Cárdenas en Chiautla

Martes, 18 Octubre 2022 21:00 Escrito por Antonio TENORIO ADAME

Columna | Diputado 501

Hace ya 53 años que el corazón del Presidente Lázaro Cárdenas del Río dejo de palpitar, precisamente un 19 de octubre. Desde entonces habita en la memoria de los mejores hijos de México. Como ocurre en la compartida compañía de Gilberto Bosques Saldivar, con quien, juntos elevarían los valores de la política exterior mexicana a considerables alturas.

Don Gilberto un chiauteco de nacimiento y de corazón, fue un revolucionario de cepa, participó con Madero, Serdán y Carranza durante los difíciles tiempos de la lucha armada. Encabezo a la juventud poblana en la denuncia de la asociación criminal de la Embajada de Estados Unidos y Victoriano Huerta, fue diputado .constituyente de Puebla y formo parte de la XXX  y la XXXVI Legislatura federal por lo que le correspondió como Presidente de la Mesa Directiva de los diputados, contestar el I Informe presidencial a Lázaro Cárdenas del Rio.

La tarea de responder el mensaje presidencial constituía todo un ritual de  consagración a la lealtad al Presidente, como lo demostró durante la ceremonia del Congreso y después en los cargos diplomáticos de primer orden que desempeñó.

La respuesta de Bosques al informe del Presidente Cárdenas se dio en el exacto rompimiento con el “maximato”, en ese cruce de caminos donde se deja la brecha y se retoma el camino, de tal suerte se reafirman los valores  comunitarios  y se abandonan los mandos supremos.

El Presidente de los diputados discurrió en el examen de todas las ramas de la administración, su contestación abarca alrededor de 20 cuartillas, resalta algunos elementos de la vasta administración federal, como la escuela de los hijos del Ejército, la función del Ejido y el apoyo financiero, la crisis de la plata y sus efectos en el sistema monetario, todos ellos de gran importancia pero donde se pronuncia en torno a la crisis política por la que atravesó el país al desmontar el “maximato” como figura de orden político autoritario y antipopular es tocar la llaga de la construcción de un poder despótico personalizado.

El diputado Gilberto Bosques Saldivar de la XXX Legislatura del Congreso de la Unión fue un opositor abierto al Presidente Alvaro Obregón, ese antecedente lo reitera al analizar el “maximato”. Como se aprecia enseguida:

"Como los dice usted –se refiere al Presidente- en la parte final de su informe, determinantes inesperadas hicieron surgir acontecimientos políticos en el mes de junio último – la expulsión de Calles-. A este respecto, es mi propósito, C. Presidente de la República, hacer una somera exposición del estado de cosas que se había creado en el régimen revolucionario, señalado en ella los elementos y los factores de decadencia y desintegración que eran palpables; la naturaleza del problema de principios que llegó a presentarse, considerando en sus fases externa e interna; el mecanismo en cuya virtud la situación de junio hizo inevitable la crisis; los orígenes y la forma de la fuerza política que determinó el desenlace por todos conocido, y las líneas del panorama posterior que se integra frente a una perspectiva de vastos horizontes.

"Creo resumir la unánime opinión revolucionaria de México, diciendo a usted que el resultado de su rectitud y de su entereza en esta etapa, culmina en una sensación profunda de la plena juventud creadora del régimen y en una seguridad del porvenir, hacia cuya conquista nos dirigimos en firme seguimiento de los pasos que usted adelanta.

"Cuando llegó usted a ser investido con el carácter de Candidato de nuestro

Instituto Político a la Presidencia de al República, ya se habían desarrollado en el seno del régimen revolucionario que durante dieciocho años había ejercido sin interrupción el poder público, viciosas perturbaciones cuyas causas principales pueden conocersé con exactitud.

"El arraigo, en las masa, de los hombres y de los grupos de lucha política, había perdido paulatinamente sus valores, para convertirse en un control puramente político de los recursos adecuados para la retención del poder. Así como un cuerpo puesto en movimiento tiende a conservarse en movimiento por un fenómeno de inercia, así el dominio político trae consigo fuerza bastante para mantenerse, porque asegura medios y posibilidades que no se tiene antes de la posesión del poder; hasta el punto de que, obtenido éste, se llega a una conciencia de fuerza propia que hace fácilmente olvidar a los hombres que el poder mismo no es la fuerza política en sí.

"Desgraciadamente esa situación se había hecho sentir en forma tal, que se llegó a términos en que la preponderancia de las cuestiones inherentes al

aseguramiento y defensa de las posiciones políticas sobre el deber de conservar el arraigo histórico en las masas, amenazaba viciar de modo definitivo la vida total de la Revolución; pues disminuida gravemente la vinculación con las necesidades y los deseos del pueblo, y reducida la lucha a la búsqueda del predominio político, se presentaba dentro del grupo director, con caracteres que parecían invariables, del abandono progresivo del cumplimiento de los programas evolucionarios. Tal era el forzoso resultado de la convivencia con los sectores fuertes de los grupos enemigos de nuestro movimiento social, convivencia que comportaba una flagrante y a veces irreductible antinomia entre el sentido de las plataformas electorales y el contenido real de la gestión gubernativa, porque si bien es cierto que la acción revolucionaria tendía a extinguirse, la dialéctica revolucionaria se mantenía intacta.

"La pugna por la conservación del dominio político cuyo desarrollo se efectúo dentro de normas jurídicas consagradas histórica y definitivamente en la lucha contra el porfirismo, las cuales limitan el ejercicio del gobierno en lapsos precisos; dio como consecuencia la creación de un conjunto de ficciones y entelequias políticas cuyo objeto era radicar el poder en las personas y no en las investiduras, de modo que el abandono de la investidura no acarrear el abandono del poder, lo cual se resolvía en la más perniciosa de todas las desviaciones apuntadas”

Dejemos por hoy la cita precisa y a la vez amplia, de don Gilberto Bosques sobre la Revolución mexicana, solo una reflexión más sobre el panel de ideólogos poblanos que florecieron durante este periódo lacerante pero también escultor de las más finas líneas de la identidad de los mexicanos, con solo mencionar unos cuantos nombres salta a la vista la trascendencia del pensamiento poblano en el cambio social, entre ellos desde luego don Luis Cabrera, Pastor Rouaix, Froylan C, Manjarrez con quienes hay que comparar con esa montaña de pensamiento revolucionario.

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