Acuerdos entre las cúpulas

Jueves, 27 Julio 2017 16:51 Escrito por Gabriel Sánchez Andraca

Columna | P U L S O   P O L I T I C O

     La percepción generalizada ente priistas y personas sin filiación política, es de que el triunfo del PAN para un segundo periodo gubernamental, en el país, fue producto de un acuerdo entre las cúpulas del PRI y del PAN o sea, entre las “mafias del poder”, como dice Andrés Manuel López Obrador.

     Nadie cree en el triunfo electoral de Felipe Calderón Hinojosa para la presidencia de la república. Fox había sido un pésimo presidente, que incluso pretendió que su esposa, la señora Marta, lo sucediera en el poder, a lo que debieron oponerse los propios panistas, pues eso jamás sería aceptado por la ciudadanía. Por eso el candidato fue Calderón, por cierto, un mal candidato, sin carisma y con una buena dosis de soberbia.

     Fue entonces cuando hubo un trato con la maestra Elba Esther Gordillo, gran amiga de la señora Marta, y don Felipe logró el triunfo a última hora, por menos de un punto porcentual de ventaja sobre el PRD que quedó en segundo lugar, seguido de un devaluado PRI que quedó en tercero. El segundo triunfo del PAN se dio pues con el porcentaje de votación más bajo de la historia.

      Las bases priistas quedaron decepcionadas de su partido, porque percibieron la traición de sus dirigentes. Hubo una silenciosa ruptura interna entre los priistas, mucho de los cuales empezaron a buscar acomodo en los partidos opositores, principalmente PAN y PRD, para no quedar fuera del presupuesto, pues de sus empleos en los tres niveles de gobierno, ejercidos por el PRI, vivían y sostenían a sus familias.

       El acuerdo entre las cúpulas PRI y PAN, para dar el triunfo a Calderón, pareció ser la voz de arranque para iniciar la deserción en el partido tricolor y esta se inició en serio.

       El PRD fue una creación de priistas descontentos con el sistema neoliberal impuesto por los tecnócratas priistas encabezados por Carlos Salinas. Ese fue el inicio de la debacle del partido tricolor.

       Después del rompimiento de Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y otros destacados miembros del partido surgido de la Revolución, empezó el paso también a Acción Nacional, pues los grandes líderes ya lo habían hecho al entregarles el poder en dos sexenios seguidos.

       Y la deserción tuvo lugar en todos los estados del país y en los municipios, aun en los pequeños. Hubo casos, y fueron frecuentes, en los que había bardas pintadas promoviendo a fulano de tal, para candidato del PRI a la presidencia municipal de un municipio, que no fueron borradas y que tenían enfrente otra barda promoviendo al mismo “fulano de tal” pero ya como candidato del PAN a ese mismo puesto.

      Entrevistamos a un ex priista, don David Díaz Morales, para que nos dijera qué los había decidido a pasarse al PAN después de muchos años de militar en el PRI y su respuesta fue: “quería vengarme de los dirigentes priistas por tantos años de engaños y hasta de humillación.

       “Para empezar debo decirte que al principio pensé en vengarme del partido en el que había militado tanto tiempo, pero después pensé bien las cosas y lo que en realidad quería, era vengarme de sus dirigentes. Pero todos han sido iguales o más o menos iguales.

      “El problema está en los estatutos del partido: esos estatutos te obligan a servir al partido, pero sin que el partido tenga ninguna obligación para sus militantes. Al ingresar al PRI tú adquieres compromisos con la institución, pero la institución no adquiere ningún compromiso contigo.

       “Voy a ponerte un ejemplo: Entro como militante al partido y me pongo a trabajar como loquito en alguna campaña electoral, pintando bardas, repartiendo volantes, organizando actos, en fin, y al final los puestos de gobierno que deben ocupar personas comprometidas con el proyecto, con el programa del PRI, los ocupan familiares de los líderes, amigos de los líderes o cómplices de los líderes, y tú te quedas listo para continuar trabajando por el partido sin que nadie te lo reconozca pues es tu obligación como militante”.

    ¬-Bueno pero yo creo que el PRI ha sido una buena escuela de política, pues en todos los partidos los priistas llegan a destacar, como López Obrador, Cuauhtémoc Cárdenas, Muñoz Ledo, el propio Moreno Valle aquí en Puebla y con él muchos priistas que se pasaron al PAN.

      -Estoy de acuerdo con eso. En el PRI se aprende mucho y es cierto, en todos los partidos los priistas suelen destacar, pero en el PRI no se avanza. Avanzan los influyentes, los familiares, amigos y compadres de los líderes, no los militantes, por mucho que se esfuercen.

      “Hablando de Moreno Valle. Creo que todos los que lo seguimos en el PAN para llevarlo al poder, no lo hicimos como panistas, porque estoy seguro que como tú ya lo has dicho en alguna de tus columnas, no conocemos ni la historia, ni los principios del PAN. En el PRI aprendimos que era un partido de derecha y nada más. Realmente no somos panistas, somos morenovallistas, porque fue Moreno Valle el que nos dio la oportunidad de progresar en la política, de ocupar puestos de cierta importancia de acuerdo a nuestras capacidades y de ganar mejor.

       “Lo que ha pasado últimamente, por ejemplo en las elecciones del año pasado, en las que el PAN ganó siete gubernaturas, en cinco los candidatos triunfadores fueron priistas a quienes se negó la oportunidad de competir por el PRI y se pasaron al PAN, así de fácil.

       -Entonces el PAN los necesita porque es un partido débil……

       -Estoy de acuerdo. No solo el PAN carece de hombres con oficio político, con experiencia, todos los partidos carecen de eso, ahora incluso el PRI, porque a ese partido ha llegado gente nueva, pero sin ninguna experiencia y hacen las cosas mal.
        El lunes continuaremos con esto…..

        Ayer publicó Cambio la lista de los siete aspirantes a la candidatura del PRI que fueron llamados a México para una reunión con la dirigencia nacional de ese partido.

        Conociendo como se manejan estas cosas, podemos decir que la decisión ya debe estar tomada, pero tiene que hacerse un proceso simulado para que se crea que la democracia es real en este país.

       Los aspirantes son Lucero Saldaña, Luis Antonio Godina, Javier López Zavala, Enrique Doger Guerrero, Juan Carlos Lastiri, Ricardo Urzúa y Jorge Juraidini. Todos ellos son priistas destacados con experiencia, con desempeño en cargos administrativos y de elección popular y de dirigencia partidista. Pero de todos solo uno llegará a la candidatura para gobernador.

      Los demás pueden ser escogidos como candidatos a senadores, a diputados federales, a diputados locales o a presidentes municipales, que en esta elección habrá mucho qué repartir.

       Es casi seguro que la reunión de hoy es para tranquilizarlos, para evitar que haya más divisiones en el PRI y para garantizarles una posición de elección popular el año próximo.

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