Domingo, 22 Enero 2023 18:35

Tsunami

Antes de arrasar la tierra convertido en tsunami, el mar se retira de la costa.

Ese es un escenario de lo que podría estar sucediendo en México. Hay una efervescencia en la sociedad. Una decepción. Una indignación. Miedo.

Los sentimientos predominantes que definirán el futuro del país, mucho más importantes que los argumentos, son esos: decepción de millones de personas que votaron por un cambio radical para estar mejor. Hallaron el primero. Fallaron estrepitosamente en el segundo. Ya lo saben. Por eso abandonan, pública o silenciosamente, el barco de Morena.

Indignación: porque el obradorato, carente de ideas y de olfato, se convierte en una fiera herida: peligrosa, agresiva y altiva. Va de tumbo en tumbo. De error en error. No corrige: se radicaliza.

Miedo: porque un amplio segmento de la sociedad ya tiene la certeza de que el proyecto de Morena es perpetuarse del poder, destruir a las clases medias y aniquilar la libertad.

De ahí que empezaremos a ver cómo la brújula política se empieza a mover.

El arranque fue la marcha del 13N. Pero a esa patada de salida le han seguido actos de valentía, coraje y activismo.

El gran reto de las oposiciones es convertir esos sentimientos en participación.

La historia revela que no hay estructura gubernamental ni partidaria capaz de frenar un tsunami ciudadano. La realidad incomoda, pero no miente: López Obrador ganó en todos los segmentos socioeconómicos en el 2018. Hoy Morena ya perdió la mayoría en las clases altas y medias. Hay una disputa férrea en las clases bajas altas y medias bajas.

De ahí que las elecciones se hayan movido de manera importante en el 2021: las oposiciones obtuvieron 22.9 millones de votos para diputados federales, contra 21 del oficialismo.

Más: las ciudades con mayor clase media han sido ganadas por las oposiciones: alcaldías de la ciudad de México, Guadalajara, Toluca, Monterrey, Puebla, Veracruz, Querétaro, León, Mérida, Hermosillo, Saltillo, Durango, Chihuahua.

A la clase media pertenece el 37% de la población, pero, ojo, aumenta a 45% en zonas urbanas: un dato absolutamente trascendente. Es probable que el número crezca tras los efectos de la pandemia.

La clase media no alcanza para ganar, pero es indispensable para hacerlo. Las oposiciones deben conectar con el México más lastimado: las familias sin acceso a salud ni medicinas, a las víctimas y a las mujeres que han sido despreciadas por el régimen. Ahí están los votos que faltan.
Durante los primeros (casi) 4 años de gobierno hubo una tolerancia a las ocurrencias y descaros del gobierno. El gran predicador ya no basta, hoy, para adormecer a una mayoría que está consciente que las cosas están mal, muy mal: el mar ha dejado de alejarse de la costa.

Las condiciones emocionales actuales son más favorables que las del 2021, cuando ya obtuvimos más votos que el oficialismo. Pero hay algo que es central: ese descontento en casa no sirve. Hay que salir a ganar la agenda.

Sin participación ciudadana, perderemos al país: menos participación, más fuerza de Morena.

Y aquí está el reto: la abstención predomina en las clases medias y altas, de acuerdo a un estudio de Carlos Hernández. En otras palabras: Morena habría ya alcanzado su techo.  

Otra vez, en la elección del 21 participó sólo el 53% de la lista nominal. Cada punto de participación implica 930 mil votos. La participación más alta de la historia se registró en la elección de 1994: 77% justo cuando el miedo a perder el país de manera inminente se apoderó de la sociedad. La victoria está en activar una participación histórica.

Si logramos convertir la decepción, la indignación y el miedo en participación, como es probable que ocurra, tendremos un tsunami que no podrán parar.

Nuestro desafío es convencer a las personas que vale la pena luchar por el país. Dejar el sillón. Apagar la pantalla. Defender nuestro patrimonio. Usar nuestra libertad para defenderla.

Tú, ¿estás dispuesto?

Twitter | @fvazquezrig

Publicado en COLUMNAS

Empresarios  mexicanos están apanicados por los proyectos de Donald Trump   
   
Puebla, Pue.- Sin conjeturas, un tsunami  amenaza a México en los aspectos social, económico y jurídico, de cumplir sus proyectos Donald Trump al asumir el gobierno de Estados Unidos de Norteamérica, a partir del próximo 20 de enero.

El primer oleaje devastador desde el punto de vista social, serían las deportaciones masivas que ha anunciado, de 3 millones de migrantes centroamericanos y mexicanos, aun cuando no ha dicho en qué tiempo, señaló en entrevista el consejero jurídico de la Fraternidad de Mexicanos Migrantes en la Unión Americana y El Caribe, A.C., y notario público, Miguel Ángel Tejeda Ortega.

En el aspecto económico, agregó, sería la revisión del Tratado de Libre Comercio, con que pretende beneficiar a Estados Unidos y no a México, situación que tiene apanicados a empresarios mexicanos, pues Donald pretende bajar el costo de la renta para los altos capitales norteamericanos.

Tal situación haría decaer en forma considerable la inversión en México, ya que esos altos capitales  que venían al país y a otras naciones, evitarán salir a expandir su producción y comercialización.

Y en el aspecto judicial, se confirma que Trump va a nombrar al juez de la Suprema Corte que estaba vacante, designando a una persona conservadora, para integrar a los nueve jueces quedando cinco liberales  y cuatro republicanos o conservadores.
   
Este juez federal afectaría el cambio de opiniones y de sentencias que dicte la Corte, y también la problemática de migrantes, sobre todo con el gravamen a las remesas y las deportaciones masivas.

También se ha hablado de que las uniones sociales gays que en algunos estados de la Unión Americana han sido aprobadas, serían desaprobadas.

Expuso Tejeda Ortega que ante estos peligros, algunos comentaristas norteamericanos opinan que como cada dos años se renueva la Cámara de Representantes y del Senado, si Donald no gobierna bien perdería la mayoría de tales representantes, conformándose nuevo equilibrio de poderes, que es lo que se necesita en el vecino país del Norte.

Refirió que  a lo expuesto se suman para México la grave inflación que se vive por la devaluación del peso, y el aumento a las gasolinas en meses próximos, que dañará  la economía del pueblo.
    
Por todo lo previsible y temerario, relató que 60 millones de hombres blancos sin estudios en Estados Unidos, auguran y ya califican a Trump como un dictador.

Publicado en NACIONAL

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