Sábado, 03 Junio 2023 17:49

Que te vaya bien

Un año atrás, se daba a conocer una agresión tumultuaria a un estudiante del Instituto Oriente por parte de una banda juvenil identificada bajo la designación de “El  Rebaño”, el rector de la institución , Enrique Flota, ex fiscal anti-corrupción durante la gestión del finado Rafael Moreno Valle,  brindo pleno respaldo a los agresores ante la opinión pública, declarando que los mismos “estaban ya recibiendo instrucción “ignaciana”- cualesquiera cosa que con tal consigna quiera significarse-.

Publiqué en la ocasión los nada encomiables antecedentes de Enrique Flota, entre otros, el haber exonerado de toda responsabilidad a Facundo Rosas Rosas, lugarteniente del convicto delincuente Genaro García Luna, respecto del trágico  episodio del 13 de julio del 2014 verificado en  la comunidad de San Bernardino Chalchihuapan,  en el que resultó muerto el niño José Luis Tehuatlie de escasos 13 años, a consecuencia de la brutal represión policial llevada a cabo sobre los integrantes de la referida comunidad.

Motivo por el cual, recibí mensajes amenazantes de un sujeto llamado Carlos Bernal Díaz quién, dicho sea de paso,  responde  de manera indistinta a los motes de “Charlez Bronzon” o “Marilyn Manson”, en los que me conminaba a respetar a una comunidad que se rige “por verdaderos valores”, sin que ,  por lo demás, esbozara referencia alguna respecto a “los falsos”, para poder realizar la ponderación consecuente del caso.

El incidente en cuestión, me hizo rememorar a un tipejo  que conocí hace muchos años apodado “el padre Treviño”,  quién tenía por costumbre organizar séquitos de seguidores en clara actitud seductora, muy a la manera como proliferaran dentro del clero, las conductas amañadas durante los días del largo y negro pontificado de Juan Pablo II.

El referido sujeto, curiosamente, comunicaría a sus estudiantes, entre los que me encontraba, la visita en enero de 1979 a Puebla del Wotlyla como el primero de los actos de su pontificado, y, precisamente,  su primo  el magnate Lorenzo Zambrano , habría de jugar un papel relevante en el desempeño de las órdenes de índole conservador durante el papado de Juan Pablo II.

Ingredientes que han sido objeto de la trama de una novela de mi autoría, en la que se aborda, entre otros episodios, la expulsión de párroco de Azumbilla Gonzalo Hallo del Salto con la clara participación del entonces novel obispo Norberto Rivera.

No son pocos los motivos que me permiten recomendar, precisamente a un año de haber recibido las hilarantes amenazas de un “charro monta perros” la lectura de “QUE TE VAYA BIEN”; cuando la expulsión del país del párroco fallecido hace algunos meses pareciera recobrar vigencia a tantos años de distancia.

En tanto que, en días recientes, el periodista que en la ocasión ventiló el hecho ha sido asesinado en Tehuacán,  y  al unísono, se ha cancelada la patente al notario que tramitó la sucesión, de quién, al parecer, resguardara los bienes de la conferencia episcopal del continente cuyo ecónomo era en el momento el propio sacerdote ecuatoriano expulsado del país.

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Publicado en COLUMNAS

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