La gran oportunidad de Gali

Martes, 31 Enero 2017 20:19 Escrito por Gabriel Sánchez Andraca

Columna | P u l s o   P o l i t i c o
 
    Antonio Gali Fayad, inicia hoy un gobierno de solo dos años, pero que lo puede llevar a ocupar un lugar importante en la historia de Puebla, todo dependerá de él y de la gente que conforma su equipo.

    Entra como inquilino de Casa Puebla con el beneplácito de un elevado porcentaje de los ciudadanos poblanos que lo ven como gente suya. Aquí nació, aquí realizó todos sus estudios, aquí trabajó en diversas posiciones públicas y privadas. Son muchos los que lo conocen desde niño, desde joven, que lo aprecian, que aprecian a su familia, en fin, es un producto, como ser humano, netamente local.

    Si sabe mantener el equilibrio desempeñando el puesto político más elevado de la entidad, es decir, si no se le sube el poder a la cabeza, si no desconoce a su gente, si trabaja empeñosamente por el mejoramiento de la población en general, se ganará el reconocimiento de los poblanos que perdurará por mucho tiempo.

    Puede hacerlo, porque desde que fue candidato a la presidencia municipal y luego ya como alcalde, contó con el aprecio de la mayor parte de los ciudadanos, que le dieron su voto para arribar a la gubernatura del estado.

    El tiempo que permanecerá al frente de los destinos de la entidad poblana va a ser corto, la tercera parte del normal, pero si tiene voluntad política, si tiene imaginación y si logra motivar a su equipo para realizar un buen trabajo, saldrá bien. Tendrá un presupuesto privilegiado, el problema es saberlo manejar con inteligencia y con honestidad.

     Se ha comprometido con los ayuntamientos de todo el estado, a realizar obras que realmente sean prioritarias. Ofreció trabajar en coordinación con los 217 presidentes municipales de la entidad y atender con  empeño, la solución de sus necesidades.

    El campo, de cuya atención eficiente dio muestras en el municipio de Puebla, en el tiempo que fue presidente municipal, debe ser en estos momentos de crisis un tema prioritario, lo mismo que atender las necesidades de los muchos poblanos que están del otro lado del río Bravo, sin papeles y que el enloquecido Trump quiere sacar de su país y regresarlos al nuestro.

     La región mixteca sería la que resintiera más el problema del retorno, porque son muchos los hombres y mujeres de esa zona que andan por allá, pues en sus pueblos no podían tener una ocupación medianamente redituable.

    Al inicio de su corta gestión, se va a enfrentar a problemas que puede resolver, con buena voluntad, pues se trata de asuntos que solo requieren ser abordados con sentido común y buenas formas.

    Está el asunto de la privatización del agua potable que en general es rechazado por la mayoría de la gente. Ya están en pie de guerra San Pedro Cholula y Tehuacán y en el municipio capital del estado, todavía no acaba de ser considerado como algo ya hecho, aunque ya lo esté.

    Acaba de pasar el movimiento de los ciudadanos de Mexicali, Baja California, que hizo recular a un gobierno panista, de su intención de privatizar tan importante servicio público.

    Cuando el PAN saltó a la vida pública, en 1939, tuvo como una de sus principales metas, luchar por que el municipio en México, como lo establece la Constitución General del país, en su artículo 115, fuera realmente libre y no estuviera sometido a los caprichos del gobernador en turno, que generalmente eran caciques o servidores de caciques.

    Y entonces, los municipios, cédula de nuestra organización política, carecían de recursos para atender las demandas del pueblo que eran abrumadoras. La lucha de los panistas de los primeros tiempos fue, por el municipio libre y contra los caciques que lo ahogaban.

     En su órgano oficial, la revista “La Nación”, muchos artículos, notas informativas, etc., eran dedicados a ese tema.

    Los primeros triunfos electorales que el PAN obtuvo como partido político, fueron en municipios importantes del bajío y del estado de Chihuahua. Decían sus líderes, que cuando el PAN lograra triunfar en cien municipios por lo menos, los días del priismo que lo abarcaba todo, estarían contados.

    Quién sabe porque, esa lucha a favor del municipio libre, cesó, sobre todo después de que el PAN llegó, en el año 2000, a la Presidencia de la República.

    Ahora los servicios básicos para la población, como alumbrado, agua potable, limpia, etc., se empiezan a privatizar. Y gracias a un diputado panista, Liborio Hernández Xochitiotzin, que se había quedado en el pasado, el servicio de bacheo y pavimentación de calles, se rescató de manos del sector privado de Puebla (Junta de Mejoramiento Moral, Cívico y Material) que de hecho funcionaba como autoridad municipal alterna. Eso, se pretendía, que fuera visto como signo de modernidad.

    Gali logró, mediante el diálogo con autoridades municipales de todo el estado, en el tiempo que fue gobernador electo, establecer buenas relaciones, pues trató a todos por igual, sin importar su procedencia partidista.

    Llegó el momento de aprovechar esa buena relación, para emprender juntos, autoridad estatal y ayuntamientos, un trabajo que beneficie a todos los habitantes de la entidad, mediante la coordinación de esfuerzos, sin imposiciones de ningún tipo. Gobernador y presidentes municipales, síndicos y regidores, son autoridades surgidas de una elección, es decir, fueron nombradas por el pueblo.

    El nuevo gobernador de Puebla, va a trabajar con los ayuntamientos electos hace dos años y con un Congreso Local, compuesto por diputados que también ya están en funciones desde hace casi dos años.

    Por lo que al Congreso se refiere, no habrá problema. Está formado mayoritariamente por diputados panistas, que se han vuelto, como los priistas de antaño en el poder, “institucionales”, y con una bancada de oposición, principalmente conformada por el PRI, que según dicen ellos mismos, son “oposición responsable”, es decir, los legisladores que conforman el órgano legislativo, son totalmente manejables. Ni fu, ni fa.

     El pasado fin de semana, falleció a los 79 años de edad, el arqueólogo Angel García Cook, en la ciudad de México. Fue uno de los profesionales de la arqueología, más ligados a Puebla. Fue el eje sobre el que giró la investigación en torno al origen del maíz, que dio como resultado el descubrimiento de la mazorca más antigua de América, en la región de Tehuacán.

     También fue el que estudió la ciudad de Cantona, en la región de Libres, una de las más grandes y antiguas ciudades del México prehispánico.

     Su vida fue la arqueología a la que dedicó más de 50 años de su vida. Era originario de Teotitlán del Camino, población asentada en la mixteca oaxaqueña, muy cerca de Tehuacán.

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