El porqué del constante cambio de partido

Miércoles, 14 Marzo 2018 16:57 Escrito por Gabriel Sánchez Andraca

Columna | P U L S O    P O L I T I C O

            A raíz de lo que ayer dijimos en este espacio, varios políticos amigos nuestros nos dijeron que el brincar de un partido a otro, costumbre que nunca antes se había visto como ahora en el medio político, tiene una explicación: La descomposición interna de los partidos políticos, los ha hecho perder su ideología y eso pone a los militantes de cualquier filiación política, a no sentir ningún remordimiento al pasarse de la derecha a la izquierda o al centro, porque al final de cuentas, todos los partidos son iguales.

            Y en los partidos, los grupos dirigentes al designar candidatos a cualquier puesto de elección popular, privilegian el nombramiento de familiares, amigos, figuras destacadas con fama pública, etc., aunque carezcan de formación política, de vocación social o de conocimiento de los problemas del municipio en el que viven, del estado o del país y eso enoja a quienes han tenido militancia partidista, han trabajado en los diferentes órganos del gobierno o han tenido alguna actividad relacionada con la vida social y política de su entorno.

             De ahí que se estén presentando tantas protestas por la forma en que los partidos existentes, designan a sus abanderados para las elecciones del próximo mes de julio. Y que como nunca anes, el proceso que culminará el primero de julio próximo, parezca un caos que nadie intenta siquiera controlar.

             Emigrar de un partido a otro, como ahora lo hacen los políticos, provoca la degradación de la política y de los políticos. Al andar buscando y exigiendo una candidatura del partido que sea, nos lleva a la prostitución de la política, que es algo que tendrá consecuencias en el mediano plazo.

             Nos llegó un comunicado en relación al señor Humberto Hidalgo, quien después de 33 años de militar en el PRI, renunció a ese partido porque no lo tuvo en cuenta para una diputación local.

              En dicho comunicado nos informan que el señor Hidalgo, que es de origen humilde, que fue cercano a Gerardo Serdán Alvarez, nieto de Aquiles Serdán, al que tampoco le cumplieron su deseo de ser diputado local o federal, ha sido funcionario público eficiente y honesto, jefe de delegaciones del DIF con Juan Manuel Vega Rayet, como su jefe inmediato.

              Ha sido de los pocos trabajadores de base del gobierno que ha aspirado a un cargo de elección popular. Por eso se siente ninguneado por su partido, por eso ha renunciado a él, pues considera que él le ha dado mucho más a la organización política a la que pertenece, que lo que esa organización le ha    compensado. Su renuncia al PRI en los momentos actuales, es totalmente explicable.

            Se anuncia que una mega coalición de seis partidos, apoyará a Gerardo Islas Maldonado para la diputación local por Izúcar de Matamoros, lo que no es garantía de nada.

             Lo que puede garantizar el triunfo de Islas Maldonado, es la labor que como dirigente del PANAL y como funcionario público, ha realizado en el distrito desde hace muchos meses. Es un joven dinámico, con carisma, que tiene contacto directo con la gente y que a últimas fechas y a raíz del sismo del pasado 19 de septiembre, ha redoblado sus esfuerzos para apoyar a quienes sufrieron daño en su patrimonio, que fueron muchos.

             Es pues un buen político y un buen funcionario público y eso le ha dado nombre y prestigio.

              Difícilmente podrán igualarlo sus contrincantes, ni el del PRI que no es conocido con la amplitud de Islas Maldonado.

              El apoyo que ha recibido de Movimiento Ciudadano, PAN, Panal, PRD, Compromiso por Puebla y el Partido Social de Integración, es una forma mediática para impulsarlo.

              El problema de esos partidos, es que prácticamente no existen: ni Movimiento Ciudadano, ni el PAN, ni Nueva Alianza, ni Compromiso por Puebla, ni el PSI, tienen comité municipal y oficinas en la cabezara distrital, que es Izúcar de Matamoros. Y si no tienen dirigencia, ni oficinas en la cabecera, menos en los municipios que forman parte de ese distrito.

             Los partidos grandes, como PAN, PRD, MORENA y PRI,  tienen estructura y organización aunque no completa, pero la tienen y los únicos que existen realmente en la entidad, son el PRI y Morena. Los demás son minipartidos que se ven en apuros para designar candidatos de elección popular, por falta de cuadros bien entrenados y capacitados para participar en una campaña como la que ya está en puerta.

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