Miércoles, 23 Septiembre 2020 17:19

Reinventarse

Artículo | Algo Más Que Palabras

“La brújula de la sensatez es un arte, al que todos estamos llamados a cultivar y del que todos hemos de formar parte”.

    Es humano reinventarse en la toma activa de nuevas actitudes; salir de nuestro indiferente espíritu y entrar en la acción liberadora, cuando menos para decidir nuestro propio camino, con nuestro específico andar. Pensemos que cada cultura es un espacio viviente, y como tal, un área de reflexión. Quizás no conseguiremos modificar una situación que nos causa sufrimiento, pero siempre podremos elegir el talante con el que afrontar ese dolor. Ahí está ese virus microscópico, el COVID-19, bajándonos del pedestal; poniéndonos de rodillas a los humanos, colocándonos en una espiral descendente de ruina total y de pobreza creciente. Ante esta tremenda realidad, debemos asegurarnos de que las respuestas nos reviven, de que nos hemos de entender todos con todos, para reorganizarnos a un futuro más esperanzador, que sirva para reconducir las economías y conducir mejor las sociedades globalizadas. Nadie puede quedar excluido. Necesitamos reconstruirnos en familia, cada cual desde su misión, sin obviar que, en el alma de esa existencia, por minúscula que nos parezca, siempre habrá un testimonio de luz. Nuestra mejor visión pasa por ver en sueño las cosas invisibles, que son las que nos alivian nuestras miserias mundanas. Nada sucede si antes no es imaginado.

    Indudablemente, en ese reinvento hay que optimizarse con la cultura del abrazo y la sabiduría de pertenecerse a ese orbe de ideas y anhelos alcanzables. Hoy el poder nos considera un mero objeto, que mientras vale tiene futuro y luego se arrincona. Seguramente, todo cambiaría, si en verdad tenemos los mismos derechos y somos igualmente válidos, independientemente de la etapa de nuestra vida en la que nos hallemos. Lo prioritario, a mi juicio, es hacer que las familias cultiven sus vínculos y reemprendan colectivos responsables. Sin duda, el mejor contrato social, es aquel que nos restaura y encamina hacia un ánimo cooperante, en el que se valorice la quietud que expanda y el valor de la unidad que imprima. Lo importante es salvaguardarse contra el mal uso de nuestra propia tecnología y estar atentos a esas señales normalizadas de odio y venganza, que campean a sus anchas por nuestra mirada, cada día más deshumanizada y perdida. Tal vez, tengamos que darle más importancia a esa educación en valores, en derechos humanos, en principios esenciales de convivencia en suma. Está visto, que la energía interna es la que nos enseña todo, nos introduce en la mística de los latidos, nos hace recordar y discernir. No perdamos esta capacidad. La brújula de la sensatez es un arte, al que todos estamos llamados a cultivar y del que todos hemos de formar parte.

    Posiblemente, entonces, descubriremos la grandeza de nuestras moradas interiores y practicaremos mucho más la compasión entre análogos. Sin duda, nuestro primer deber será conocernos para reconocernos en los demás y, así, poder digerir la fuerte crisis mundial que atravesamos, que hará falta del ingenio de todos, del cambio de pulso; y, sobre todo, de la referencia de aquellas personas coherentes entre el decir y el hacer. Hoy, para desgracia de la humanidad en su conjunto, hay mucho desgobierno que está empeorando las situaciones, cuando lo que se necesita es mejorar esa gobernanza y mundializarla, pues todos hemos de trabajar unidos en favor del bien común. En consecuencia, reinventar otros espíritus más animosos y reales, acariciando aquello que nos rodea con ese cúmulo de miradas diversas, puede ayudarnos a la construcción de pensamientos nuevos,  más apasionados con el servir que con el desvelo de dominar como hasta ahora. Desde luego, no hay mejor fórmula saludable, que concederle a la conciencia el hábito del análisis, y al corazón, el de la calma.

Víctor CORCOBA HERRERO / Escritor
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Publicado en COLUMNAS

Columna | P u l s o    P o l i t i c o

           “El Partido Revolucionario Institucional, está pasando por una grave crisis, pero puede superarla, siempre y cuando haga cambios radicales en su forma de actuar. Si continúa con el mismo sistema, tendrá los mismos resultados, no hay más”, dijo el dirigente estatal del Movimiento Antorchista en Puebla, ingeniero Juan Celis,

            Quien acaba de terminar su periodo como diputado federal por Atlixco, afirmó que la idea de hacer del Movimiento Antorchista un nuevo partido político, sigue en pié y se está trabajando en ello.

            Mientras tanto, continuarán siendo aliados del PRI, del que se han convertido en la organización más fuerte y mejor organizada, después de la casi desaparición del los sectores tradicionales del priísmo: popular, obrero y campesino.

            Reconoció que la caída del PRI, se inició con la introducción del neoliberalismo que implantó una política económica contraria a la seguida por los gobiernos surgidos de la Revolución Mexicana, cuya máxima preocupación era acabar con la pobreza y dar a todos los mexicanos por igual, la oportunidad de vivir dignamente mediante educación, trabajo, vivienda digna y buenos servicios de salud pública.

           Señaló que mientras siga existiendo la desigualdad entre los diversos sectores mexicanos y los gobiernos no atiendan las necesidades prioritarias de la población, el descontento popular, seguirá aumentando.

            “Andrés Manuel López Obrador, ha puesto a debate el asunto de la construcción del nuevo aeropuerto de la ciudad de México y aunque no comparto su idea de convocar a una consulta para decidir si se continúa o no, creo que en lo básico tiene razón. El nuevo aeropuerto es una necesidad para los ricos, pero los pobres están urgidos de muchas otras cosas”.

            “Y eso que pasa en el caso del aeropuerto, pasa con muchos estados y municipios. Se hacen obras costosas para resolver problemas que no existen o que no son urgentes y no se atiende lo primordial. Por eso ha crecido la pobreza, la desigualdad. Por eso tenemos déficit en educación, en vivienda, en salud”

             “Cuando se habla de pobreza, de carencias, de desigualdad, generalmente se piensa en el campo y en los campesinos, en donde efectivamente existe todo eso, pero también lo vemos y agravado, en las ciudades. Es increíble que una ciudad como Puebla, que es la quinta ciudad más importante del país, haya 700 mil habitantes que viven en pobreza extrema  y que no tengan la esperanza de alcanzar una vida digna para ellos y sus familias”.

            Afirmó que la organización a la que pertenece y de la que es dirigente en Puebla, tiene como preocupación principal el combate a la pobreza y a la desigualdad, pues solo abatiendo esos problemas, podremos alcanzar un desarrollo que beneficie a toda la población.

             Desde todas las posiciones que Antorcha ocupa en la política nacional, su lucha es y siempre será esa. En Puebla la organización antorchista, gobernaba a seis municipios y en estas elecciones del pasado primero de julio, no solo ratificó sus triunfos en los seis municipios que ya tenía, sino que ganó cuatro más y ahora gobernará en diez.

             También en las pasadas elecciones, Antorcha obtuvo para el PRI, una diputación local de mayoría ganada por Nibardo Hernández Sánchez, en Acatlán. Hay otros tres diputados priístas, de representación proporcional y tres diputados de origen antorchista, en la diputación federal.

             El ingeniero Juan Celis, se quejó de que muchos priístas vean a los militantes de Antorcha como gente violenta y los acusen de muchas cosas que no son ciertas. Lo que pasa es que nos aceptan cuando nos aliamos en el trabajo partidista y nos rechazan cuando aspiramos a puestos de elección popular y eso no abona a una sana relación.

             Los diputados del Congreso local, siguen en un periodo de aprendizaje. Parecen niños con juguetito nuevo ya no saben qué hacer con él y podrían llegar a destruirlo.

             Paciencia jóvenes. Roma no se hizo en un día y ustedes no van a cambiar las cosas en un mes, bueno ni en los tres años para los que fueron electos.

             La política es un oficio que se aprende con la práctica. No hay necesidad de tener grandes títulos académicos o haber hecho un doctorado en Harvard o en alguna universidad de Boston, para ser un buen político. Los buenos políticos se hacen en la lucha diaria. El oficio se aprende en la práctica diaria, solo hay que tener sensibilidad para saber lo que sus representados necesitan, no perder el contacto con la gente, ser atentos y cordiales con sus representados, actuar con humildad, porque cuando todo esto se pierde, se pierde también el apoyo popular y lógicamente el poder. Eso le pasó al PRI y a los priístas y al PAN y a los panistas, que ahora andan buscando volver a sus raices.

            Si los de la alianza “Juntos haremos historia”, no se comportan a la altura de las circunstancias, si abusan de su poder, si no se dan cuenta de cuáles son las necesidades de la población para afrontarlas, pronto estarán fuera de la historia.

            Ayer falleció en esta capital, el señor Gustavo Castell Sosa, quien fuera dirigente del Sindicato de Burócratas del Estado, habiendo logrado importantes prestaciones para sus representados. Incursionó también en el periodismo y después se retiró a la vida privada. Hace un mes aproximadamente, fue objeto de un homenaje que le hicieron sus ex compañeros de trabajo, sin siquiera sospechar de su pronto final. Nuestras condolencias para sus familiares y amigos.

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