Bosques, 25 años de su partida

Sábado, 04 Julio 2020 20:20 Escrito por Silvestre Hernando Alconedo*

Abel Domínguez Ruíz, siempre te recordaremos

La Villa de Chiautla de la Sal del siglo XIX vio nacer a un hombre universal mexicano, al chiauteco Gilberto Bosques Saldívar, sus padres fueron Cornelio Bosques Pardo  y María de la Paz Saldívar. Un día 4 de julio de 1904 deja su pueblo Chiautla de Tapia, recién denominado así en honor al prócer de la independencia el cura Mariano Antonio Tapia, nacido también en este lugar, y acompañado de su madre, se dirigen a la ciudad de Puebla para continuar sus estudios. Ya instalado en la ciudad concluye sus estudios de profesor de primaria en el Instituto Normalista del Estado.

Como estudiante, en el año de 1910 presidió la Junta Directiva de la Sociedad de Estudiantes Normalistas, son estos jóvenes que simpatizaron con la ideas de la revolución y se incorporaron al poblano Aquiles Serdán. Gilberto Bosques fue notable su participación en la conspiración dirigida precisamente por Serdán que defendian el ideario de Francisco I. Madero, ante la nueva postulación del General Porfirio Díaz, para continuar en el poder como presidente de México.

Bosques siempre preocupado por la  educación del país, ya como maestro y encumbrado en el movimiento revolucionario, organiza y preside el primer Congreso Nacional Pedagógico dentro del régimen preconstitucional “ para marcar nuevos rumbos de la escuela”, evento histórico celebrado en Santa Ana Chiautempan, Tlaxcala el 13 de abril de 1916. Su aportación y sus ideas de la escuela de la revolución las plasma en la redacción del artículo 3°  de la Constitución  Mexicana, en el gobierno de Lázaro Cárdenas del Río. Además siendo diputado federal (1934-1937) y como presidente del Congreso, contestó el primer Informe de Gobierno del presidente de la República.

La figura de Gilberto Bosques sobresale y goza de la amistad de destacados personajes y son dos de ellos, Luis Enrique Erro y Leónides Andrew Almazán quienes lo recomiendan a Cárdenas para que se incorpore al servicio exterior. En su entrevista con el presidente Cárdenas éste lo convence, no acepta el cargo de Ministro pero sí el de Cónsul General en Francia. El día 1° de enero de 1939 toma posesión de su  nombramiento y va a enfrentar la difícil situación que viven los republicanos españoles y procede a la expedición de visas para salvarlos de la represión de Francisco Franco, el dictador en el poder.

Su experiencia en el servicio exterior no termina en Francia,  donde continúo dando visas ya no solo a españoles, sino además, da asilo y otorga tan codiciado documento a los perseguidos por los nazis, de los miles de beneficiados se encuentran judíos, italianos,  alemanes y entre ellos destacados intelectuales y líderes perseguidos por sus ideas antifascistas. Vive los estragos de la Segunda Guerra Mundial cuando fuerzas alemanas asaltan la delegación mexicana en el año de 1942 en Francia. Después de ser liberados en febrero de 1944 y tener  una breve estancia en México, regresa a Europa a representar al país; en Lisboa, Portugal (1946-1950); Helsinki, Finlandia (1950-1953). Para concluir su destacada labor en La Habana, Cuba (1953-1964).

La experiencia del profesor Gilberto Bosques representando a nuestro país, salvando la vida a españoles republicanos y judíos ha sido documentada por historiadores extranjeros de  Francia y de España. En vida numerosas ocasiones fue entrevistado poniendo a disposición documentos de enorme interés y su biblioteca personal.

En enero del año 1995 el historiador español José Luis Morro Casas, natural de Segorbe, España viaja a México para entrevistar al destacado diplomático y se hace acompañar de la televisora de dicha ciudad, fueron recibidos en su casa de la ciudad capital y para su sorpresa Don Gilberto Bosques Saldívar  ¡ de pie y con 102 años..!. Y es el propio escritor español que en uno de sus artículos nos narra: “ Gilberto Bosques falleció  a las cinco de la madrugada del 4 de julio de 1995. Una caída en casa fue el detonante del fin…”. Un hombre ejemplar había partido, su pueblo había perdido a uno de sus mejores hijos.  Pero lo que  nunca perdió este chiauteco en sus 103 años fue: no tenerle miedo a la muerte. ¡¡Salud!!

*Miembro fundador de Alianza Ciudadana Mixteca de Chiautla de Tapia, A.C.

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