Columna | Sin Límites

*Breve historia de los desacuerdos entre ambas autoridades

Por alguna extraña razón, desde que Puebla normalizó sus gobiernos sexenales con la elección del doctor Alfredo Toxqui Fernández de Lara, allá por el año 1975 del siglo pasado, los gobernadores han tenido enfrentamientos con los alcaldes de Puebla Capital.

Y ha sucedido en la mayoría de las ocasiones, cuando han desempeñado sus cargos de elección provenientes de un mismo partido. Está de menos señalar que las diferencias son notables cuando se trata de un gobernador y un alcalde de distinto partido.

Algunos políticos experimentados, que han sido consultados, explican que una de las razones es que cuando el viejo partido, el PRI, seleccionaba a sus candidatos a gobernador y alcalde, eran recomendados presidenciales o de grupos políticos fuertes, sin importar si eran amigos, si se conocían o eran miembros de grupos antagónicos. Los candidatos a la alcaldía capitalina eran simplemente producto de la imposición partidista.

La historia reciente parece darles la razón porque solamente en el primer trienio del sexenio es cuando las desavenencias salen a flote. Para el segundo trienio, un gobernador con pleno ejercicio del poder, selecciona a un amigo o compañero manejable.

Para los funcionarios actuales, la mayoría fuereños, vale la pena que conozcan algo de la historia política poblana. Por cierto, fuereño según la Real Academia Española, quiere decir forastero.

Los siguientes ejemplos son a partir del gobierno del doctor Alfredo Toxqui Fernández de Lara, reconocido por tirios y troyanos, de ser quien pacificó la Puebla violenta de los años 1960-1970, luego de tener seis gobernadores en 11 años. En 1964 eligen a Antonio Nava Castillo, lo sustituye Aarón Merino Fernández; eligen al general Rafael Moreno Valle a quien lo sustituye Mario Mellado García, luego Gonzalo Bautista O’Farril y finalmente Guillermo Morales Blumenkron.

El doctor Toxqui (1975-1981), tuvo como alcaldes a don Eduardo Cué Merlo y a Miguel Quirós Pérez, con éste último tuvo desavenencias porque le fue impuesto por el entonces jefe del Estado Mayor Presidencial, general Miguel Ángel Godínez Bravo.

Guillermo Jiménez Morales (1981-1987), corrió con peor suerte. El dirigente nacional del PRI, Gustavo Carvajal Moreno, le impuso a Victoriano Álvarez García como Presidente Municipal y los desacuerdos estuvieron a la orden del día. Por cierto, Victoriano, radicado en Cancún desde hace años, actualmente padece el Síndrome de Alzheimer. El otro edil fue el profesor Jorge Murad Macluf, quizá el mejor alcalde de la Puebla moderna y pese a ser grandes amigos, hubo ciertas envidias por su popularidad.

Mariano Piña Olaya (1987-1993), tuvo que lidiar con la imposición como alcalde de Guillermo Pacheco Pulido, curiosamente por Manuel Bartlett, entonces Secretario de Gobernación, por ser el priísta mayormente aceptado y conocido, incluso hubo ataques patrocinados. El otro alcalde con quien trabajó sin problemas fue Marco Antonio Rojas Flores.

Con Manuel Bartlett Díaz como gobernador (1993-1999), el primer alcalde fue Rafael Cañedo Benítez con una relación tersa, aunque le impuso a una serie de funcionarios conocidos como “Los Hombres del Cambio”. Con el panista Gabriel Hinojosa Rivero, fueron memorables las discusiones y enfrentamientos, por la terquedad y postura del edil.

Melquiades Morales Flores (1999-2005), tuvo al priísta Mario Marín Torres como alcalde, donde afloraron enconos y desavenencias. Con el panista Luis Paredes Moctezuma, fueron de escándalo los enfrentamientos y los desacuerdos.

Mario Marín Torres (2005-2011), tiene como alcalde al priísta Enrique Doger Guerrero. Los medios de comunicación publicitaron hasta el exceso sus desacuerdos y enfrentamientos, a raíz del escándalo de Lydia Cacho. Siguió la priísta Blanca Alcalá Ruiz, quien no tuvo el apoyo total del entonces Gobernador, ahora prófugo de la justicia.

Con la llegada al poder del panista Rafael Moreno Valle Rosas (2011-2017), con un alcalde de su mismo partido, Eduardo Rivera Pérez hubo problemas muy comentados en los medios de comunicación. La situación cambió cuando llegó al Palacio Municipal José Antonio Gali Fayad, que estuvo de 2014 a 2016 y lo suplió Luis Banck Serrato de 2016 a 2018. Hubo una relación en buenos términos porque hicieron todo lo que ordenaba Moreno Valle Rosas.

Gali Fayad, gobernador de menos de dos años (2017-2018), tuvo una relación tersa con Luis Banck.

La Gobernadora panista Martha Erika Alonso y la alcaldesa de Puebla Capital, la morenista Claudia Rivera Vivanco, empezaron bien. Pero la buena relación duró diez días por las causas de todos conocidas.

Los desacuerdos entre el Gobernador Miguel Barbosa Huerta y la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco están a la orden del día y eso que pertenecen al mismo partido.

¿Mal fario, como dicen los gitanos? ¿Otra maldición poblana? ¿Celos? ¿Desacuerdos de tipo político? ¿Falta de tacto y oficio político? ¿Quién es el culpable?

Averígüelo Vargas…  escribía la Reina Isabel la Católica en sus escritos refiriéndose a su alcalde don Francisco de Vargas, a quien encomendaba sus investigaciones.

En fin, como escribió Manuel de Zequeira (Cuba, 1764-1846) en sus Epigramas:

Cierto alcalde corcovado
que la justicia vendía,
con otro alcalde reñía
porque andaba descarriado.
El reñido con despecho
respondió, diciendo: "amigo,
contra mí no es buen testigo
eI que no anda muy derecho".

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