Columna | Desde el portal

 Cuando se ponía en duda la eficacia de nuestras instituciones –el panista Ricardo Anaya denunció que los ocho escoltas pagados por el gobernador Egidio Torre para la custodia de su correligionario Tomás Yarrington era una demostración de la simulación oficial para perseguir delincuentes de cuello blanco-, fue aprehendido el ex gobernador veracruzano Javier Duarte, luego de que sus familiares tomaron un vuelo privado para reunirse con él en Guatemala.

 Por información que llevara a la detención de ambos ex mandatarios, la PGR ofrecía 15 millones de pesos por cabeza, pero no es que no supiera donde se localizaban, si contamos con suficientes corporaciones policiacas y sistemas de inteligencia para lograrlo, lo que pasa es que no era el momento para hacerlo; había que resistir la presión social para esperar que el olvido los perdonara, pero no fue así.

  Hoy quedan pendientes de detención César Duarte, de Chihuahua; Roberto Borge, de Quintana Roo, Rodrigo Medina, de Nuevo León, Jorge Torres, de Coahuila y Eugenio Hernández, de Tamaulipas;  Humberto Moreira, parece ser que ya la libró y será diputado al Congreso local, en tanto que el ex gobernador de Veracruz y ex cónsul en Barcelona, Fidel Herrera, seguramente tendrá su domingo de resurrección política.

 Si se aprehende al resto de delincuentes, seguramente cambiará el panorama electoral de éste y el año que entra: la demanda de justicia y fin de la impunidad es un clamor generalizado; no es posible que se siga burlando la Ley y los responsables de la malversación de recursos públicos se hagan los “desaparecidos” cuando bien se sabe que, cuando hay disposición de hacerlo, es fácil capturarlos; sólo falta voluntad política para hacer justicia al pueblo de México.

TURBULENCIAS

Escándalo por derroche en Oaxaca

 Negado para la política, Alejandro Avilés Álvarez por fin fue cesado como secretario de Gobierno de Oaxaca;  nadie sabe como un tipo tan déspota y mal educado haya sido líder del PRI y de la Cámara de Diputados; a la vieja usanza, utilizó un helicóptero oficial para enviar en Semana Santa a su hijo y sus amigos y amigas a Puerto Escondido lo cual fue pretexto para echarlo de la Ciudad Administrativa, en cuya oficina se encontró una lista de medios, periodistas y líderes sociales que eran financiados por tan desacreditado funcionario. Casualmente, entre los negocios beneficiados se encontraba una cafetería de su hijo Alex, como proveedor de café y sanwuichitos,  y en medio de este escándalo, la Asociación de Periodistas de Oaxaca (APO), que lideran Cuauhtémoc Blas, Jesús Ortiz e Idolina Herrera, demandaron que se informe de la aplicación de 89 millones de pesos en el área de Comunicación Social en los primeros cuatro meses de la actual administración, autorizados en el presupuesto del 2017 por la Cámara de Diputados, toda vez que no se no han cubierto los adeudos pendientes que dejó Gabino Cué y tampoco se sabe del destino de los recursos. Los medios de comunicación locales opinan que sería conveniente que un auditor o algún legislador haga la tarea pues si se aprueban recursos y no se ejercen, se deben devolver a Finanzas o explicar dónde están, pues ya basta de derroches de unos como los que hacía Alejandro Avilés en beneficio de su familia y de sus amigos, y de penurias para quienes no están en el ánimo de los funcionarios…

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