Columna | P U L S O    P O L I T I C O

               El miércoles de la semana pasada, exdirigentes del Partido Revolucionario Institucional, tuvieron un foro encabezados por Alejandro Moreno Cárdenas, su actual dirigente, con miras a ir preparando la asamblea nacional de ese partido, que podría ser el próximo mes de agosto.

               No hubo acuerdo en esta primera reunión efectuada en la sede de la Fundación Colosio y en la cual, los ex dirigentes hablaron con absoluta libertad en discursos que en algunos casos duraron hasta media hora.

              Beatriz Paredes, Dulce María Sauri, José Murad, José Antonio González Fernández, entre otros, emitieron sus opiniones sobre la forma en que podrían lograr la reconstrucción del partido tricolor que durante ocho décadas, dominó el panorama político del país y que en el 2018, tuvo un derrumbe brutal, como todos los grandes partidos nacionales, al irrumpir con una votación histórica, Morena,  (Movimiento de Reconstrucción Nacional) fundado por el ahora Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

              La primera en hablar fue Beatriz Paredes Rangel, ex gobernadora de Tlaxcala, ex dirigente nacional del PRI, ex embajadora en Brasil y actualmente senadora: dijo entre otras cosas, que el partido surgido de la Revolución de 1910, está confundido al grado de no saber siquiera cómo relacionarse con el actual Presidente de la República.

              Desde el poder, afirmó, no supo poner límites al mandatario en turno, que se sentía con derecho a poner o quitar al dirigente del partido, cuando se le daba la gana y todo se le permitía.

              Dulce María Sauri, ex gobernadora de Yucatán, que fue dirigente del PRI cuando este por primera vez en más de 70 años, perdió la presidencia y tuvo que entregarla al panista Vicente Fox, propuso que el PRI pidiera perdón a la militancia por los casos de corrupción, por el abandono que demostró hacia la clase media y por incumplir con las promesas de la reforma energética y porque al volver al poder, en el 2012, no se cumplió la promesa transformadora, sino por el contrario, la dirigencia del partido, tuvo un comportamiento como el de los años 80.

              José Antonio González Hernández, por su parte, expresó que el PRI ahora es el partido menos aceptado por la ciudadanía y dijo que solo no logrará recobrar el poder. Hay necesidad de buscar alianzas con otras fuerzas partidistas.

               Pero el dirigente nacional Alejandro Moreno Cárdenas, “Alito”, no aceptó actitudes derrotistas, pese a la realidad que vive su partido: El dijo que nada de pedir perdón, al contrario, todos debemos sentirnos orgullosos de ser priístas. “la acción de unos cuántos no puede marcar al partido. No es la piedad histórica, sino la imaginación política, la que nos hará volver a gobernar”.

              Seis horas de discusiones no lograron que los viejos priístas llegaran a un acuerdo. Seguirán platicando, haber si pueden llegar a coincidir en algunas cosas, antes de agosto próximo.

              Por otra parte, en plática con José Guadalupe Sánchez Jiménez, catedrático de la Faculdad de Derecho de la UAP y miltante de izquierda desde su juventud, al opinar sobre los problemas que confronta el partido Morena, que llegó al poder casi total del país en el 2018 y que en su conformación,, en los momentos en que   se llenó de ex militantes perredistas, nos dijo que Morena parece no entender la realidad, el contexto actual en el que se mueve México y el mundo.

              “La división interna que prevalece en ese partido (él sigue siendo perredista) afecta al Presidente de la República, precisamente en los momentos en el que el partido del presidente, debe ser el motor de la Cuarta Transformación.

               “Yo considero, que debería aprovechar el posicionamiento que AMLO tiene ante la ciudadanía mexicana y Miguel Barbosa ante la ciudadanía poblana, para fortalecerse, para unificarse y dar la batalla por la 4-T, que está recibiendo golpes constantes de la derecha, de los conservadores tradicionales y de todos los que se han sentido afectados por el combate a la corrupción que se está llevando a cabo. Si no logra la unidad, el fortalecimiento mediante una sólida estructura y organización, lleva el peligro de que los ciudadanos le pasen la factura en el 2021.

                “En el caso de Puebla, debe hacerse una revisión del comportamiento que han observado los diputados y ayuntamientos surgidos de sus filas, evaluar su trabajo y llamarlos a cerrar filas dentro del partido para fortalecer a la Cuarta Transformación. Sería un error que tanto diputados como presidentes municipales de Morena, pensaran en la reelección.

                “Para la designación de candidatos para las elecciones próximas, no solo hay que valorar a los más destacados militantes de ese partido, sino buscar elementos destacados de la sociedad civil.

                 “Es un avance importante el que el gobernador Barbosa Huerta, le haya dado tanta prioridad al tema de la seguridad y la violencia. Es el problema más sentido por la población y la ciudadanía reconoce las ganas que el actual gobierno estatal, ha puesto para irlo resolviendo con efectividad, pero se requiere un partido fuerte que apoye ese trabajo, que lo difunda, que logre el apoyo y la aprobación de la ciudadanía toda, pues el partido del gobernador, no puede hacerse a un lado en momentos tan difíciles políticamente como los que estamos viviendo.

                Por lo que respecta al PRD, dijo que su partido, no ha entendido, que no debe jugar el papel de colaboracionista de la derecha; debe entender que hay un debilitamiento de su capital político y que debe recobrar sus propios fundamentos, los que le dieron origen y más en el estado de Puebla, donde le dan un porcentaje mínimo de aceptación.

                 Este día el ex gobernador del Estado, don Manuel Bartlett Díaz, nació en esta capital hace más de ocho décadas. Su padre el licenciado Manuel Bartlett Bautista, tabasqueño, era Juez de Distrito en Puebla.

                 Su nacimiento ocurrió en un sanatorio particular que estaba ubicado en el edificio que fue después Universidad Femenina y hoy es una escuela Preparatoria de la BUAP, en la 4 norte, entre la avenida Juan de Palafox y Mendoza y la 2 oriente.

                 La nota del acontecimiento fue publicada en primera plana del Diario de Puebla, de don Julián Cacho, que ahora dirige Gilberto Cruz Flores, que convirtió a dicho diario en digital. La nota de la que hablamos, apareció en febrero de 1936.

Publicado en COLUMNAS
Domingo, 11 Agosto 2019 20:04

Los priístas ¿especie en extinción?

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            No sabemos lo que pasó en el resto del país, pero en Puebla, los priístas, que según el padrón avalado por las muy bien pagadas autoridades electorales, se acercan a los siete millones de afiliados, no acudieron a las mesas de recepción para votar por el candidato de sus preferencias para dirigir su partido nacionalmente en los próximos tres años.

            Personalmente observé cuatro mesas de recepción de votos (así se llamaron) y en ninguna de ellas había un solo votante. Mi observación fue de cinco minutos en cada una. Fueron tres en municipios de la región sur del estado, una en esta capital.

           El sábado, había priístas reconocidos, que buscaban información sobre la ubicación de las casillas. “Llamen por teléfono a las oficinas del partido” les aconsejamos y la respuesta fue: “ya hemos estado llamando, pero nadie contesta”.

           ¿Fueron elecciones mal organizadas? No, el PRI ya no es el PRI de antes. Ya no es el partido fuerte, con estructura, con organización, con liderazgos distritales y municipales.

              Sus comités municipales están prácticamente deshechos; no se diga sus comités seccionales, que durante mucho tiempo fueron la base de su organización, pues eran las células que desde las bases, lo movían todo, lo organizaban a pequeña escala y juntos conformaban la organización municipal, estatal y nacional.

              Pero además de todo eso, el PRI ya no tiene líderes. Los liderazgos que le quedan son débiles y eso debido a que de militantes entusiastas, se volvieron militantes desilusionados.

               En esos liderazgos descansaba la organización del partido, la movilización de sus fuerzas para las actividades internas y para las actividades electorales propiamente dichas.

                ¿Qué fue lo que pasó con líderes, de pueblos, de municipios, de distritos? Que un día se dieron cuenta que para los priístas de cúpula, no eran otra cosa sino peones, que que tenían que trabajar a su servicio, sin ofrecerles absolutamente nada después de una elección.

                Internamente las bases priístas estaban para trabajar, callar y obedecer. No había más. Un buen priísta no podía aspirar a un cargo público, sino contaba con la autorización de un padrino, a quien una vez conseguido el puesto, debía de seguir sirviendo.

                Hubo un tiempo en que las cosas fueron diferentes: los muchachos valiosos, inteligentes, activos, leales y trabajadores, tenían futuro político dentro de las filas del Revolucionario Institucional.

                Por eso se explica que personas, profesionistas o no, de cuna humilde, podían alcanzar los más importantes puestos dentro de la política nacional. Hacían carrera escalando desde regidores, síndicos, presidentes municipales, diputados locales y así sucesivamente. Era lo que llamaban carrera política.

               Con el priísmo tecnocrático de Carlos Salinas, todo cambió: lo importante no era la persona, el trabajo partidista realizado durante años, la lealtad al partido, el conocimiento de los postulados de ese partido, de su política social, de su programa de acción, de sus principios. Lo importante eran los títulos académicos obtenidos en el extranjero o en las más prestigiadas universidades privadas de México.

                Y de ahí arrancó la costumbre de las cúpulas priístas, de nombrar a sus parientes cercanos, a sus amigos o a los hijos de sus amigos, altos funcionarios del gobierno; arrancó la costumbre de elogiar a un político, no por su trabajo como tal, por su compromiso con el pueblo, con su partido y los ideales de ese partido, sino por sus títulos académicos de Harvard, de Boston o de alguna otra universidad gringa.

               Y vino la debacle del país pues lo gobernaban gentes completamente ajenas a la historia, a la economía, a las costumbres de un pueblo milenario, que se volvió mestizo y occidental después de la Conquista, pero que siguió conservando raíces de su pasado prehispánico que a los tecnócratas les parecía aberrante.

             Y también desde entonces, empezó a decaer el Partido Revolucionario Institucional, que en el año 2000, tuvo que entregar el poder a los conservadores de antaño, a los panistas, que hicieron un papel tan lamentable en el poder con Vicente Fox, que tuvieron que realizar un fraude monumental para que continuara el panismo en la Presidencia, con Felipe Calderón, que inició el periodo de violencia, de inseguridad, que todavía padecemos.

              Por eso pues, hasta los priístas le hacen el feo al PRI actualmente, además de que a ninguno de los tres aspirantes a dirigir al partido, le ven las agallas para rescatarlo de la debacle.

               Hemos platicado con muchos priístas de todos los niveles amigos nuestros y en todos existe la duda de que su partido pueda salvarse de la debacle total, en estos momentos.

               No hay líderes ni siquiera medianitos, nos dicen y así no podrá lograrse nada, pero hay que esperar, pues el PRI representa la corriente histórica del liberalismo mexicano, que aun sigue arraigada firmemente en muchos sectores de provincia, como sigue arraigada la corriente conservadora, también histórica, representada por el PAN, que hay que decirlo, no tiene ni siquiera un líder medianito en su presidencia nacional.

                 Ayer domingo, el gobernador Miguel Barbosa Huerta, estuvo en Tepexco, municipio donde la semana pasada fueron linchados, siete presuntos secuestradores y un ciudadano a quien en su huída, pretendieron robarle su camioneta.

                El gobernador fue claro y contundente: “No seré instrumento de ninguna infamia, pero tampoco alguien que permita excesos e ilegalidades”.

                 Señaló que el respeto a la ley es necesario para la convivencia social y que su gobierno, no está dispuesto a consentir que el orden legal sea roto por personas justamente indignadas por algún hecho delictuoso, pero para eso están las autoridades, para hacer valer el derecho.

                  Dijo estar dispuesto a dar la cara, a escuchar y a proceder conforme a la ley. Lamentó los acontecmientos  en Cohuecan, perteneciente al municipio de Tepexco y señaló que se hará justicia.

                  Hubo una mesa de trabajo en Tepexco, con autoridades municipales de varias partes de esa región, para acordar las medidas que se adoptarán para garantizar la seguridad de sus habitantes y el castigo de quienes pretendan alterar la paz y la tranquilidad de la región.

                    El pasado viernes 9 de agosto, se cumplieron 33 años del fallecimiento del profesor Jorge Murad Macluf, uno de los presidentes municipales más queridos de Puebla-capital.

                  Para recordarlo, hubo un acto celebrado en el atrio del templo de Santo Domingo, ubicado en la 5 de Mayo y 2 oriente, atrio que fue rescatado por el maestro Murad siendo presidente municipal, pues en él había un edificio donde funcionaba una papelería con venta al público. El rescate devolvió una hermosa vista al templo colonial que alberga ahí la famosa capilla del Rosario, muy visitada por turistas nacionales y extranjeros.

                  El discurso en el acto, fue pronunciado por el licenciado Héctor Méndez Arroyo, quien fuera secretario particular del entonces presidente de Puebla.

                   Asistieron su espsosa, la maestra Derbilia González Vda. De Murad, su hija Derbilia Murad González, su hijo Emilio y sus nietos, además se contó con la presencia del ex gobernador Melquíades Morales Flores, de la regidora Silvia Tanús, de quien fuera su jefe de prensa el licenciado Raún Torres Salmerón acompañado de su esposa, la también periodista Leticia Montañer y muchos otros amigos y ex alumnos del maestro.

                    Se recordó que con él se inició la recuperación de Puebla y se creó el Primer Consejo Consultivo Ciudadano, para el Reordenamiento Comercial y Cultural de la ciudad.                  

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