE LA DERECHA, LA DIRIGENTE local del PAN, doña Genoveva Huerta hizo declaraciones para oponerse (para eso es partido de oposición) a la Ley de Presupuesto de Egresos de la entidad y amenazó con que la bancada de su partido, no aprobará esa ley, algo sumamente raro, por considerarla inconstitucional y porque representa dar treinta años atrás en la vida democrática y de desarrollo de Puebla. Presentarán los panistas una controversia constitucional, pues según su dicho, crecerá la corrupción y la impunidad.

          Doña Genoveva hubiera sido una excelente dirigente panista en los tiempos en que su partido gobernaba en Puebla: se hubiera opuesto a la construccón del CIS, cuyo costo a pagar en 30 años, será de 30 mil millones de pesos y no le hacemos cuentas de lo que se gasta en su mantenimiento para no espantarlo; se hubiera opuesto a la construcción del Museo del Barroco, cuyo costo, solamente del cascaron (edificio) fue superior a los siete mil millones. Es un museo que nadie visita. Se hubiera opuesto a la compra de la rueda de la fortuna, con inversión de 200 millones que solo sirve para sacar fotos de la zona de Angelópolis y decir en la promoción turística, que es “la novia de Puebla; seguramente se hubiera opuesto también, a la construcción de las ciclopistas, que según un experto canadiense en la materia, los más de 600 millones gastados, fueron dinero tirado a la basura, así lo dijo, porque en ninguna parte del mundo se construyen ciclopistas en las alturas, sino a ras del suelo, y la prueba es que casi nadie las usa; se hubiera opuesto también a que el presupuesto de egresos, se concentrara en obras deslumbrantes en esta capital y se hubiera descuidado tanto a la provincia necesitada de caminos, hospitales y escuelas bien construidas.

           Con las políticas panistas de un sexenio, Puebla dio pasos atrás de 40 años, pues se incrementó la desigualdad, no hubo desarrollo real y el Estado de Puebla, cayó al quinto lugar en pobreza, después de Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Veracruz, entidades que tradicionalmente han ocupado esas posiciones.

           Es una lástima que doña Genoveva, no haya  estado al frente de su partido, precisamente cuando su partido gobernaba para que desenmascarara toda la corrupción y la ineficiencia en el gasto público que nos hicieron dar pasos atrás en democracia y desarrollo.

           DOÑA SOCORRO QUEZADA, DE LA QUE HACE TIEMPO no se hablaba: en vísperas de que se inicien los procesos al interior de los partidos para designar a quienes serás sus candidatos a los puestos de elección popular que se disputarán el año próximo, resucita o intenta resucitar políticamente, ahora como defensora de los derechos de las mujeres, pues eso está de moda.

           Se lamenta de que no hay equidad de género en la política pues dice, que hay en la entidad solo 46 mujeres como presidentas municipales cuando debe haber 108 y que en las sindicaturas se observa exactamente lo mismo y atribuye eso, a omisión de los partidos políticos.

           No hay tal. Los partidos cumplen con la paridad de género, al designar a un número igual de candidatos hombres y de mujeres para ocupar presidencias municipales, sindicaturas y diputaciones federales y locales. Lo que pasa es que doña Socorro Quezada Tiempo, con tantos meses de ausencia de la política, ya se  olvidó que a los candidatos los designan los partidos y hay paridad, pero a las y los presidentes municipales y a quienes van a ocupar las sindicaturas o diputaciones, los eligen los ciudadanos con su voto libre y secreto y ahí está el detalle.