Domingo, 21 Octubre 2018 15:02

A contracorriente

Artículo | Algo Más Que Palabras

“Lo que has de reprochar, antes de hacerlo a otro, corrígete a ti mismo por si acaso”
  
    Siento debilidad por aquellas gentes que son efectividad humanística, artesanos de lo armónico, que no escatiman esfuerzos a la hora de ser constructores de paz, todo un arte que requiere energía comprensiva, espíritu creativo, alma serena, soplo sensible, y mucha destreza de pulso. No es fácil impulsar este camino que va a contracorriente; no en vano, hasta uno mismo en ocasiones llega a cuestionarse su misma razón de ser y de cohabitar. Ciertamente, las guerras, las persecuciones, no son agua pasada; sino fuegos actuales que a veces nos impiden traspasar horizontes más justos. Quizás tengamos que fortalecernos con otros lenguajes más claros y profundos, en testimonio más auténtico, pues sólo así lograremos una sociedad más pacífica y vinculante entre sus miembros. Ojalá reflexionemos hacia ese gran protocolo del aliento compartido, del abrazo sincero, porque la humanidad por sí misma no es nada, y en conjunto, sí que es el corazón palpitante de la certeza. En cualquier caso, lo que has de reprochar, antes de hacerlo a otro, corrígete a ti mismo por si acaso, y luego vociféralo al mundo.

    Sea como fuere, tengo la convicción de que muchas gentes se esfuerzan cada día por dar un cambio social en sus vidas, y aunque se hallan con los muros injustos de ciertos ideólogos que mutilan sus propios sentimientos, prosiguen en su afán y desvelo por ser hombres de verdad y virtud. Me consuela tener presente, de que a pesar de las muchas dificultades y obstáculos, jamás nos damos por vencidos. Siempre hay una mano tendida dispuesta a ayudarte, es cuestión de aceptarla, y de reconocer las muchas miserias humanas que por momentos cobijamos, sin apenas darnos cuenta. Por tanto, en medio de esta vorágine actual, tenemos que hacer un alto en el camino, cuando menos para ofrecer otras actitudes menos individualistas, de falsa humanidad, que de vez en cuando nos gobiernan destruyéndonos como marionetas inservibles. San Pablo invitaba a los romanos a no devolver “a nadie mal por mal” (Rm 12,17), a no querer hacerse justicia “por vuestra cuenta” (v.19), y a no dejarse vencer por el mal, sino a vencer “al mal con el bien” (v.21). Esta actitud no es expresión de debilidad, sino de nítida pujanza amorosa, porque hasta el mismo Creador nuestro, es pausado para la ira, pero grande en amor.

    También la Carta fundacional de Naciones Unidas, documento de referencia entre humanos, plasma ese corazón de júbilo manifestado por el eterno lema de “nosotros, los pueblos”. A propósito, se me ocurre meditar que puede ser un buen momento, que coincidiendo con su onomástica (24 de octubre), reafirmemos cada cual consigo mismo, nuestro compromiso de recuperar la confianza perdida en la colectividad, en los humanos; de cuidar la salud de nuestro planeta, y no dejarlo enfermar con nuestra pasividad; de tampoco abandonar a nadie en las cunetas de la exclusión, arropándolo y protegiéndolo; defendiendo la dignidad de todos y para todos, a través de abecedarios más acordes al intelecto pacificador. Que la compasión y la no violencia guíen el modo de tratarnos en las relaciones de parentesco, interpersonales y en sociedad. Sólo así, nos puede globalizar ese espíritu de concordia que vence toda tentación de venganza. Por desgracia nos hieren esas estirpes divididas, esos hogares desunidos que intentan cambiar su mística, en parte propiciada por la absurda ideología de género, ese mundo fragmentado, esa sociedad que no acoge y rechaza, sin diferencias de sexo y que ahueca el fundamento antropológico de la familia. Sabemos, asimismo, que en muchos lugares se violan los derechos humanos. Sin embargo, no podemos desfallecer, y en valor de la palabra que sale de nuestro interior, aplaquemos los ánimos y seguramente, de este modo, aumentaremos la esperanza, las oportunidades de entendernos y respetarnos.

    Uno, al fin, ama ejercitando el amor. También a perdonar sólo se aprende perdonando. Confiemos, pues, en aproximarnos a través de aquello en lo que produzcamos. Desde luego, la mejor producción, la más indulgente, es que la pobreza extrema va en descenso, ahora solo falta que nos sirvamos con otros modelos de reparto más integradores para que las desigualdades disminuyan, haciendo de la política, un servicio al ciudadano y una nueva era de avenencia entre la ciudadanía. Por desgracia, los lenguajes actuales están viciados por los dominadores que casi siempre suelen aplastar a los débiles. Estas batallas ya las hemos vivido y soportado, es cuestión de innovar rectificando, pues si en conciencia ansiamos la paz, no fabriquemos más armas y elaboremos otras decencias, empezando por la autosatisfacción de cada individuo, y terminando por la multiplicación de vivir y dejar vivir.

Víctor Corcoba Herrero / Escritor
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Lunes, 30 Abril 2018 19:29

Arranca campaña Edmundo Tlatehui

Luego de inaugurar su casa de campaña, el candidato por el partido acción nacional de San Andrés Cholula, Edmundo Tlatehui Percino, se dirigió al mitin que ya lo esperaba en el zócalo del Pueblo Mágico.

Se presentó como un ciudadano que es sanandreseño, es arquitecto de profesión y tiene una maestría en Administración Pública, está casada civilmente con su esposa Guadalupe, tiene tres hijos, Lupita, Joan y Ema Rebeca.



Por otro lado Mundo, como lo empiezan a conocer la gente, conoce la problemática de San Andrés Cholula y sus necesidades, la principal demanda es la seguridad, lo que hará rápidamente es contratar más policías, capacitarlos y pagarles un buen salario.

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Miércoles, 21 Marzo 2018 14:11

Hacer mundo es importante

Artículo | Algo Más Que Palabras
  
     Hoy más que nunca necesitamos activar los pactos entre culturas, acrecentar la cooperación entre unos y otros,  mediante alianzas que nos insten a repensar conjuntamente. No podemos retroceder, hay que dar pasos hacia delante, pero sin obviar nuestras raíces, la cátedra de nuestros antecesores. Lo saludable es reintegrarnos activamente, con una mentalidad colaboradora, dispuestos siempre a tener en cuenta la naturaleza de cada ser humano y la mutua conexión que nos une. Por ello, hacer mundo es importante. Yo diría que vital. Siempre desde el respeto y la consideración hacia ese orbe natural del que todos, sin exclusión alguna, formamos parte.

    Señalemos en este sentido, del buen obrar, el liderazgo de Europa en la transición de la energía limpia y su compromiso en esta búsqueda para salvar nuestro planeta y para brindar a nuestros ciudadanos un entorno más saludable, empleos más ecológicos y una mejor calidad de vida. En consecuencia, ese pacto global de Alcaldes por el Clima y la Energía que definitivamente abre la sede en Bruselas, será sin duda una verdadera historia de éxito en cuanto a referencias y referentes. Como también florece como una verdadera semblanza de desarrollo armónico de la especie humana el que utilicemos el acatamiento a los derechos humanos. Indudablemente, será la mejor estrategia para prevenir los conflictos. Nos hace falta, desde luego que sí, someternos y tomar conciencia de ello.

En algunos países la violencia es insostenible. Por tanto, hemos de propiciar otros lenguajes más aglutinadores, pues ya está bien de tanta doctrina injusta de superioridad, siempre condenable, y que impide la autorrealización del individuo. Necesitamos ser escuchados por ese todo universal y eliminar cualquier forma excluyente de racismo e intolerancia que todavía persiste alrededor de cada uno, o en uno mismo. Ha llegado el momento de decir ¡basta ya! No nos podemos seguir engañando. Es hora de la acción. Reeduquémonos. La educación es el abecedario más fructífero para juntar corazones. Sepamos que para ese mundo habitable y feliz, todo depende de nosotros. Porque todo está en nosotros. Y en nosotros, también está la vida que queremos darnos, con su cielo o infierno a conquistar.

 Víctor Corcoba Herrero / Escritor
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Columna | Desde las Galias

            1.- Hete aquí –Palou El Viejo- que copiando el arribo de naos y galeones al puerto de Acapulco en la época novo-hispana, arriba y desembarca de su Matria guerrerense a esta “Ciudad de los Ángeles” que no a Puebla de los Ángeles, el joven Octavio Augusto Navarrete Gorjón.
            2.- Dice el combativo literato, que “cuando llegué a Puebla la universidad-BUAP- en 1974 se consolidaba el proyecto de universidad democrática, crítica y popular.   Brillaba como nunca la academia, se debatían ideas en todas las ramas del conocimiento y se introducían materias novedosas”.
            2.1.- En “Perfiles”, acopia 28 textos.  Unos, con rango de ensayos; otros, mini biografías de su mundo hecho personas; los más, descripciones severas, juiciosamente imparciales haciendo de lado creencias, mitos, complejos o traumas de los que hemos vivido antes de la verdad difundida por un influyente politólogo estadounidense de origen japonés. El Dr. Francis Fukuyama: Ha escrito sobre temas en el área de desarrollo y política internacional. Su libro “El fin de la Historia y el último hombre”.
            2.2.- Los 28 documentos, hablan de la visión de un hombre lúcido, nacido en una geografía hostil para todos los seres vivos, que los vuelve rudos, realistas y tan directos en la relación humana, que imponen cátedras de lealtad o fidelidad a ideas o conceptos hasta la muerte.
            2.3.- La Guerra de Independencia nacerá en el área del Bajío novo hispano, pero sus etapas derrotadoras del Imperio Español fueron en Guerrero, Puebla, Oaxaca, Morelos,  donde las provincias aportan entre todas 20 millones de has., para hacer Las Mixtecas, o la Gran Mixteca.
            3.- Octavio Augusto narra como el pueblo guerrerense, anidó la idea de transformar sus mundos de brutal marginación material e intelectual del México evolucionando, por medio de la guerrilla agraria.
            3.1.- “Para leer a Acosta Chaparro”.   “Para entender a Montemayor”.  “Acosta Chaparro morir en la ignominia”;  son videos de la más alta violencia ejercida impunemente por  alguien a cargo del acto represivo, aprendido de maestros estadounidenses expertos en la aniquilación de disidentes inconformes con las condiciones sociales de miseria eterna.
            3.2.- Lo hecho en Guerrero, en varios municipios –Atoyac de Álvarez como núcleo-; por los cuerpos represivos del ejército, de policías comunes o especializados, o de civiles guerrerenses adiestrados para aniquilar a sus iguales se compara a lo hecho por  otros militares o policías en todos los pueblos hispano americanos en la Guerra Fría.
            3.3.- Para  algunos, suena tan fantasioso, ficticio o irreal, como los 4 millones de seres humanos convertidos en jabones, pantallas de lámparas de mesa, cenizas para abonar, produciendo además 50 mil millones en oro depositados en la banca suiza producto de los valores despojados a la judería sacrificada.
            4.- “Perfiles” regala a la poblanidad, la hazaña de miles de académicos, administradores, investigadores, educados, rectorados, que han dado a México, a hispano América, al mundo, el modelo contemporáneo de centro de Educación Superior que es la BUAP, luchando ahora para que la sociedad económica poblana –mexicana admita, la creación de eslabones: Ciencia-tecnología-educación-capital-producción, tan natural en los países más desarrollados, pero ahí lograda la cadena a través de miles de años, cuando nosotros arrancamos apenas en 1821, salvo la opinión contraria de expertos.
            5.- En  “Perfiles”  se leen sabrosamente mecanismos mentales de los grandes ajedrecistas del mundo; hace a Norman Mailer el cantor-autor de la lucha de la juventud de E.U. sacrificada en la ignota tierra de Vietnam, entendible después de ser accesible a “Los Ejércitos de la Noche”;  cita al autor de “El Príncipe de Florencia”  y amoroso cierra etapas sentimentales de su personal cronología.   A final de cuentas: Este cabrón reconocido en su Matria y fuera de ella, fue educado en la Ciudad de los Ángeles, conocida como Puebla.
            NUESTRA CASA.-  Alexandro Sola-linde, viene a Puebla el 21 de Marzo a pronunciar un discurso republicano “actual”,  en el máximo día Juarista.   Lugar: el Carolo.


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Uno de los alimentos más prácticos nació ante una curiosa necesidad y hoy en día se mantiene como uno de los favoritos de aquellos que necesitan un alimento fácil de elaborar, transportar y consumir. Nos referimos al sandwich, el cual, tras dos siglos y medio de existencia se ha enriquecido con ingredientes locales al rededor del mundo.

La historia cuenta que su inventor fue el aristócrata inglés del siglo XVIII, John Montagu, IV Conde de Sandwich, quien gustaba jugar a las cartas. Tras una partida de más de 24 horas, el noble pidió a sus criados le proporcionaran distintos alimentos, él tomó pan y carne y creó así un alimento fácil de preparar y con el que podía seguir su juego sin más distractores.

La curiosidad de esta historia no para ahí, ya que según se dice, en su testamento estipuló que su creación llevara el nombre de sandwich. La primera referencia de la que se tiene testimonio sobre este vocablo se dio en 1762, de acuerdo a escritos del historiador británico Edward Gibbon, quien dio fe de cómo dos nobles discutían de política en una cafetería al tiempo que degustaban este novedoso alimentos hecho con tan simples ingredientes.

El sandwich rápidamente encontró cabida en el gusto de los europeos; mientras que en Francia e Italia se consumía con el tradicional pan hecho en casa, los ingleses adoptaron un pan de miga que hacían con un molde, así nació lo que hoy conocemos como pan blanco o de caja.

De esta manera este bocadillo adoptó rápidamente los ingredientes y costumbres locales de cada país al que llegó. Asimismo, adoptó nuevos vocablos, aunque la esencia ha sido la misma.

Por ejemplo, en México es más popular la versión conocida como torta, la cual se hace con bolillo, telera o birote. Los ingredientes de cada región la han dado múltiples personalidades, desde la Guajolota de tamal de la Ciudad de México hasta las Guacamayas de León, Guanajuato con chicharrón y pico de gallo.

En España es conocido como bocadillo; en Perú como butifarras; Venezuela, Colombia y Ecuador tienes sus propias versiones conocidas como sánduches; y en Estados Unidos se llegó al grado de crear el sandwich de helado.

El éxito de este alimento radica en su fácil preparación, en la interminable variedad de ingredientes que puede contener y sobre todo en lo práctico de su consumo. Es por ello que es el alimento favorito de las madres al preparar un lunch escolar, y los trabajadores pueden encontrarlo fácilmente y a un costo muy bajo para continuar con sus labores.

Referencias:

-    http://www.unidadenladiversidad.com/historico/opinion/opinion_ant/2002/marzo_2002/opinion_130302.htm
-    http://www.englishonline.org.cn/en/listen-watch/trend-uk/sandwich
-    http://lukehoney.typepad.com/the_greasy_spoon/2008/06/traditional-eng.html
-    http://www.dailymail.co.uk/femail/food/article-1248780/Traditional-British-sandwich-flavour-sales-tortilla-wraps-naan-bread-soar.html

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Columna | P u l s o    P o l i t i c o

     No hay duda de que el sistema democrático mexicano basado en partidos políticos casi inexistentes, salvo excepciones, es el más caro e ineficiente, como afirman varios politólogos.

      Los partidos políticos, excepción del PRI, del PAN, del PRD y de Morena, son prácticamente inexistentes. Se concretan a formar comités estatales y algunos distritales y nunca se ve que realicen trabajo de afiliación.

       Ninguno de los partidos grandes, excepción hecha del PRI, tiene estructura, cuenta con organización para una lucha electoral como la que se va a dar en el 2018.

       Por eso en tiempos electorales, todos pretenden unirse, hacer alianzas y en vez de presentar proyectos, planes de gobierno para resolver los gravísimos problemas que padece nuestro país, anuncian como su principal objetivo, “sacar al PRI del poder”.

        Ese fue el proyecto de Vicente Fox, que lo logró, pero en sus seis años de gobierno, nada cambió. Tuvo a la mayoría en el Congreso, pero a los tres años, perdió 50 escaños en la Cámara de Diputados.

         En los doce años de regímenes panistas, el país no solo no creció, económicamente, sino que decreció. El desempleo y la pobreza aumentaron terriblemente, y en tiempos de Felipe Calderón, se inició la guerra contra el crimen organizado, que todavía padecemos.

         Todos los partidos políticos reciben millones de pesos anualmente como prerrogativas, para que puedan realizar su trabajo y no lo hacen o lo hacen muy mal.

         El caso es que cuando llegan tiempos electorales, no tienen gente capacitada para figurar como candidatos y se concretan a recibir a los desechados del PRI. Eso lo hace hasta un partido como el PAN, con casi ochenta años de fundado.

         El Instituto Nacional Electoral, acaba de aprobar la entrega de casi siete mil millones de pesos extras a los partidos políticos, para que puedan participar, con piso parejo, en las elecciones que vienen. Bueno, hasta los presuntos candidatos independientes a la Presidencia de la República respingaron por esto, pese a que ellos también tendrán una buena mochada.

         Los partidos políticos en el mundo, no crecen por disponer de recursos económicos en abundancia, aunque el dinero es necesario para hacer política, pero además de recursos se debe tener ideología, un proyecto de gobierno, un plan o programa de trabajo, sustentado en la ideología de cada partido. Los partidos mexicanos han perdido eso, la ideología, que debería ser su orgullo, su sello distintivo. Los partidos mexicanos fueron durante más de medio siglo, abanderados liberales, como el PRI; abanderados de la derecha, como el PAN, o de la izquierda como el PRD. Ahora el partido Revolucionario Institucional es más derechista que liberal; Acción Nacional es derechista tibio; el PRD, parece tener vocación de acólito del PAN Y Morena parece ser el sustituto del PRD, en eso de representar a la izquierda. Los demás, son los demás….

         Eso sí, todos buscan básicamente dos objetivos: tener poder y hacerse ricos en poco tiempo, o por lo menos esa es la percepción generalizada entre la ciudadanía.

         Alguien aconsejó al dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya, que si aspira a la candidatura de su partido a la Presidencia de la República, debería traerse a su familia de los Estados Unidos y el accedió a ello.

        Ya están en México su esposa y sus niños. Fueron enviados al vecino país del norte para que aprendieran inglés y para que conocieran otra cultura.

         Solo que los chavos están tan pequeños, que deben hablar mejor el inglés que el español y culturalmente estarían o están más familiarizados con la cultura gringa que con la mexicana a la que ahora apenas van a conocer.

         Todo parece indicar que a don Ricardo Anaya, se le quedó muy bien grabada la recomendación que hizo Miguel Angel Gurría, cuando era secretario de Estado en México, en tiempos de Salinas.

         Acababa de firmarse el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá y el señor Gurría tuvo la ocurrencia de recomendar a los mexicanos que procuraran que sus hijos aprendieran inglés. Sus palabras fueron: “Aquél mexicano que no sepa hablar inglés, estará perdido”.

          Don Ricardo seguramente lo creyó y por eso mandó a sus niños, porque todavía son niños, a aprender el idioma inglés y la cultura gringa. ¡Qué bonito! ¿Verdad?

          El efecto Trump empieza a revivir el racismo en el mundo: En Alemania, unos 500 jóvenes neonazis, conmemoraron en un acto efectuado en Berlín, el 30 aniversario del suicidio, a sus 93 años de edad, de Rudolf Hess, lugarteniente de Hitler, celebre habitante de la prisión Spandau, cerca de Berlín, donde fueron recluidos todos los criminales de la Segunda Guerra Mundial; También ayer, se cumplieron 170 años de que México perdió la guerra  con los Estados Unidos, en tiempos de Antonio López de Santana. Esto fue en la batalla de Churubusco. Y con eso perdimos más de la mitad de nuestro territorio, entre ello el ahora estado de California de los Estados Unidos, el más rico y plural de ese país, Arizona, Nuevo México, etc……..Y para finalizar, le recordamos que también ayer, se cumplieron 50 años de la matanza de compreros en Acapulco, lo que significó la caída política de don Amador Hernández, entonces dirigente nacional de la CNC. Los copreros estaban demandando en manifestación pacífica, el aumento de tres centavos en el kilo de su producto y fueron agredidos por pistoleros a sueldo. Hubo 35 muertos en el enfrentamiento y más de cien heridos, muchos de ellos graves, que después fallecieron. Como ocurre casi siempre en México, no hubo ningún responsable que hubiera sido detenido.

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Jueves, 17 Agosto 2017 17:38

Desdén de diputados

Columna | Desde el portal

 Una invitación en tiempo y forma de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca y siete organizaciones periodísticas de las 8 regiones de la entidad, para conocer el estado que guardan las iniciativas presentadas al Congreso local para formar una Ley Estatal de Protección a Periodistas y Medios de Comunicación, fue desdeñada por diputados a la LXII Legislatura, lo cual da fe del divorcio entre el poder público, la sociedad y sus representantes.

 Es obvio que los diputados no se mandan solos y que recibieron instrucciones precisas  -el que paga manda- de no acudir a la reunión, como un claro mensaje de que el poder público no tolera la creciente crítica a la falta de resultados de la administración pública estatal, que a ocho meses de entrar en funciones mantiene el mismo estado de cosas, o peor, que como lo dejaron los ex gobernadores Ulises Ruiz y Gabino Cué, considerados los peores gobernadores en la historia contemporánea de la entidad.

 Y la intolerancia hacia los señalamientos se basa a la presencia de funcionarios que no conocen la realidad de Oaxaca, porque no son oriundos del estado, porque si bien tienen amplias credenciales académicas, carecen de vocación social y no los ata ningún sentimiento hacia el terruño, pues sus intereses están fuera del estado y siempre se la pasan en actos políticos del PRI,  “en la grilla” en busca de posiciones más rentables pues las arcas públicas –cuando menos eso dicen- están vacías.

 Lamentable actitud de los diputados que rehuyen –porque así se los ordenaron- el diálogo y la civilidad política para encontrar soluciones a los problemas sociales que enfrenta la entidad; pero sabemos que no es cuestión personal o de partido, sino porque lamentablemente obedecen instrucciones ajenas a sus representados y sólo cumplen un papel de títeres del sistema.

TURBULENCIAS

Más violencia en el mundo

Un nuevo atentado terrorista en Las Ramblas –otro vehículo arroyó a paseantes- en Barcelona, se une a hechos similares ocurridas en otras partes del mundo como demostración de que las cosas no marchan bien en la conducción de los destinos de la humanidad, pese a los adelantos tecnológicos y de la medicina; falla, tal vez, la política o la religión…

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Miércoles, 09 Agosto 2017 15:47

Asistir es un deber humanitario

Artículo | Algo Más Que Palabras
  
La identidad humana halla su pujanza en el testimonio, en el quehacer diario que nos trasforma y ensancha el corazón, en la vida misma que nos hace crecer y resistir a las muchas cruces que nos sembramos unos hacia otros, para desgracia de todos. En efecto, son muchos los conflictos que se cobran la existencia de muchas personas en todo el planeta. Cada amanecer son más los niños que dejan la escuela, las familias que abandonan sus hogares, los seres humanos que huyen desesperadamente. Deberíamos detener este sufrimiento, con más asistencia humanitaria, con más corazón para aislar a los que no tienen alma, pues son puro veneno destructor. Por eso, tan importante como llamar a la calma es abordar sus causas subyacentes de manera irrevocable. Necesitamos, por tanto, una fuerza internacional que nos aglutine a todos, y proporcione los apoyos necesarios para poner fin a estos lobos con fisionomía de persona. Es hora de trabajar conjuntamente, de salir de uno mismo para llevar algo de bondad a los demás, ante la multitud de itinerarios que nos atrofian, ya que lo más empalagoso del mal es que a uno lo adiestra, en lugar de hacernos huir del malvado. Así, hemos de decir ¡basta!, para superar esta forma de vida voraz. Estamos hechos para vivir, no para matarnos en inútiles guerras, por muy creciente que sea el número de malhechores.

Hay que iluminar la oscuridad del mundo. Se requiere una legión de ciudadanos dispuestos a ejemplarizar esta atmósfera perversa que proviene del hombre mismo. Alcemos nuestras voces para defender a tantos inocentes. Es una pena que los trabajadores sanitarios y humanitarios, que ponen sus vidas en permanente peligro para atender a las víctimas de la violencia, se conviertan cada vez más en objetivo de los ataques. Ellos son nuestro referente y nuestra referencia, ejemplo de coraje y donación. Su valiente heroicidad sí que ha de fraternizarnos. Precisamente, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, acaba de expresar su profunda preocupación por el nivel de necesidades humanitarias sin precedentes y la amenaza de hambruna que enfrentan más de veinte millones de personas en Yemen, Somalia, Sudán del Sur y el Noreste de Nigeria. La declaración fue leída por el Representante Permanente de Egipto ante la ONU, Amr Abdellatif Aboulatta, quien preside el Consejo el mes de agosto. El Consejo deploró que, en algunas zonas, no se logre garantizar el acceso de los equipos humanitarios y pidió, a las partes, acabar con los obstáculos para servir asistencia vital a los civiles. Asimismo, elogió los esfuerzos realizados por los donantes internacionales para contrarrestar la crisis en esos países y solicitó el desembolso inmediato de los fondos prometidos en las conferencias internacionales celebradas en Oslo, Ginebra y Londres, como financiación multianual y sin asignar a fines específicos.

De manera concluyente, deseo subrayar, que si importante es reducir el riesgo de desastres naturales que obstaculizan el desarrollo, no menos significativa es la labor de una ciudadanía solidaria, preparada a cooperar entre sí, por propia conciencia humanitaria, más allá de cualquier frontera o frente que se le presente. Estamos corriendo el grave riesgo de globalizar los enfrentamientos, en vez de mundializar aquello que nos humaniza. No olvidemos que el mundo está en guerra, esencialmente, por aquellos que permiten que la maldad nos gobierne. Es necesario, por consiguiente, hacer un examen interior para hacer frente a este viento alocado que todo lo trastoca. No hay que crecer destruyendo, sino construyendo. Sea como fuere, no podemos continuar sin sentir dolor por el calvario que viven algunos de nuestros análogos. La humanidad tiene necesidad de otros líderes que activen la reconciliación. Quizás tengamos que soltar muchas más lágrimas, puede que sea la hora del llanto, pero tras de sí, estoy convencido, que volverá a resplandecer lo armónico, una vez despojados de la ambición de poder, de la avaricia e intolerancia. Una vez más, propongo firmemente, cerrar la industria armamentista y abrir la industria del verso y la palabra,  de los jardines abiertos al diálogo, lo que nos exigirá pedir perdón, tener más compasión, y gemir hasta que florezcan de poesía los caminos del alma. Subsiguientemente, cada paso que demos debe caracterizarse por una actitud de entrega desinteresada, incluidas las más distantes a nosotros y desconocidas por nosotros. Sólo así, conseguiremos hermanarnos, y edificar la concordia que las gentes de bien tanto anhelamos.

Víctor Corcoba Herrero / Escritor
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Domingo, 16 Julio 2017 17:03

Hay que aprender a amarse

Artículo | Algo Más Que Palabras
 
    Nuestro mundo anda crecido de desórdenes y fuerzas divisorias, pues la falta de respeto y la violación de los derechos humanos, lo han convertido en un diario de muerte contra todos los moradores.  Nadie está seguro en ningún sitio. Ante esta situación, pienso que es un deber de todos activar en la sociedad una conciencia de consideración hacia todos ser vivo,  y también hacia nuestro entorno, aparte de que cada cultura debería incentivar modos y modelos responsables de coexistencias. Subsiguientemente, creo que es fundamental interactuar de otra forma, con un lenguaje más auténtico y cercano, ya que todo ser humano está llamado a entenderse y a ser comprendido por su análogo. Por tanto, para abordar estos problemas, a mi manera de ver, se hace imprescindible atajar las causas que los provocan, fomentando y defendiendo la generosidad, junto a los lazos de amistad, siempre vinculantes a un ambiente más unido y hermanado. Se trata de tender puentes, o si quieren la mano, a tantos excluidos del sistema. Urge sacarlos de su tristeza, abrazarlos, y hacerles sentir que otro mundo más justo es posible, en la medida en que rompamos su círculo de soledades y bochornos.

Desde luego, lo prioritario es que la gente en lugar de ejercitarse en el odio, aprenda a amarse. Una especie que en verdad se estima, transforma el mundo y derriba todas las barreras que nos separan. Esta es la cuestión a considerar ante tantas tragedias y necesidades que golpean a nuestros semejantes. El discurso de la venganza nos deja sin nervio y también sin verbo que nos aliente. A propósito, el Secretario General de la ONU, António Guterres, acaba de ser contundente: “La voz, la autoridad y el ejemplo de los líderes religiosos son vitales  para prevenir la incitación a la violencia”. Ciertamente, en un momento en el que las religiones se han tergiversado y manipulado para justificar la marea de hechos violentos, conviene reconsiderar que la mística auténtica es manantial armónico y no fuente de absurdas batallas. Por otra parte, el espíritu humano no puede perder de vista el sentido hondo de las experiencias de vida y, en este sentido, necesita recuperar la esperanza en el amor más efectivo.

Cada uno de nosotros tiene su propia identidad poética, a la que es fiel, y con la que debe avanzar autónomamente, experimentando con su personal actuación, la de ponerse al servicio de los demás para sentirse cuando menos más libre, algo tan sublime como la distintiva humanidad. No podemos seguir con esta frialdad de relaciones humanas. A mi juicio, es primordial que la sociedad trabaje conjuntamente en todos los ámbitos para crear vínculos de unidad y unión, que rompan los muros que nos aíslan y marginan. Estamos predestinados a dejarnos amar y a ser amados, por lógica conciencia humana, sabiendo que sólo así se puede favorecer una mejor convivencia y lograr, de esta manera, superar el aluvión de dificultades que soportamos a diario. Los pueblos alzados en contiendas jamás alcanzarán prosperidad alguna. La gente tiene que cultivarse en el sosiego para poder orientar sus decisiones en favor de una actuación más colectiva, de protección de nuestro hábitat, para construir y reconstruir una civilización cada vez más solidaria y compasiva.

El día que la humanidad, en su conjunto, haya aprendido a amarse, no a armarse,  habremos alcanzado el mayor signo de vida, pues nadie morirá nunca, todos seremos recordados por nuestra capacidad comprensiva y por nuestra actitud de donación. La receta de un doctor de la Iglesia, considerado el Santo de la Amabilidad, como San Francisco de Sales,  seguro que nos pone en el buen camino. Este era su clarividente mensaje: “Se aprende a hablar, hablando. A estudiar, estudiando. A trabajar, trabajando. De igual forma se aprende a amar, amando”. Indudablemente, si la vida nos hace pensar en la vida, es el amor también el que nos da amor, y no las condiciones económicas favorables. Cuando uno experimenta un gran afecto en su caminar, todo adquiere otro sentido más del espíritu que del cuerpo, y así, cuando se sufre con el otro, por los otros, se da verdaderamente un sentido de pertenecía que no es un fundirse, pero tampoco un hundirse, sino un partir y un compartir, hasta que se convierta en un estilo existencial, donde el vínculo de la amistad lo es todo, inclusive más que el talento, puesto que es un sentimiento noble y valioso en la vida de los seres humanos de todo el planeta.

Amarse, efectivamente, es impulsar un cultivo diferente al actual, y en el que ha de jugar un papel transcendental la educación, para que el respeto germine con más fuerza si cabe, pues nunca el cambio fue más requerido en un mundo tan desigual y de tantas incoherencias, renombradas como crisis democráticas.  Pongamos, sobre la mesa, el reiterado compromiso del mundo por crear un mejor futuro para todos, para las personas y el planeta, pero no pasamos del intento a la acción, precisamente, por esa falta de autenticidad, de coraje en el cambio del sistema financiero global, más empeñado en otros intereses más mercantilistas que humanos, y aunque nos consta que los países del G20 han movilizado miles de millones de dólares en el último año hacia el desarrollo sostenible, la realidad nos apunta que la economía y la ecología, hoy por hoy, son mundos contrapuestos. Falla esa generosidad, propia del auténtico amor entre las gentes, para unir responsabilidades y no intereses monetarios, que todo lo vician y corrompen.

Ojalá podamos sentirnos ciudadanos del mundo, con lo que esto supone de ética moral y de convivencia armónica, a través de la naturaleza de la que formamos parte y por la que somos el todo. Esa universalidad que nos merecemos hay que ponerla en práctica. Hoy muchas comunidades aún se hallan por debajo de la mayoría de los indicadores sociales y económicos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. ¿Hasta cuándo? Está visto que nos falta amor y nos sobra adulación. Lo escribió, en verso, el mismo Pablo Neruda: “es tan corto el amor y tan largo el olvido”. Por omisión, cuántas cosas necesarias dejan de hacerse, que no es menos reprochable que la comisión del mal.

En todo caso, la apuesta del amor en un mundo tan desencantado, con tantos desengaños en los vínculos del compromiso, con tantas acepciones comerciales cínicas, donde nadie se ocupa ni preocupa por el otro, debe hacernos repensar sobre el alcance del término. El amor no entiende de medias tintas y menos de tintes que no son transparentes.  Mi prójimo es cualquier ciudadano que me requiera y yo pueda auxiliarle. Cuando esto se produce, ahí nace el amor en su pureza, el auténtico amor, que es gratuito y servicial siempre. Sin embargo, nos hemos acostumbrado a que los pudientes de este mundo suelan acoger una posición de superioridad, en lugar de donación, que es lo que verdaderamente nos hace humanitarios. Algo fundamental para cualquier proceso en construcción que ponga, en primer lugar, el desarrollo orientado hacia la satisfacción de las necesidades humanas  globales y la conservación de la naturaleza. De ahí la necesidad de transitar por caminos abiertos, con un corazón que ve y siente;  y que, por ende, actúa en consecuencia. Al fin y al cabo, el amor todo lo vence y convence. Tanto es así, que nuestra alma no tiene edad para aprender a amar, el aprendizaje es un perseverante deber, lo que nos exige ser compasivo, puesto que el amor compadece, –como decía Unamuno- , “y compadece más cuanto más ama”. Además; es buena señal de que así sea, al menos para conciliar cuánto más reconciliaciones mejor.
 
Víctor Corcoba Herrero / Escritor
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Publicado en COLUMNAS
Miércoles, 21 Junio 2017 17:33

Rehacer la humanidad

Artículo | Algo Más Que Palabras
  
    Con la multitud de crueldades sembradas por doquier rincón del mundo, es preciso activar la reconstrucción de existencias desde la esperanza a un proceder digno, el que todos nos merecemos por el hecho de ser personas. No podemos continuar con esta deshumanización, máxime en un momento en que,  según cifras de agencias de la ONU, 1 de cada 113 personas es desplazada o refugiada y cada minuto 24 personas lo dejan todo para huir de la guerra, la persecución o el terror. Si importante es trabajar unidos, a mi juicio es vital rehacernos como seres caritativos. Es una lástima que los países que menos recursos tienen son los que hacen más por los débiles. Para empezar debiéramos aprender a soportarnos, a guardarnos estima, a competir menos y a compartir más, a vivir y a dejar vivir. Ya está bien de injertar tanta ración de tormentos. Realmente me entristece esta aguda psicosis bélica que nos envuelve. Hace falta que la sociedad deje de ser tan fría, dominadora y sumisa a la vez, pues más que un rebaño sin consistencia alguna, hemos de ser corazón y savia, siempre dispuestos a ser familia y a hacer familia, con la altura espiritual que esto supone. Ahora sabemos que una cifra récord de 141 millones de personas en 37 países necesita ayuda humanitaria; mientras, los planes de respuesta de la ONU destinados a ayudar a 101 millones de los más vulnerables, ha recibido solamente una cuarta parte de los fondos requeridos. Estos datos nos indican que tenemos que ser más bondadosos humanitariamente, ya que en un mundo globalizado como el actual es mejor afrontar los retos coordinados y unidos que dispersos y divididos.

    Sin duda, la humanidad deberá formar un cuerpo integral para poder avanzar en calidad de fortaleza, y así, poder mejorar de este modo, un espíritu hermanado y no tan revanchista como el momento presente. Por ello, tenemos que recuperar la racionalidad de lo humano frente a tanta inhumanidad, lo que impone una fuerte vinculación honesta responsable y profundamente solidaria. De ahí, la importancia de los diálogos entre las generaciones, entre familias y pueblo, porque todos somos pueblo, con la capacidad de dar y recibir. Lo que es alarmante es que siga imperante el sufrimiento en tantas poblaciones del mundo, donde el vivir diario es peligroso y desesperante, a pesar de que las expectativas de vida vayan en aumento. En vista de la situación tan nefasta, nos alegra que Uganda lleve a cabo una cumbre solidaria con el apoyo de Naciones Unidas para hacer frente a la creciente crisis de refugiados. Ojalá este tipo de actuaciones, que desempeñan un papel fecundo de levadura en la relación social y de animación humana,  nos injerte a todas las culturas un cambio más allá del poderío tecnológico, ya que los valores genuinos deberían impregnar nuestras andanzas, así como el recogimiento por la creación. Por tanto, bajo esta acción de mezclarnos, de apoyarnos, de ayudarnos a caminar unos en otros, es como nos podemos rehacer humanamente, permitiendo que la economía y las finanzas se pongan al servicio de todos y no al interés de unos pocos privilegiados, que han puesto al dinero como fin y razón de toda actividad e iniciativa.

    No podemos permitir que se haga todo por dinero como se suele hacer. Sea como fuere, no es de recibo continuar destruyéndonos como unos genuinos irresponsables. Bien es verdad que para rehacerse, a mi juicio lo prioritario es impulsar una verdadera globalización de la solidaridad. En ocasiones, olvidamos que detrás de las muchas tragedias familiares hay una desesperada soledad, un grito de incomprensión que nadie ha sabido comprender. Es trascendental, por ende, volver al auténtico sentido de la familia, a propiciar vínculos y no divorcios. Si uno de los riesgos más graves de nuestro linaje, es la permanente separación entre economía y moral, entre política y ética, entre análogos y su poética, pues para volver a la poesía de la que formamos parte, o sea de la vida, hace falta un estilo muy distinto al actual, de donación y cercanía, de proximidad con el prójimo, para que todo ciudadano se sienta escuchado, acogido y acompañado. Quizás si hiciésemos más reflexión entre nosotros nos podríamos reconducir antes. El ser humano hay que volverlo al centro de todo, al centro de las ideas, y también de los sueños. O como han apuntado los promotores del Día Internacional del Yoga, liderados por el gobierno de la India, al considerar que el enfoque de la salud y el bienestar a través de esta disciplina puede ayudar a avanzar hacia estilos de movimiento armónicos con la naturaleza. Esa concordia, tan necesaria, es lo que hoy nos falta en el planeta, en todo el mundo, en parte por una aglomeración de estupideces y de discordancias, hasta el extremo de que se ha perdido ese respeto inherente y natural de los unos hacia los otros.

Víctor Corcoba Herrero / Escritor
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