““Las tormentas que vienen””

Viernes, 13 Enero 2017 22:19 Escrito por *Dr. Julián Germán Molina Carrillo.

Con el inminente arribo a la Casa Blanca de Donald Trump, el próximo 20 de enero, se avecinan una serie de riesgos y caídas económicas con especial repercusión en la economía mexicana, al ser Estados Unidos el primer socio comercial de nuestro país, además de que se estima que habitan en dicho país más de diez millones de mexicanos, los cuales hacen un aporte muy importante en la economía mexicana con el envío de remesas.

La Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado, levantada por el Banco de México, muestra el mayor deterioro, principalmente en lo relativo al tipo de cambio, crecimiento del PIB e inflación para 2017, afectadas fuertemente por modificaciones en el entorno político y económico. La expectativa de crecimiento económico para México en 2017, se avista fuertemente a la baja, de 2.26% a 1.72% anual.

Lo anterior se debe a la incertidumbre que se tiene sobre que decisiones va a tomar Trump como presidente,seguirá siendo un populista o realmente se convertirá en el republicano tradicional  en el país vecino cuando ese partido político ha ganado la presidencia.

Decodificar a Donald Trump  sigue siendo un desafío, los reportes y opiniones plantean un panorama de incertidumbre y dudas sobre su política económica. Para muchos el presidente electo de Estados Unidos sigue siendo un misterio. Y eso es malo porque cuando Trump estornuda el peso se deprecia 10%.

Dos de las principales propuestas de la campaña electoral de Trump fueron la construcción de un muro en la frontera sur del país, que evite la inmigración ilegal desde México, y la aplicación de altos aranceles a empresas instaladas en otros países o que decidan salir de Estados Unidos.

En una entrevista con el periodista Bob Woodward, Donald Trump, dijo estar dispuesto a ir a la guerra con México si el país no paga por el muro fronterizo que el magnate ha prometido construir en la frontera sur de Estados Unidos.

Posiciones como la anterior, hacen prever un futuro incierto, pues con un dirigente de tan baja tolerancia y diplomacia internacional, difícilmente se podrá llegar a acuerdos que pronostiquen una relación diplomática apropiada para establecer cualquier tipo de relación comercial, política o de cualquier otra naturaleza. Pues pensar que un individuo que cree que un muro de cuatro metros de altura como el que propone, es la solución para terminar con el narcotráfico, por ejemplo, resulta irrisorio, puesto que habría que informarle que los traficantes cuentan con múltiples maneras y recursos para evadirlo.

También habría que explicarle que las soluciones no son físicas sino que tienen que basarse en la cooperación, mayor coordinación, colaboración entre las autoridades locales, y tienen que basarse en el uso de tecnología e intercambio de información, como lo han señalado investigadores de su propio país como Lara-Valencia. Investigador de la Escuela de Estudios Transfronterizos, de la Universidad Estatal de Arizona.

Así como Paulina Ochoa, investigadora, del Colegio Haverford, en Pensilvania (EE.UU.), un muro sellado "es una contradicción frente a la intención de crear una frontera más segura", pues se requiere de coordinación y comunicación, no de aislamiento. La pregunta obligada sería, ¿Cuál será la estrategia del gobierno mexicano para enfrentar las acciones de un Presidente que desde su campaña calificó a los migrantes mexicanos como los responsables de todos los males de Estados Unidos?

Sin embargo, coincido con lo que en días pasados expuso Jaime Serra Puche, la solución a todas estas amenazas de Donald Trump y a la de a sacar a Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), está en las manos de los propios mexicanos, es más importante lo que hagamos nosotros a lo que hagan ellos (Estados Unidos). Nuestro éxito exportador se debe a la apertura económica. Tenemos que hacer a la economía más competitiva.

Realmente espero por el bien de México que el efecto Trump pueda ser el detonante histórico, para unir a los mexicanos, despertarlos de su letargo y que logremos trabajar en conjunto por un objetivo nacional, sacar adelante a nuestro país. El 20 de enero cada vez está más cerca y hasta el momento, las protestas y saqueos resultado del gasolinazo, ocupan la agenda de los ciudadanos y autoridades, olvidando que con Trump se avecinan otras tormentas, para las que para variar, no estamos preparados.

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