Simbólica y curativa es la flor de cempasúchil

Lunes, 17 Octubre 2016 21:03 Escrito por Jerónimo Morales Hernández.
Llamada también flor de muerto, de intensa aroma, se utiliza como colorante natural Llamada también flor de muerto, de intensa aroma, se utiliza como colorante natural Fotografía: ddp

Puebla, estado principal cultivador de flor de cempasúchil.

La flor de cempasúchil, llamada también  flor de muerto, además de su gran valor simbólico en el país y en el estado, se utiliza en el mundo de la jardinería por sus virtudes ornamentales, y en medicina por sus propiedades para curar males digestivos, respiratorios y oculares.

Puebla es un estado en que se cultiva, en la actual temporada, la flor de color amarillo  o anaranjado, en Atlixco y varios municipios, y en el presente año anuncian los mil 200 cultivadores que comercializarán, junto con flor de terciopelo, 10 mil 500 toneladas en mercados del  país y extranjeros.

Cempasúchil es la flor de una planta conocida como tagete, clavel chino o clavelón de la India. En México, además de conocer que su nombre, muy relacionado con la muerte, proviene del náhuatl y significa “flor de veinte pétalos”, su denominación científica es Tagetes erecta.

Esta planta herbácea se emplea actualmente como ofrenda para los muertos, en los altares de los días 1 y 2 de noviembre. Es una especie autóctona del país y de América Central.

Informes de los mismos cultivadores confirman que en algunos estados mexicanos la flor de cempasúchil es utilizada como medicina tradicional, principalmente como remedio para enfermedades digestivas y para combatir males respiratorios y oculares. Estudios científicos confirman las propiedades de esta flor, como antibacteriana, antifúngica y antioxidante.

Se utiliza además, de un modo creciente, como colorante natural en piensos (alimentos secos que se da al ganado) destinados al consumo avícola, pues sus características  aumentan la coloración amarilla de la piel de los pollos y de la yema de los huevos; y es útil también para la elaboración de sopas e infusiones y hasta de insecticidas.

La planta está adaptada a diversos climas y suelos, preferentemente  con temperaturas suaves y sin fuertes heladas. Su cultivo, con semilla sembrada, se puede comenzar desde mayo; necesita recibir luz solar y riego regular, pero resiste periodos de sequía.

En Huaquechula y otros lugares se utilizan los pétalos “para marcar  en el suelo el camino que deben seguir las almas de los difuntos hacia los altares domésticos levantados en su honor”; lo que se debe a que tradicionalmente  se dice que estos pétalos, muy aromáticos,  “guardan el calor del sol e iluminan el camino de regreso a los difuntos”. O se emplean igualmente para formar collares que simbolizan la bienaventuranza.

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