A la memoria de Abel, Jaime y Amado

¡Oiga señor…… Barbado! – así se le empezó a conocer y nunca le molestaba- . ¿Es verdad que en Villagrande existieron gobiernos que destruyeron vestigios históricos y dañaron la naturaleza de éste pueblo que es reconocido como “Villagrande, pueblo histórico”? Claro que es verdad, sí disponen de tiempo les puedo contar – se dirigió a los dos jóvenes que se le acercaron-, y se sentaron para acompañarlo - en esas sillas ancestrales del viejo quiosco: bien recuerdo como si hubiera sucedido ayer. En la segunda mitad del siglo XX, las últimas dos décadas y las dos primeras del siglo XXI se pusieron de moda dos conceptos “ la modernidad del país y la justicia social”, Y claro que bajo esta política gubernamental llegó a los pueblos y Villagrande no fue la excepción, sus gobiernos que huelga decir, fueron precedidos por jóvenes ya con carrera profesional y esto despertó mucho entusiasmo en el pueblo; durante ese lapso fue que algunos presidentes municipales se dejaron llevar por las propuestas de gente que no conocían nuestro pueblo y, esas grandes obras – eslogan de esos funcionarios- que costaron mucho dinero cambiaron la imagen urbana, pero desgraciadamente se destruyeron los vestigios de la revolución en el ex convento de San Agustín,  desapareció el camposanto, la plazuela del palacio viejo  quedó convertida en un insalubre tianguis, redujeron banquetas, dando preferencia a los vehículos; desaparecieron la arconada del Palacio viejo – de los primeros consistorios de la mixteca baja-, ahí se instaló la escuela  Normal por Cooperación “ Luis Casarrubias Ibarra”, institución que se constituyó como un hito en la educación de la mixteca; en cuanto a la naturaleza, fue abandonado un espacio de recreación de niños y jóvenes, incluso adultos, los estanques que son como los brazos del puente de las flores – construcción de estilo romano de finales del siglo XX- y; un daño que fue casi irreparable, nuestras barrancas que son las venas que alimentaban y alegraban a los parroquianos, las mataron al cubrirlas de cemento, desaparecieron los ahuehuetes, árboles longevos y los mantos acuíferos. Ese fue el precio que cobraron dichos conceptos de la política .Ah, pero cosa curiosa, esos políticos de pronto pasaron a ser personas que cambiaron de posición económica y hasta el modo de vivir y, todo ello, despertó el interés de llegar a presidir el ayuntamiento, a costa de lo que fuera, al precio que le pusieran los dueños de los partidos políticos, bueno, mejor dicho, el partido hegemónico surgido de la revolución, que gobernaba en todo el país, un solo partido, imagínense.   

Muchachos perdón los he distraído, seguramente tienen algo que hacer, no Señor….Barbado, no se enoja que le llamemos así, de ninguna manera, me preocupa robarles su tiempo, no se preocupe, estamos esperando a unas amigas, vamos a asistir a un concierto en el Centro Cultural “ Profesor Gilberto Bosques”  pero llegamos antes de la cita.¿ Disculpen a que se dedican?, bueno yo estudio en la escuela normal y él – señalo a su amigo-, estudia en el campus de la Universidad de Puebla, no se preocupe estamos de vacaciones y pronto regresaremos a la escuela, es muy interesante lo que nos platica, no lo sabíamos, pensamos que Villagrande siempre fue como ahora, no muchachos, si tienen tiempo puedo proseguir, claro, tenemos todo el tiempo, seguro, no los enfado, no señor….no se preocupen, algún día les platicaré de mí, nos interesa saberlo para contárselo a nuestros papás. Este encuentro se da precisamente cuando estaba concluyendo la primavera, las lluvias ya iban desapareciendo y eran todavía días nublados, era un  fin de semana. Frente al zócalo se veían pasar hombres y mujeres, hasta pequeños grupos de personas que llegaban a visitar sus familiares o bien invitados a visitar Villagrande. Las calles del centro estaban llenas de un sabor agradable, era la temporada del enjococado, platillo que ofrecían los restaurantes del centro y en el mercado ya convertido en un lugar donde mucha gente iba a degustar comidas a precios accesibles y que era considerado ya como un espacio limpio y de mucha afluencia, pero sin duda, ese olor, sabor y colorido  era percibido por todos, era el platillo de temporada.

Los jóvenes ponían mucha atención, este encuentro se convirtió en una amena plática. Les quiero decir – prosiguió el barbado- , que a finales de la primera década de este siglo XXI un grupo de gente de Villagrande se constituyeron en asociación civil e iniciaron a invitar, más bien a dar a conocer a los ciudadanos sus derechos y a conocer la historia de Villagrande, sus integrantes eran personas que habían concluido su carrera profesional y, regresaban para que su experiencia laboral y profesional ayudara a resolver problemas que sufría la ciudadanía, porque sentían que su ayuntamiento los ignoraba, pero pasaba en la mayoría de los pueblos, la gente pocas veces se organizaba y muy pocas personas se atrevían alzar la voz. Después de unos años los integrantes de esta organización pasaron a encabezar un Consejo y fue conocido como el “ Consejo de Notables”, emularon a un presidente de nuestro país que en campaña y antes, había declarado que iba a mandar al diablo las instituciones y, éste Consejo  del que les voy a platicar hizo algo inédito, desapareció la figura de ayuntamiento y la de juntas auxiliares, que fueron creados por los conquistadores españoles y para que Villagrande recuperara su grandeza, estos personajes conocidos como notables, fueron los que se atrevieron a eso, se los cuento porque yo formé parte de dicho Consejo. Bueno que les parece si mañana nos reunimos y continuamos la charla. Oiga señor barbado, podemos invitar a nuestras amigas, claro. El hombre barbado se acomodó su sombrero que estaba puesto en una silla de alado, se levantó y como siempre, tomo una calle y lo perdieron de vista, no se despidió pero algo seguro era, mañana estaría en este mismo lugar….. Continuará

Cholula de Rivadavía, junio del 2023.

*Texto de Novela del autor. Cualquier parecido a la historia de algún municipio, es mera coincidencia.