Fue un “borrego” lo del cambio de secretario general de gobierno

Martes, 07 Enero 2020 20:35 Escrito por Gabriel Sánchez Andraca

Columna | P U L S O   P O L I T I C O

             El propio gobernador del Estado, Miguel Barbosa Huerta, ha desmentido que vaya a ser relevado del cargo el licenciado Fernando Manzanilla Prieto, como secretario general de gobierno. Dijo que hasta ahora no se ha pensado en ello y que el licenciado Carlos Meza Viveros, de quien se decía sería su sustituto, no ha mostrado ningún interés en ocupar dicha posición.

            Meza Viveros ha tenido reuniones con el gobernante poblano y afirma éste, que en ninguna de esas reuniones, le ha manifestado su interés por hacerse cargo de la secretaría general de gobierno.

            El propio mandatario poblano expresó que sí habrá algunos cambios en su gabinete, pero no expresó ni cuales serían, ni cuando se darían.

            Fuera de algunas declaraciones triunfalistas de sus líderes locales, no se nota nada, ningún trabajo serio y menos exitoso, de los partidos tradicionales, PRI, PAN y PRD, para reconstruirse.

            En Puebla, por lo menos, los tres partidos parecen estar destruidos ideológica, estructural y organizativamente. Las señales de vida que han dado han sido tan débiles, que hasta parecen agonizar.

           Después del terrible golpe que han recibido con la detención, en los Estados Unidos, de Genaro García Luna el panismo nacional, ya hasta Felipe Calderón ha suspendido sus correos electrónicos donde atacaba un día sí y otro también, a Andrés Manuel López Obrador y hasta el hablantín que siempre ha sido Vicente Fox, parece que abandonó su campaña para “darle en la madre a la cuarta transormación”.

            El partido de la Revolución Democrática y el Movimiento Ciudadano, ya se dieron cuenta, (son un poco lentos los dirigentes de esos partidos)  de que aliarse con el PAN es un pésimo negocio y ofrecen no volver a hacerlo.

           ¿Y el PRI? Pues parece que vive y la lucha, pero muy lenta, sigue. Se sabe poco de lo que hace el comité nacional de “Alito” para revivir al partido tricolor y se tienen menos noticias, excepción de algunas pequeñas reuniones y conferencias de prensa, de los dirigentes locales, pero nada que sacuda a los militantes o ex militantes del que fue el todo poderoso partido heredero de la Revolución Mexicana.

           Por lo que respecta a Morena, el partido en el poder, es indudable que no es todavía un partido político consolidado, ni debidamente estructurado y organizado, pero sigue teniendo simpatías entre el 36 por ciento de los ciudadanos que han expresado su intención de voto, contra el 6.7 por ciento que tiene el PRI y el 7.3, que tenía el PAN, antes de lo de García Luna. Después de eso ha caído en peligro de extinción.

           Aquí en Puebla, ha surgido como un peligro para los partiditos de ahora, el que se propone crear el Movimiento Antorchista.

          Ya ha realizado las 18 asambleas mínimas, con asistencia superior a la exigida por las autoridades electorales para obtener su registro como partido político local y pese a los escollos que se le han venido poniendo, sigue adelante. De los demás, ni hablamos. El que mejor pinta a nivel nacional es el de las Redes Progresistas, de la maestra Elba Esther Gordillo, pero con interrogantes y desconfianzas.

          Este año deberán quedar consolidados los organismos políticos que se enfrentarán en la lucha por el Congreso Federal, por los ayuntamientos y los congresos locales, de la mayor parte de los estados del país. ¿Lo lograrán?

          Este columnista siempre ha sido desconfiado de las encuestas y los records Gines.

Hace unos días esta empresa dio a conocer que había fallecido la mujer más longeva del mundo a los 115 años y daba todos los datos al respecto.

          Pero yo tengo otros datos: seguramente que la señora que falleció tenía 115 años, pero hace dos semanas falleció otra señora de 117 años en el Estado de Guerrero, en un pueblo campesino perteneciente al municipio del que soy originario. A esta señora le habían hecho una fiesta sus innumerables descendientes, de 15 años, cuando cumplió los 115 y ella bailó con varios de sus tataranietos. Estaba además, perfectamente lúcida, preguntando por personas a las que conoció, pero no había vito en mucho tiempo.

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