Columna | Enfoque Político

El grupo de los aspirantes sólo son cinco los efectivos

Un PRI poblano huérfano que lo único que saben sus militantes es pelear entre sí, sumiso, sin brújula, sin gobernador que dirija la batuta en las acciones de su partido; es nada, ante el gigante monstruo que en este momento político es el Partido Acción Nacional.

El líder nacional del tricolor, Enrique Ochoa Reza, quiso meter en cintura mediante un enérgico llamado a los aspirantes para el proceso de 2018, pero todos estos pretendientes hicieron caso omiso a las indicaciones de su presidente nacional. Ante esta rebeldía,  mucho menos se puede esperar que el líder estatal del partido, Jorge Estefan Chidiac, pueda controlar a los apuntados que quieren gobernar el estado para el período 2018-2024.

Es por esto que señalamos que al interior del partido se ha desatado  una lucha campal entre el grupo de los que desean ser los elegidos de su partido como precandidatos. El trabajo que individualmente están llevando a cabo es aprobado por las diferentes corrientes afines al revolucionario institucional, y ¡claro que está bien! Porque como lo hemos dicho  en entregas anteriores, ¡cuando el PRI va, el PAN ya viene!

ARDUO TRABAJO DE LOS ASPIRANTES PARA POSICIONARSE

Juan Carlos Lastiri Quirós, subsecretario de la SEDATU de una u otra forma su posición le sirve como plataforma para sobresalir, como uno de los favoritos de entre las filas priístas, para llegado el momento ser el elegido para contender por la gubernatura del estado en el 2018.

Para lograr su objetivo nos informan que ha preparado a numerosos grupos en todo el territorio poblano que ya trabajan en estratégicos proyectos desde hace meses para ganar terreno en esta férrea lucha interna del tricolor.

Aunque los aspirantes de su grupo en un momento dado, estuvieron en desacuerdo de que se adelantara en promocionarse como aspirante aduciendo que no son los tiempos, aunque el secretario de SEDATU ignoró el reclamo de este grupo.

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Alejandro Armenta Mier, diputado federal por el VII distrito de Tepeaca, es otro aspirante que inicia su carrera en el campo de la política desde muy joven, y como prueba a sus 22 años fungió como presidente municipal en su natal Acatzingo y es así como empezó con mucho empuje su carrera en el campo de la política y a lo largo de ella se ha desempeñado en otros muchos cargos en los que ha destacado como presidente del PRI estatal, y que por cierto, entregó excelentes resultados en los procesos electorales que le tocó durante su periodo.

En esta plática, entre el grupo de comunicadores hizo hincapié en que si hay pacto en lo oscurito, a él no le interesa contender en este proceso.

Uno de los puntos que enfatizo fue que el gobierno morenovallista  abusó de recursos públicos para satisfacer a una pequeña élite, la que siempre se asombró con las obras de relumbrón, como son un museo en el que su costo fue un descarado robo por los millones que dice haber gastado en esta obra, así como también la rueda de la fortuna, el teleférico, las ciclopistas, que por cierto no sirven para nada. Y esto con la complacencia de los militantes de su partido.

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Enrique Doger Guerrero ex rector de la Buap,  ex presidente municipal, diputado local y federal, y actual delegado del Instituto Mexicano del Seguro Social también tiene en la mira ser el abanderado del PRI para gobernar a los poblanos, por lo que no rehúye  a la lucha política para lograr su aspiración gubernamental.

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Y en la lista sigue el ingeniero Alberto Jiménez Merino oriundo de la mixteca poblana, ex delegado de la SAGARPA, con pleno conocimiento de las carencias de la gente  en todo el territorio poblano, de quién ya hemos dicho es un hombre observador, calculador y un  político a pulso que no cuenta con padrino.
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Juan Manuel Vega Rayet, delegado de la SEDESOL en el estado, a decir de él, se suma a los 5 con mayores posibilidades para aspirar a la precandidatura por su partido para el proceso del 2018; aunque en la plática con un grupo de comunicadores durante un suculento desayuno, hizo algunos señalamientos fuertes en relación a que muchos militantes utilizan al partido como una vía para tratar de sobresalir.

Para terminar señaló, "si no hay una verdadera reestructuración en el partido se perderán las elecciones". Fue directo al decir que no han sabido ser una verdadera oposición y que Rafael Moreno Valle sigue operando en todo el estado en la manipulación de las estructuras de los municipios. 

El que no descarta la posibilidad de que se incluya en la fila de los aspirantes, es el senador Ricardo Urzúa, que dice estar consciente del descontento de la militancia por no tener una respuesta ante los ataques a su partido.

En otro punto de la plática con un grupo de columnistas, dijo tener una excelente relación con Mario Marín Torres y con la familia Morales Flores, además de funcionarios federales.

El senador toco un punto muy importante,  que no le obsesiona la candidatura ya que atenderá al llamado de su partido a donde lo requieran, ya que no vive de la política, porque la mayor parte de su vida la ha dedicado a la actividad empresarial.

El chiapaneco y marinista Javier Lopez Zavala, quien en el 2010 en la contienda que sostuvo con Rafael Moreno Valle fue arrasado por la corriente azul que resultó demoledora, hoy vuelve a la embestida para perfilarse nuevamente como precandidato y con la seguridad de que será el agraciado para contender por su partido.

Guillermo Deloya Cobian, presidente del instituto de capacitación y desarrollo político del PRI también se ilusiona en entrar al ring de la competencia y salir airoso para regir el destino de los poblanos.

Blanca  Alcalá Ruiz, también marinista, ex presidenta municipal y actual senadora de la república y de no muy buenos recuerdos en la mente de los poblanos por su estela de corrupción que dejo en su administración en la que favoreció a funcionarios de alto nivel y principalmente a sus familiares que hoy se cuentan entre la élite de millonarios, se apunta con nuevos ímpetus después de perder con Tony Gali en las pasadas elecciones, para ser destinada por su partido para contender en el proceso de la gubernatura del 2018.

Así como lo mencionamos al principio, el PRI ha desempeñado un papel sumiso, agachado, sin brújula, sin papá gobierno, por lo que cada quien trabaja para sus ambiciones políticas personales y no por la unidad de su partido.