Columna | Sin Límites

*Poca difusión se le dio al proyecto del ex candidato de MORENA; el futuro depende de los tribunales electorales

Muy poco se ha difundido el Plan de Gobierno 2018-2024 que presentó el ex candidato al gobierno del estado, por MORENA-PT-PES, Luis Miguel Barbosa Huerta. En pocas palabras, dichas propuestas programáticas, en caso de aplicarse, sepultarían al morenovallismo en Puebla para siempre.

Por ahora, la elección poblana está en el Tribunal Electoral del Estado de Puebla. Barbosa presentó la solicitud de nulidad. El programa podría estar vigente si se anula la elección y se convoca a una elección extraordinaria.

Las propuestas generales, mencionan lo que Barbosa llama los Ejes para el Desarrollo y la Transformación de Puebla. Sobre la situación del gobierno del estado señala:

Ante un escenario donde predomina el descontento social y la desconfianza en el poder, el Estado de Puebla necesita una transformación profunda. El gobierno estatal debe cambiar. Debe dejar de estar al servicio de un grupo político corrupto y de favorecer a un sector minoritario de la sociedad.

Su propuesta es un gobierno democrático y de izquierda moderna, honesto, austero, transparente, que rinda cuentas, eficaz, eficiente y que impulse políticas públicas de fuerte contenido social.

Señala en su plan, que al ejercicio del poder hay que devolverle el sentido ético y moral, quitarle la frivolidad, la fatuidad, la opulencia, la fantochería y el derroche, convertirlo en un hecho de la vida cotidiana de la gente y devolver a la política su dignidad y a los políticos su vocación social y de servicio público.

Es decir, todo lo opuesto al gobierno que hizo Rafael Moreno Valle Rosas.

El documento fue elaborado por el Consejo Consultivo de MORENA en el estado. Son diez ejes. El primero es sobre Desarrollo Económico y Política Fiscal, que contempla el impulso al desarrollo regional, industrial y generación de empleos bien remunerados, además de atraer inversiones y fomentar el turismo. Destaca la revisión del Impuesto Sobre Nómina, con el objetivo de proponer una reforma para incentivar la inversión. El gobierno estatal priorizará la contratación de bienes y servicios con empresas y proveedores poblanos.

Contempla Barbosa terminar con las privatizaciones de los servicios públicos a los cuales el gobierno está obligado. Se acabará también con aquellas que se realizaron en anteriores administraciones, las cuales representan una carga onerosa para las familias como el agua, la recolección de basura, drenajes y fotomultas.

El segundo eje, Seguridad y Paz Social establece el mando mixto policial, implementar un esquema que facilite a los ciudadanos la denuncia del delito por Internet, aumentar el número de Ministerios Públicos y el desarrollo de una cultura de corresponsabilidad entre las autoridades y la ciudadanía.

El tercero se denomina Corrupción e Impunidad, donde Barbosa propone incluir la figura jurídica de revocación de mandato por corrupción y la reparación del daño, garantizar la autonomía de la Auditoría Superior del Estado y del Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Estado de Puebla (INAIP).

El cuarto eje, Derechos Humanos, Equidad de Género y Atención a Jóvenes, propone el respeto irrestricto a los derechos humanos y prohibir toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y crear la Secretaría de Equidad de Género, declarar la Alerta de Violencia de Género contra las mujeres en Puebla y establecer proyectos para atender a los jóvenes.

En el quinto eje Derechos Ambientales, prohíbe los proyectos de muerte, frenar la destrucción de la naturaleza, detener el aniquilamiento de los bosques, los valles y las sierras o que provocan la contaminación de ríos, lagunas y mantos freáticos. También sanear el río Atoyac y rescatar el Lago de Valsequillo.

El sexto, Desarrollo Social y Combate a la Pobreza, contempla establecer pensiones de mil 100 pesos mensuales a los adultos mayores, a las madres solteras y las personas con capacidades diferentes; atención médica y vivienda digna; becas de dos mil 400 pesos a estudiantes de nivel medio superior y superior; apoyos de tres mil 600 pesos mensuales a los aprendices de diversos oficios.

El séptimo eje, Estado Democrático y de Derecho, pregona ejercer el poder sin odio y gobernar sin rencores, terminar con el autoritarismo y abrogar las leyes del morenovallismo, que dañaron al estado y ofendieron a los poblanos, como son la llamada Ley bala, la privatización del agua y las expropiaciones exprés. Incluye revisar la deuda pública, los fideicomisos, las APPS y las APS, así como amnistía a los presos políticos y cerrar las carpetas de investigación que se iniciaron con motivos políticos.

Recomienda fortalecer al municipio, devolver a aquellos que fueron afectados por la construcción de la Ciudad Modelo Audi, el derecho del uso de suelo y el cobro de predial. Se restituirá a los pueblos y juntas auxiliares su dignidad y funciones sustantivas, como la del Registro Civil.

Igualmente, integrar un gabinete donde exista paridad de género, sobre todo ciudadanos originarios del estado, que conozcan necesidades y compartan aspiraciones.

En el octavo eje, Pueblos Originarios, propone incorporarlos al plan estatal, a los programas regionales y a las políticas municipales de desarrollo, bienestar social y apoyos.

El noveno eje, Educación, Ciencia y Cultura, establece el rechazo a la mal llamada reforma educativa federal, y garantizar que nadie, por falta de espacios, maestros o de recursos económicos, se quede sin estudios. Recomienda el desarrollo de la ciencia, crear la Secretaría de Cultura para su fomento. Promete que Casa Puebla será un centro cultural de los pueblos originarios.

Finalmente, el eje diez, ante la devastación del campo, enuncia el Rescate del Campo, establece precios de garantía para los cultivos, el desarrollo del mercado institucional con compras del gobierno para abastecer a las instituciones que demandan estos productos.

Pretende declarar a Puebla estado libre de semillas transgénicas y elaborar la Ley de Planeación para la Soberanía Alimentaria y Nutricional,  para impulsar el comercio tradicional, el trueque, la economía solidaria, el consumo de alimentos sanos nativos, combate a los productos chatarra y de importación que han contribuido a problemas serios de salud pública.

Finalmente habrá créditos a pueblos originarios, campesinos y pequeños productores para la siembra de 200 mil hectáreas; se regalarán o se venderán a bajo costo, fertilizantes orgánicos y se crearán 80 mil empleos en el campo.

Hasta aquí la abreviada propuesta de Barbosa Huerta. Sin duda, este proyecto tiene como objetivo desmantelar del morenovallismo, transformar Puebla, significa un cambio de régimen.

Quizá por todo lo anterior está en peligro la sobrevivencia del morenovallismo que como se rumora por ahí, la defenderán a sangre y fuego. El futuro de Puebla se decidirá, según parece, en los tribunales electorales.

En fin, como dicen las coplas de Hernando de Vera, en crítica al gobierno de Isabel la Católica:

Abre, abre las orejas;
escucha, escucha pastor
porque no oyes el clamor
que te daban tus ovejas.
Sus voces suben al cielo
quedando con desconsuelo
que las trasquilas a engaño
tantas veces en el año
que ya no les cubre el pelo.

Correro | Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

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