Columna | P U L S O   P O L I T I C O

         Sumamente interesante lo que está ocurriendo en esta etapa del cambio político y económico del país. Por un lado, la participación del grupo “Mexicolectivo” del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y la postura que dicho grupo expresó en un documento contraria al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, hizo que se hablara públicamente de un rompimiento de ambos personajes.

       La respuesta que el Presidente dio a un periodista que en la conferencia “mañanera” le formulara, en el sentido de que si consideraba al ingeniero Cárdenas su adversario fue contundente e hizo que se aclararan las cosas.

        “Lo estimo mucho, lo respeto, lo considero precursor de este movimiento” dijo el presidente, “pero estamos viviendo un momento de definiciones y esta ancheta está muy angosta, no hay para donde hacerse. Lo consideraré mi adversario político si él asume una postura conservadora”, señaló.

         En menos de 24 horas, el ex candidato presidencial y primer gobernante del Distrito Federal después de una larga estancia en el poder del Partido Revolucionario Institucional en ese cargo, se deslindó el grupo opositor y afirmó que no participará más en sus acciones.

         POR OTRA PARTE, EN EL PARTIDO REVOLUCIONARIO Institucional, hubo un rompimiento importante en el Senado de la República, donde fue cancelada la plenaria priista, pues concurrió sin haber sido invitado, Alejandro Moreno Cárdenas, “Alito” y el coordinador de la bancada tricolor, Miguel Angel Osorio Chong, quien suspendió la reunión, afirmando que fue una “irresponsabilidad que “Alito” irrumpiera en dicha reunión: “El es el presidente, no el dueño ni el coordinador del Partido” expresó.

           Fuera del senado, el dirigente nacional del PRI, tuvo una plática con los senadores priistas: Manuel Añorve, vice-coordinador de la bancada en el senado y con Mario Zamora, Angel García, Beatriz Paredes y Claudia Anaya.

            LA SITUACIÓN DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS EN Puebla, en general es bastante difícil. PRI y PAN, están divididos internamente.

           Los priistas descontentos por muchas cosas, pero sobre todo por la alianza con el PAN, simplemente no participan en las actividades de su organización, es decir, le hacen el vacío.

           Por lo que toca a los panistas, éstos están enfrentados entre sí, según su origen, es decir los que ingresaron al partido por convicción, por considerar que el PAN es la esperanza de México, luchan por el control de su partido contra el grupo “morenovallista”, que se adueñó de la dirigencia con el apoyo del fallecido ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, quien llenó al partido azul de ex priistas que desconocen los principios de doctrina de su nuevo partido, de su programa de acción y de todo lo que se refiere al partido conservador y solo buscan acomodo como dirigentes o como candidatos a puestos de elección popular.

          EL PRD POR SU PARTE, SIGUE EN AGONIA. Por más que se esfuerza el dirigente estatal por reanimarlo, no lo logra. Su estado agónico es de gravedad.

          Martínez Amador, el dirigente estatal, ha abierto las puertas a los ciudadanos en general para ser apoyados por el perredismo para ocupar puestos de elección popular, siempre y cuando tengan un proyecto viable para desarrollarlo en bien de Puebla. Podría dar resultado en algunos casos, pero serían muy pocos.

         Lo importante para fortalecer a las organizaciones políticas con registro, es trabajar para formar estructura en la mayor parte de los municipios del estado, que son 217. Sin estructura no puede haber organización y sin ésta, cualquier partido está perdido.