¿Dónde encontrar al candidato ideal?

Viernes, 02 Marzo 2018 21:54 Escrito por *Dr. Julián Germán Molina Carrillo.

En su magna obra la República, Platón expone, que si existe un Estado ideal? éste, debe tener las características de un cuerpo sano y de un alma incorruptible. Y abunda diciendo: hombre y ciudad funcionan de manera análoga; se les trata de la misma manera. En el hombre y en el Estado sus miembros deben funcionar en conjunto de manera coordinada, dando como resultado la visión orgánica de la ciudad con todas sus características: unidad, totalidad, perpetuidad, jerarquía de funciones y orden.

Con ello, nos hace ver la importancia que tiene en ese funcionamiento del Estado, los políticos que van a ser los encargados de llevar a buen puerto la salud del cuerpo sano a que hace referencia Platón.

Aunado a lo anterior, en las democracias actuales, se está produciendo una reconfiguración de la esfera pública que modifica el lugar de los actores políticos tradicionales y da paso a la emergencia de nuevos actores.

De la misma manera, la forma como los ciudadanos se relacionan con el sistema político hoy se encuentra en transformación, la nueva relación entre los diferentes actores políticos y los ciudadanos ha modificado las percepciones y prácticas de estos últimos frente al ámbito político. La cultura política que tienen hoy los ciudadanos responde a nuevas inquietudes, necesidades, preocupaciones y, sobre todo, a un contexto político diferente.

Con fundamento en lo anterior, es que sobresale la importancia de saber dónde encontrar a un candidato idóneo para llevar a buen puerto las exigencias de su encargo, puesto que la mala imagen que tiene la sociedad de los partidos y los políticos se encuentra a la alza, a consecuencia de los numerosos casos de corrupción (política, institucional, financiera, etc.) o el contexto creado por la entrada de nuevas formaciones que amenazan el statu quo (reformas estructurales), son algunos de los factores que crean una ecuación de difícil solución a la hora de saber si puede ser o no un candidato idóneo. Además este último punto provoca un curioso fenómeno: por un lado, existe un hartazgo hacia una 'vieja' forma de hacer política y desideologización partidista, mientras, por otro, se produce una repolitización de la sociedad.

Es evidente que la calidad de los gobernantes está, tal vez en su nivel más bajo, causando un deterioro evidente en la calidad de la gobernación, ya sea en las decisiones que se toman, como en el manejo de los problemas sociales, económicos y políticos.

De hecho, esas decisiones se convierten con frecuencia en conflictos sociales con presencia de una pobre formulación de alternativas de decisión, porque independientemente de su nivel de estudios, el fundamento de su actuar es beneficiar intereses partidarios a los que se encuentran asociados.

Intereses que además, se encuentran totalmente acaparados por grupos de poder que tienen secuestradas a las instituciones (Partidos Políticos), que supuestamente tendrían que servir como el canal de acceso a que un ciudadano pudiera participar en el ejercicio del poder público en una democracia.

Sin embargo, los espacios de influencia están reservados para los políticos de siempre, los que saben seguir instrucciones, en beneficio de esas mafias o grupos de poder, razón por la cual, seguiremos viendo como candidatos indiscutibles a los hijos, yernos, novias, compadres y primos de políticos encumbrados, sin el más mínimo de ápice de experiencia para desempeñar estos cargos y peor aún sin vocación de servicio, pero que sean dúctiles y dóciles para el manejo de sus intereses.

Ante todo lo anterior, el único lugar donde nos queda como mexicanos buscar al candidato idóneo para cualquier cargo político, es, en el ejercicio de un voto razonado, en el cumplimiento cabal de nuestra obligación como ciudadanos y contribuir así, a la conformación de nuestros órganos de gobierno, aunque en estos momentos, sea con la elección del menos malo de la palestra electoral, pero que esa elección este envestida de la legitimidad de nuestra democracia.

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