Domingo, 11 Agosto 2024 20:33

El Maximato

El maximato fue el último ejercicio exitoso de tener un mandamás por encima del Presidente de la República. Duró de 1928 a 1936: 8 años que, si se suman los del gobierno legal de Plutarco Elías Calles, se extiende a 12 años.

Tras el asesinato de Obregón, Calles entiende que la reelección es imposible en México. Crea el PNR, aglutina a las facciones revolucionarias de todo el país, influye en el ejército, nombra gobernadores y da las bases que otorgarían estabilidad al país por años.

Hace algo más: nombra a su sucesor: mueve los hilos para que Emilio Portes Gil sea nombrado presidente interino a fin de convocar elecciones y se cubra el periodo que debió gobernar Álvaro Obregón. Calles, a la distancia, manda. No de manera descarada. No cotidiana. Sí en lo fundamental, nada importante sucede sin que él lo diga: Jefe Máximo de la Revolución, le llaman o se hace llamar.

Cuando llega el tiempo de las elecciones, Calles sale de la caverna y muestra todo su poder. Hace regresar al país a Pascual Ortiz Rubio, embajador en Brasil. Sin experiencia política, sin base de apoyo, sin grupos que lo sostengan, el mensaje es clarísimo: quien mandaría sería el sonorense. La savia popular apoda a Ortiz Rubio “el nopalito”: por baboso. La élite revolucionaria orquesta una elección de Estado y acaso un fraude. Calles se nombra Ministro De Guerra y Defensa. Cita a reuniones de gabinete. Define al presidente del PNR. Intriga. Divide a las facciones y al final se vuelve el fiel de la balanza.

Ortiz Rubio renuncia y llega Abelardo R. Rodríguez. Llega a un acuerdo con Calles. Él se dedicará a administrar y el Jefe Máximo a decidir todo sobre política. El caudillo vive en la colonia Anzures, frente al Palacio de Chapultepec. El ingenio mexicano inventa: “En Chapultepec vive el presidente, el que manda vive enfrente”.

El sueño de mandar por siempre se acaba cuando nombra a un joven General nuevo presidente. Tiene 37 años. Había sido Gobernador de Michoacán. Jefe de zonas militares en todo el país. Su nombre: Lázaro Cárdenas.

Cárdenas debía a Calles su carrera, pero no había nacido para ser mangoneado. Astuto, sabe que no puede enfrentarse al poder de Calles sin poseer una base propia de poder que se le oponga. Así inventa la transformación del PNR en PRM, pero le impone un cambio central: será un partido de masas. Así, lo cambia todo: el partido pasa de ser un club de caciques a una formidable maquinaria política. Cárdenas ordena el poder popular en sectores. Usa a los obreros como ariete para inundar de huelgas el país. Reparte tierras: organiza a los campesinos. Todas esas políticas son contrarias a la filosofía de Calles, más de derecha.

Cárdenas procede a ir haciendo cambios en toda la estructura del ejército. Le abre las puertas a generales villistas, carrancistas, zapatistas: todos enemigos del grupo Sonora. Inmoviliza, coopta o retira a los grandes generales afines a Calles que quedan: Cedillo, Amaro y Almazán.

Luego se enfila contra el poder político. Utilizando la figura de la desaparición de poderes, quita a 14 gobernadores callistas —al final serían 17 gobernadores los removidos.

Finalmente, da el zarpazo final. En una reunión entre ambos, le confiesa a Calles que dará un manotazo para sosegar al país y frenar las huelgas. Calles le aconseja no hacerlo para no debilitarse: lo puede hacer él mismo. Cárdenas le agradece y da el visto bueno. Las declaraciones del Jefe Máximo son tronantes y provocan una tempestad. Días después, Cárdenas declara en favor de los huelguistas. El movimiento obrero se abalanza contra Calles.

Es el jaque mate. El viejo zorro cayó en la trampa.

El presidente remueve a todo el gabinete callista y, una noche de abril de 1936, lo destierra. Las cámaras legislativas, pro Calles, amanecen siendo Cardenistas.

El sueño del Jefe Máximo había terminado.

Después de este experimento, nadie ha vuelto a intentar prolongar su mandato. Hay dos excepciones documentadas: la de Alemán y la de Echeverría.

El desmantelamiento del maximato dejó lecciones que perduran. Nadie deja la presidencia, pero no el poder. Nadie es más poderoso que el presidente en turno. Las lealtades en la política son más frágiles que el cristal. Una maquinaria política no se desmantela sola: hay que sustituirla con otra. Demoler un poder lleva tiempo, cálculo y estrategia, no arrebato.

Cuestiones de la historia que no deben olvidarse, pero sí repasarse.

X | @fvazquezrig

Publicado en COLUMNAS
Domingo, 15 Marzo 2020 21:40

El Derrumbe

Decía Álvaro Obregón: en política sólo se comete un error. Todo lo demás son consecuencias.

Andrés Manuel López Obrador cometió un error central: no lograr desprenderse de una arrogancia ideológica.

Por ella, en apenas 20 meses de su triunfo hundió a la economía. La petrolizó. Desmanteló el sistema de salud. Dividió al país.

Hoy, los errores de su terquedad provinciana coinciden con una crisis mundial que terminará por generar una grave crisis en la República. México será de los países más afectados por la coyuntura actual.

La economía mundial se desplomó por dos impactos brutales: el coronavirus y la guerra petrolera de Arabia Saudita y Rusia.

La combinación de ambas fue letal.

Las pérdidas en las bolsas del mundo fueron gigantescas. La de México no fue la excepción: 8% en una semana. Los inversionistas corren a refugiarse en opciones más seguras.

El turismo, tercera fuente de divisas del país, será uno de los sectores más afectados. El otro será las exportaciones ante dos fenómenos: el dislocamiento de las cadenas de producción globales por el freno de la economía china y la desaceleración en Estados Unidos.

El golpe económico llega a un país, México, en donde la confianza se ha perdido. Que ya no crecía. Que gasta y no ingresa. Que tira el dinero en proyectos absurdos: un tren inútil y el capricho de cancelar aeropuerto que estaba en proceso financiado por privados. Uno que detuvo por decisiones políticas a la industria de la construcción. Uno que ha disminuido 12% la inversión pública para regalar dinero.

Hay que volverlo a decir: la economía estaba enferma ya en 2019. Entrará a terapia intensiva. Barclays anuncia este año una contracción de 2%. De ser así, tendremos un bienio de decrecimiento, con la consabida destrucción de empleo y prosperidad.

La guerra de Arabia Saudita con Rusia llegó en un momento en que había mucho petróleo en el mundo porque China dejó de consumir.

Para responder a esa condición, Arabia propuso recortar la producción para estabilizar el precio. Rusia se negó: su economía pende de alfileres de crudo. Arabia respondió bajando el precio y produciendo más. El precio se desplomó.

El precio por barril de la mezcla mexicana cerró el viernes a 24 dólares. El gobierno presupuestó a 49. Cada dólar a la baja significa 13 mil millones de pesos al presupuesto. Aún con coberturas, el boquete será inmenso.

Peor: en los yacimientos que aportan el 80% de la producción el costo de producción es mayor a esos 24 dólares. Es decir: perdemos con cada barril extraído.

López Obrador se empecinó en invertir en una refinería que será un elefante blanco. Lo dijeron los inversionistas privados. Este año, Dos Bocas succionará 41 mil millones de pesos del erario: como tirarlos a la basura.

El presupuesto contempla una inyección a PEMEX en 2020 de 523 mil millones de pesos. Pero la empresa, manejada por un agrónomo, perdió 346 mil millones de pesos el año pasado o más de 600 mil si incluimos el pasivo laboral. Un desastre.

La ideología hizo que López Obrador cancelara la inversión privada en el sector. Aunque corrigiera, ya es tarde.

La embestida de la pandemia sorprende a México con un sistema de salud en ruinas. López Obrador lo tomó con alfileres y en 20 meses se los quitó. Sobran ejemplos del desabasto, la desidia y la incompetencia. Baste señalar el escándalo del hospital de PEMEX en Tabasco que suministró un medicamento pirata a pacientes que mató a 6 y tiene en vilo la salud de 50.

México enfrenta un escenario grave.

El huracán mundial nos encuentra desprotegidos.

Pero la crisis ya venía de atrás: por ideología. Por arrogancia.

En la embriaguez del triunfo, AMLO tomó dinero, 125 mil millones de pesos, del fondo de estabilización petrolera el año pasado para regalarlo. Qué falta hacen hoy.

Las derrotas, se saben, sirven: particularmente para madurar, aprender de ellas y administrar la victoria, si algún día llega.

López Obrador asumió sus derrotas con furia, primero; con amargura, después; finalmente con resentimiento.

Gobierna por esa herida que no cerró.

En política, a menudo se muere de victoria.

Así estamos. El gran opositor no se preparó más que para derrotar a sus enemigos. En el poder no sabe cómo gobernar.

López Obrador agoniza de triunfo. No se ha dado cuenta que está perdiendo apoyos de manera veloz.

Esa tendencia a la baja se precipitará en los meses que siguen.

Porque cometió un error. Solo uno. Creer ciegamente en que es infalible.

Las demás fueron consecuencias.

Twitter | @fvazquezrig

Publicado en COLUMNAS
Domingo, 16 Junio 2019 12:05

Solos

Alvaro Obregón afirmaba que en política solo se comete un error: todos los demás son consecuencias.

El actual aislamiento de México fue un error, motivado por ideología e ignorancia, cuyas consecuencias nos golpean hoy.

La premisa de la política exterior de la 4T es que la política exterior no existe: sólo la interior.

Pues no. Ahora parece exactamente al revés: el Canciller habilitado como ministro del interior.

La premisa se basaba en ideología: la soberanía lo puede todo. Adentro de sus fronteras, cada quien hace lo que quiere.
 
Pero se basaba, también, en ignorancia: en las limitaciones para entender la complejidad de un mundo interconectado y cambiante.

La mayor crisis del sexenio provino de una doble pinza externa: por un lado, de una embestida directa de Trump contra el país: en la sien la pistola económica condicionando, en los hechos, nuestra política interna.

La otra vertiente de la pinza fue el éxodo de migrantes provenientes de Centroamérica, particularmente de Honduras. Impedir la llegada de ese tsunami humano a la frontera sur no depende de nosotros.

La crisis halló a México sin cartas para negociar nada. Peor: también lo encontró sin aliados.

Canadá ni siquiera se menciona: ni como socio ni como aliado.

El presidente nos alejó de la Unión Europea, adversaria de Trump. Nos confrontamos con España en un alegato insensato de disculpas por hechos de hace 4 siglos. Polonia, la República Checa y Eslovaquia fueron invadidas por Alemania hace 80 años y hoy forman parte de la Unión Europea que lidera ese país. En la UE progresan y se protegen de Rusia.

Nuestra esfera de influencia natural también la perdimos: América Latina. Perdimos el liderazgo a cambio de apoyar a Maduro. Acudir con Trump a la intervención de nuestros nuevos aliados -Cuba, Nicaragua, Venezuela y Bolivia- sería más bien un suicidio.
 
A Davos mandaron a una subsecretaria. Al G-20 no irá el Jefe de Estado. Los lazos con el bloque asiático son ya tardíos.
 
Bismarck fue el creador de la realpolitik: la política exterior basada en realidades y en intereses.

México la jugó mucho tiempo, envuelta en un manto retórico de doctrinas. Eso nos permitió equilibrar el tablero con Estados Unidos, expropiar el petróleo, proteger a Judíos en la Segunda Guerra Mundial, apoyar a la revolución cubana, impulsar el Tratado de Tlatelolco, formar el Grupo Contadora y firmar el Tratado de Libre Comercio.

Para lograrlo, claro, se requería comprender el mundo y tener claridad de objetivos.

Sobre todo tener la convicción de que el aislamiento, con una vecindad como la nuestra, es jugar a repetir la excepción de David contra Goliat.

Y eso solo se da en la Biblia.

Twitter | @fvazquezrig

Publicado en COLUMNAS
Jueves, 22 Febrero 2018 04:56

Beneficios a más de 200 familias: INSUS

Alberto Jiménez Arroyo, delegado del Instituto Nacional del Suelo Sustentable, (INSUS), cumpliendo con las instrucciones del Presidente Enrique Peña Nieto de regularizar al mayor número de familias realizó pago de decreto expropiatorio.

Jiménez Arroyo, hizo el pago del decreto del ejido N.C.P.E., de Álvaro Obregón, municipio de Sanctórum de Lázaro Cárdenas, Tlaxcala que beneficia a más de 200 familias tlaxcaltecas.

El pago del decreto expropiatorio corresponde a una superficie de 10-69-16.00 hectáreas y una indemnización de 403,356.11 pesos el cual tenía más de 14 años en proceso, publicado el uno de diciembre de 2017 en el Diario Oficial de la Federación.

Publicado en MUNICIPIOS

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