Dios nada tiene que ver en la política

Martes, 11 Octubre 2022 20:10 Escrito por Gabriel Sánchez Andraca

Columna | P U L S O   P O L I T I C O

         A un año de haber tomado posesión como presidente municipal de Puebla capital y a dos años de las elecciones para la renovación de poderes en la entidad, el panista Eduardo Rivera Pérez, ya está “trabajando” para ser el candidato a gobernador de su partido o de la alianza de la que el PAN forme parte para las elecciones próximas.

          La solución de los problemas que confrontan los habitantes de la capital del Estado, pasan a segundo término. Serán atendidas en la medida en que contribuyan a ganar simpatías para lograr la candidatura al puesto político más importante de la entidad.

          El primer informe del actual alcalde, sirvió para su lanzamiento frente a Santiago Creel, ex secretario de Gobernación de Fox y actual presidente de la Cámara de Diputados federal; el presidente nacional de su partido, Marko Cortés y el presidente nacional del PRD, partido sedicente de izquierda, pero aliado de la derecha desde hace ya varios años, antes de que se creara la alianza Vamos por México, Jesús Zambrano y desde luego, frente al gobernador del Estado, Miguel Barbosa, morenista, que hizo ver que ha sido un gobernante estatal respetuoso de la autonomía municipal: “Es libre como alcalde y yo no lo amenazo” señaló, seguramente recordando que cuando don “Lalo” fue presidente municipal por primera vez, en tiempos del gobernador panista, Rafael Moreno Valle Rosas, ni era libre y siempre estaba bajo amenaza, al grado de que cuando terminó su periodo, lo acusó de malversación de fondos, le exigía el pago de 25 millones de pesos y lo amenazó con cárcel. Sin embargo, lo hizo otra vez candidato a la reelección como alcalde, para apoyar la candidatura de su esposa, Martha Erika Alonso, para la gubernatura del estado. Lo hizo perder, e hizo ganar a su conyugue la gubernatura que ejerció unos meses, pues la tragedia del helicopterazo acabó con la vida de ambos.

          EN LA LECTURA DE SU INFORME, CEREMONIA efectuada en el Centro de Convenciones de San Francisco, el señor Rivera Pérez, puso en manos de Dios y de la Ciudadanía, su futuro político.

         “Un buen político debe estar preparado para los tiempos por venir. Dios y el tiempo abrirán el camino y los ciudadanos tendrán la última palabra”.

          Los panistas vuelven a mezclar la religión con la política, como lo estaba en la edad media del mundo occidental o de la Colonia, en tiempos de la dominación española en México y América Latina.

         No es que el señor alcalde esté esperando un milagro de la divinidad para llegar a la gubernatura, que es una aspiración legítima, sino que quiere que la ciudadanía crea que él va a ser un gobernante católico, apostólico y romano, como lo son la mayoría de los mexicanos. Pero esos mexicanos creyentes, ya no comulgan con ruedas de molino. Durante siglo y medio ha habido gobiernos laicos en nuestro país que constitucionalmente no debe mezclar la religión con la política. Durante siglo y medio, la inmensa mayoría de los mexicanos, ha recibido una educación laica y gratuita y han bastado dos gobiernos nacionales panistas, para entender que una cosa son las creencias religiosas de cada persona y otras las convicciones políticas.

           EL SEÑOR VICENTE FOX, ERA DIVORCIADO, SE CASO, estando en la Presidencia de la República por lo civil, con otra divorciada. Cuando tomó posesión del alto cargo que ocupó del 2000 al 2006, retiró de Los Pinos, una pintura con la figura del Benemérito de las Américas, que por cierto recogió Santiago Creel, para llevarla a las oficinas de Gobernación y cada domingo, Fox y la señora Marta, aparecían en la televisión oyendo misa en la Catedral. ¿Todo ese comportamiento demuestra sinceridad en sus convicciones religiosas o eran un teatro para hacer creer al pueblo que eran fervientemente católicos?

        ¿Si Dios tuviera que ver algo con la política, hubiera permitido que México tuviera gobernantes corruptos y antipatriotas e ineptos, como los que hemos tenido? Y somos además guadalupanos; ¿“Dios y la Virgen de Guadalupe “abrieron el camino” para que llegaran don Vicente Fox y don Felipe Calderón, con quien se inició la violencia y la inseguridad a gran escala en nuestro país, a la presidencia de la república?  Por favor…..

        EL SEÑOR RIVERA PEREZ PUEDE ASPIRAR AL CARGO que quiera ocupar legalmente, pero no debe  aprovecharse de las creencias religiosas de los electores para eso.

         Estamos a más de dos años para las elecciones en las que Puebla renovará gobernador, diputados locales y ayuntamientos. Don Eduardo está muy adelantado, pero ese es su problema: Ojalá no lo alcance la “guerra sucia” que sus correligionarios políticos trajeron a México, durante la campaña de Fox, un sistema que no tiene que ver absolutamente nada con la religión, pero que practicaron alegremente los panistas durante dos sexenios, y esa guerra sucia, llegó a la política mexicana, para quedarse.       
          

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