Domingo, 16 Septiembre 2018 17:48

El estado de Puebla, en la Independencia

Columna | P U L S O    P O L I T I C O

           Pocas veces se menciona el papel importante que los habitantes de la entidad poblana, muy especialmente del sur, jugaron en la segunda etapa de la Guerra de Independencia, iniciada por Hidalgo en Guanajuato y continuada por Morelos en el sur de México, especialmente en lo que hoy es el Estado de Guerrero, conformado en 1849 con territorios que pertenecieron a los ahora estados de México, Puebla y Michoacán.

          Baste decir, que Morelos y sus tropas guerrilleras provenientes del sur, penetraron a territorio poblano por la mixteca, región que comparten los estados de Puebla, Guerrero y Oaxaca y que su marcha hasta Izúcar, fue una marcha triunfal y sin disparar un tiro.

           Ya en Izúcar, Morelos salió con parte de sus tropas a Chiautla de Tapia, para vencer a un contingente realista, ahí acantonado, en una batalla memorable que culminó en el convento agustino de esa población, ubicado en una colina a medio kilómetro del zócalo.

           Antes, a su paso por la ciudad de Tlapa, ahora perteneciente a Guerrero, pero en ese entonces parte de la Intendencia de Puebla, se le unió el cura del lugar, don Mariano Tapia, oriundo de Chiautla, en cuyo honor se le agregó el apellido Tapia, para quedar como ahora se le conoce. Chiautla de Tapia.

            A los pocos días de su llegada a Izúcar, el cura de Jantetelco, población ubicada en la frontera de Puebla con el ahora estado de Morelos, rumbo a Cuautla, don Mariano Matamoros, se entrevistó con el cura de Carácuaro, Mich., José María Morelos, en el templo de Santo Domingo del convento dominico de Izúcar, para unirse a su causa, habaiendo llegado a ser, su brazo derecho, que junto con don Hermenegildo Galeana, el hacendado de Tecpan, del ahora estado de Guerrero, fueron los más aguerridos capitanes de las tropas insurgentes.

            En territorio poblano, por la zona de Acatlán y en la propia ciudad de Izúcar, los líderes de la insurgencia por primera vez, lucharon juntos en sendas batallas que ganaron rotundamente. Ahí estuvieron el propio Morelos, don Vicente Guerrero, don Mariano Matamoros, Hermenegildo Galeana, Juan Alvarez, Nicolás Bravo, Leonardo Bravo y todos los grandes héroes de esa segunda etapa de la guerra que Hidalgo inició en 1910.

           En Izúcar, Mariano Matamoros inició lo que podría considerarse como el antecedente del Ejército Mexicano, al conformar un batallón de dos mil jóvenes, muchos procedentes de varios seminarios católicos de la región, que fueron uniformados y entrenados bajo la disciplina militar.

          Libraron exitosamente su primera batalla, contra un ejército español, recién desembarcado en Veracruz, enfrentándose en los llanos cercanos a Tecamachalco. Hubo en esa batalla ganada por los soldados mexicanos, más de cuatrocientos muertos entre los dos bandos, que por órdenes de Matamoros, fueron enterrados en el templo de Quecholac, donde se abrieron enormes zanjas para darles cristiana sepultura. La apertura de esas zanjas debilitaron la estructura de la iglesia y unos años después, la bóveda se vino abajo y así permanece hasta la fecha.

          Los soldados uniformados y entrenados militarmente por Zaragoza, tuvieron fama de haber sido siempre respetuosos de la población civil, algo raro en ese entonces en que tanto realistas como insurgentes, llegaban a abusar de los civiles.

          La casa de reclutamiento abierta en Izúcar, para integrar el batallón, fue en el Portalillo, donde hoy es el palacio municipal de Izúcar.

          Los habitantes de los pueblos del sur de Puebla, siempre estuvieron pendientes de la suerte de los insurgentes durante el sitio de Cuautla y cuando hubo oportunidad, les hacían llegar algunos víveres con los que paliaban la aguda escasez que provocaba al férrea vigilancia de las tropas españolas comandadas con Calleja.

           Cuando el sitio logró romperse y los insurgentes pudieron salir silenciosamente de la ciudad sitiada desde hacía meses, muchos habitantes de Chiautla, Chietla, Tehuitzingo, Acatlán, etc., estuvieron pendientes para auxiliar a las tropas de Morelos. El propio Morelos fue auxiliado de inmediato, cuando al escapar por una barranca, su caballo de cayó y el jinete se rompió un brazo.

          Gentes de Chiautla ocurrieron en su auxilio de inmediato y le entablillaron el brazo, sacándolo de la zona de peligro y llevándolo a Chiautla donde permaneció un mes, mientras se restablecía.

          Los pueblos surianos de la entidad poblana, pues, tuvieron una participación sumamente importante en la lucha por la libertad y la Independencia de México y es necesario que esa participación sea conocida por sus habitantes que parecen haber olvidado esa parte de su historia y de la historia de todos los mexicanos.

          La pequeña historia es la que hace que los pueblos se sientan orgullosos de su pasado y que influye para responder con  éxito a los retos del futuro. Pueblo que olvida su historia, está obligado a repetirla o a vivir en la barbarie.

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Sin declararlo como delito grave, los huachicoleros presos salen luego en libertad 

Puebla, Pue.- La impunidad impera en el robo de hidrocarburos en el estado, ya que los huachicoleros que son detenidos recobran luego su libertad con el pago de una fianza, porque  el delito no está considerado como grave.

Ante esta situación, el combate a delincuentes se está volviendo un grave riesgo, al igual que las acciones contra el narcotráfico, considera el constitucionalista poblano Miguel Ángel Tejeda Ortega.

Dijo que la empresa productiva PEMEX dio a conocer recientemente que hay más de 17 mil tomas clandestinas en el país, y que los dos estados  en los que se está dando el mayor número  de robos de gasolinas, son Guanajuato y el Estado de Puebla. En tercer lugar  Veracruz  y Tamaulipas en cuarto.

Como jurista, Tejeda Ortega comenta que no se ha modificado  el Artículo 19 de la Constitución, para considerar  que el robo de hidrocarburos sea un delito grave y dé lugar a la prisión preventiva de huachicoleros.

En consecuencia  queda a criterio de los jueces determinar si a una persona que  roba hidrocarburos se le puede privar de su libertad o no.

Hay jueces que relacionan este robo como delito de la delincuencia organizada, pero es difícil de probar. De ahí que muchos de los huachicoleros aprehendidos in fraganti, con el pago de una fianza salen en libertad y comprueban así el gozo de la impunidad.

Esta es la problemática que se está presentando en Puebla, resaltó el jurista Tejeda Ortega. No faltan personas que vean con buenos ojos que el Ejército, a través ahora de la Ley de Seguridad Interior, esté interviniendo en Puebla e interviniendo  en este tipo de operaciones y detención de delincuentes, sin la eficacia pretendida.

Agregó  que  la CONAGO ya pidió la reforma al artículo 19 para que se incluyan entre los delitos graves: el robo de hidrocarburos, la portación de arma de fuego y  la extorsión, con reformas al Código Nacional  de Procedimientos Penales, porque se está demostrando que el Sistema de los Juicios Orales  es un fracaso, ya que está dando lugar a que muchos delincuentes anden impunemente en la calle.

El Congreso de la Unión, finalizó, es el responsable de reformar el Artículo 19 Constitucional, para declarar como delito grave el robo de hidrocarburos,  dar lugar a la prisión preventiva de los culpables y su enjuiciamiento posterior.

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