Aun cuando terminaron las peregrinaciones a la Villita, el Gobernador del Estado Luis Miguel Barbosa Huerta, dijo que se mantendrá el cuidado de los peregrinos, a fin de que todos los peregrinos retornen a sus lugares con cuidado y por ello dijo vamos a cuidarlos.

Dijo que además continuarán operativos alrededor de los centros de culto de mayor importancia en víspera de la celebración de la Virgen de Guadalupe, agregando que sin embargo los templos estarán cerrados.

Además, que seguir en línea los festejos del día 12 de diciembre, tiene indulgencia plenaria, por ello nos debemos cuidar, las cosas al momento están muy complicadas.

Señaló que lo que compete a la batalla contra el Covid-19, estamos a punto de lograrlo como género humano, ante ello no nos va a vencer esta pandemia de Covid-19, la derrotaremos como género humano.

Aseguró, Barbosa Huerta, que Puebla derrotará al virus como sociedad sin embargo dijo- que se requiere un mayor compromiso para los ciudadanos, además hacer valido el pacto comunitario entre toda la ciudadanía.

Arzobispo, sacerdotes y fieles piden a la Virgen de Guadalupe paz y tranquilidad

Basílica de Guadalupe, CDMX.- Por la estabilidad social  en la Puebla lastimada pidieron hoy a la Virgen de Guadalupe, en su santuario, el Arzobispo, sacerdotes y miles de fieles de la arquidiócesis, que asistieron a la tradicional peregrinación anual cada 12 de febrero.

El líder espiritual Víctor Sánchez Espinosa, junto con sus obispos auxiliares, un obispo de Venezuela, decenas de sacerdotes diocesanos, religiosos, religiosas, seminaristas  y miles de fieles procedentes de las 295 parroquias, en la peregrinación anual 128, pidieron a Santa María de Guadalupe que imperen paz y tranquilidad en los hogares, en calles, en instituciones educativas, en empresas y en todo el ámbito social de la Puebla ahora muy lastimada.

Al estar congregados en su santuario, a las plantas benditas de la Guadalupana, exhortó Monseñor Sánchez Espinosa, a ofrecer las flores, los cantos, las danzas, junto con el Pan y Vino consagrados, a la Reina y Madre del pueblo mexicano, para que no haya más violencia.

Al manifestar a la Virgen Guadalupana sus preocupaciones, enfermedades, esfuerzo y sacrificios para llegar a la Casita del Tepeyac, los fieles manifestaron su fe y religiosidad, y la firme confianza de que sus plegarias y súplicas serán escuchadas y concedidas.

De todos los puntos del territorio poblano llegaron a este santuario, como cada año,  niños, jóvenes, mujeres y hombres de toda edad y condición social, a pie, a caballo, en bicicleta, en vehículos, para venerar a María Santísima y pedirle, por su intercesión, al Señor Jesús, al Padre Eterno y al Divino Espíritu, el remedio de tantos males del cuerpo y del alma.

Fueron también exhortados los fieles, por Monseñor Sánchez Espinosa,  a dar gracias a Dios por todos los dones recibidos, y a pedir por las autoridades civiles en funciones y por quienes lleguen en breve a gobernar,  al resultar electas en los eventos que habrá en próximos meses.  

La tradición de vestir a las niños y niñas de Juan Diegos y Lupitas, continúan con el mismo fervor a pesar de las crisis económicas que vivimos aunado a las pérdidas de valores, La Virgen de Guadalupe ocupa un lugar muy especial en el corazón de los mexicanos por su amor y cariño.