Columna | SIN LÍMITES

*Versión de Antonio Vanegas en 1910; murió Doña Dervylia González de Murad

En una gaceta callejera se publicó la noticia en la Ciudad de México el inicio de la Revolución Mexicana, el 18 de noviembre de 1910 en la llamada Epopeya de Santa Clara de Puebla. La hoja circuló ese mismo mes.  

La nota periodística fue impecablemente escrita, con lujo de detalles, hace 110 años. El apellido Serdán se escribió con C, hoy inicia con S. Un grabado de Guadalupe Posada muestra al Jefe de Policía y una escena de los hechos.  

Al final, publican una poesía escrita por Antonio Vanegas. En la nota no aparece Carmen, la hermana de Aquiles y Máximo, pero en el grabado se observa a una mujer disparando desde un balcón. Sin duda es ella.

Las hojas se imprimieron en la imprenta del poblano Antonio Vanegas Arroyo, ubicada en 2ª. Calle de Santa Teresa número 43, el año 1910. Los hechos de la Epopeya de Santa Clara fueron reportados así:

Los Sangrientos Sucesos en la Ciudad de Puebla.  

La Muerte del Jefe de Policía Miguel Cabrera.  

El Viernes 18 del presente Noviembre por la madrugada en una casa de la calle Santa Clara; en la ciudad de Puebla, muy cerca del centro y de la Plaza de Armas de esa ciudad, donde vive el antirreleccionista Aquiles Cerdán, aparecieron a las 5 de la mañana varios individuos que gritaban y disparaban armas de fuego.

La policía se presentó para catear la casa, con el jefe de seguridades Sr. Miguel Cabrera a la cabeza y quiso penetrar en ella, pero fueron recibidos a balazos, siendo muerto en el acto el Sr. Cabrera y gran número de policías.

Se dio aviso al Cuartel y al Batallón Zaragoza, acudió en su ayuda y se trabó un formidable combate que duró tres horas y del que resultaron cerca de cien muertos y heridos.

Al fin fue tomada la casa por asalto y aprehendidas varias personas y recogido el cadáver del Sr. Cabrera que yacía tirado en el zaguán de la casa.

La Ciudad se halla consternada. El comercio todo está cerrado y las familias huyen en busca de lugares seguros, pues la revolución es terrible y la matanza espantosa.

La calle de Sta. Clara está desierta y sus aceras manchadas de sangre. En el interior de la casa de Aquiles Cerdán, se encontraron como 200 fusiles y muchos explosivos, planos de ataque y muchos proyectiles y bombas de dinamita, de las cuales varias fueron arrojadas sobre las sobre las fuerzas federales, en compañía de una verdadera lluvia de balas. La alarma es muy grande pues se teme una general revolución antirreeleccionista.

Entre los heridos se cuenta el capitán 1º del batallón Zaragoza D. Francisco Aguilar, que como el coronel Mauro Huerta, peleó valientemente contra los antirreeleccionistas; el Teniente Coronel Abel Licona, fue también herido, el coronel Gaudencio González, visitador de las jefaturas del estado de Puebla; el subteniente Camilo Ojeda, el gendarme de la montada Wilfredo Cervantes e infinidad de policías, soldados y transeúntes.

Entre los muertos se cuenta en primer lugar el jefe de las seguridades Sr. Miguel Cabrera, y Máximo Cerdán que parece haber dirigido el movimiento revolucionario y que es hermano del dueño de la casa de Sta. Clara; el soldado Ángel Durán, el sargento 2º Manuel Sánchez y dos mujeres que transitaban por esa calle en los momentos de estallar el combate.

El gobierno ha tomado las medidas necesarias para sofocar una revolución en forma.

Todo Puebla se halla desierta; las puertas cerradas, los habitantes ocultos en sus hogares y todo el comercio suspendido.

Catorce horas después, fue descubierto un subterráneo en la casa de Cerdán y al ser removido el escondite, apareció Aquiles Cerdán protestando rendirse pero antes que pronunciara una palabra más, fue muerto a balazos y conducido a la comisaría en una camilla.

De Tlaxcala han sido traídos cuatro sediciosos llamados Manuel Sánchez, Trinidad y Nicolás Sánchez también y Gregorio Flores.

De Orizaba aprehendieron a Victoriano García, José Ventura Sánchez y Benjamín Rodríguez.

De Pachuca trajeron preso a Francisco Noble, profesor de escuela; Loreto Salinas, Mateo Ángeles y Eligio Ramírez.

De San Luis Potosí fueron detenidos Antonio y Adrián Gutiérrez, Luis Martínez, Ernesto y Juan espinosa y Lucrecia Montejano, hombre muy rico de esa ciudad. Después fueron aprehendidos Bacilio y Concepción Regalado, Francisco Padilla, José Rico, José Tamayo, Pedro Torres, José María Espinosa, Francisco Herrera, Antonio Buendía y Antonio Rangel.

Todos estos individuos han sido confinados en las prisiones de Santiago, Cuartel de la Montada, Belem y la Penitenciaría. El Gobierno ha tomado las medidas conducentes a definir las responsabilidades que pesan sobre todos y cada uno de los detenidos.   

Hasta aquí, la nota de los sucesos del 18 de noviembre de 1910.

FALLECIÓ DOÑA DERVYLIA MURAD

El pasado 12 noviembre falleció Doña Dervylia González de Murad, quien era conocida como Doña Dervy, de profesión maestra.   

Fue la Presidenta del DIF en el trienio del alcalde Jorge Murad Macluf, de 1984 a 1987, donde realizó una gran labor. Nació en el Estado de Hidalgo, pero muy chica sus padres la llevaron a vivir a Huamantla, Tlaxcala, donde realizó sus estudios.

En Ciudad Serdán, el 14 de enero de 1955 se inauguró el Centro Escolar Presidente Francisco I. Madero, con asistencia del General Rafael Ávila Camacho, Gobernador del Estado. Doña Dervy trabajó como profesora en la Escuela de Comercio y como Secretaria de la Dirección General.

Allí conoció al profesor Jorge Murad, quien fue maestro fundador en las escuelas de Secundaria y Primaria, después de un breve noviazgo, contrajeron matrimonio. Tuvieron tres hijos, Jorge, Emilio y Dervylia Jazmín.

El profesor Murad fue designado en 1966 como Director del Centro Escolar Presidente Guadalupe Victoria en Chignahuapan, durante dos años vivieron en esa población, hasta llegar a Puebla Capital cuando el profesor fue diputado local por Tetela de Ocampo en el gobierno del General Rafael Moreno Valle.

Respecto a los hijos del matrimonio, Jorge Murad González falleció en 2008 debido a un aneurisma cerebral luego de una caída de un caballo, fue Regidor en Puebla Capital, Diputado Local y Presidente del PRI municipal; Dervylia Jazmín se fue al DF y laboró en el entonces Departamento del Distrito Federal, actualmente es Directora de Administración de la Oficialía Mayor del Gobierno del Ciudad de México; Emilio es empresario y radica en Chignahuapan.

Doña Dervy, como todos lo decían con afecto, sorteó problemas con la columna vertebral, para lo que se sometió a una cirugía. Murió debido a problemas gástricos. Descanse en paz.  

En fin, como escribió Antonio Vanegas Arroyo (Puebla, México, 1850-1917), en las Tristes Lamentaciones de los Consternados Habitantes de la Heroica Puebla, al final de la gaceta de los hechos del 18 de Noviembre de 1910:

¡Oh Paz, hermosa Paz!
¿porqué nos abandonas?
Políticas y cuentos
motivan los encuentros…

Y tu, que siempre adornas
progreso tan tenaz
comercio floreciente
que a Puebla has dado siempre.

¿Porqué ahora lo trastornas,
porqué nos abandonas
Oh Paz, hermosa Paz?
¡La guerra por doquier!

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