Margarita Zavala, renuncia a candidatura presidencial

Miércoles, 16 Mayo 2018 19:49 Escrito por Gabriel Sánchez Andraca

Columna | P U L S O    P O L I T I C O
      
              La candidata independiente para la Presidencia de la República, Margarita Zavala, renunció ayer a la candidatura durante la grabación del programa “Tercer Grado” que pasaría ayer mismo en la noche.

              Al medio día se inició la grabación del programa por el que ya pasaron tres de los cinco candidatos presidenciales y tocaba a la ex panista y esposa del ex presidente Felipe Calderón, su turno.

             El anuncio de que se retiraba de la contienda electoral, dejó sorprendidos a todos los participantes en “Tercer Grado”, las estrellas de la conducción de noticieros de Televisa y otros periodistas invitados especiales.

             Minutos después, la noticia se propagaba a todo el país en radio y televisión y en redes sociales.

            En las “peñas de café” las discusiones sobre los motivos de la renuncia, eran el tema del día.

             Los mejor enterados afirmaban que el retiro de la ex primera dama, beneficiaba al candidato del PRI José Antonio Meade y los menos informados consideraban que favorecía al panista Ricardo Anaya Cortés.

           No podía favorecer a Anaya, porque si algo demostró Margarita Zavala durante los meses que anduvo en campaña, es que si a alguien odiaba, si tenía resentimiento contra alguien, ese era precisamente Anaya, a quien en varias ocasiones señaló como persona no confiable y con quien parecía no querer tener ningún tipo de relación.

          Por el contrario Anaya al último casi le suplicaba que se uniera a él y que juntos podrían derrotar a López Obrador.

           Anaya como dirigente nacional de su partido, el PAN, dejó a mucha gente lastimada. En su lucha por la candidatura presidencial, sembró tanta animadversión, que un buen número de senadores de la república panistas, entre ellos el coordinador de la bancada, decidieron no unirse a su proyecto presidencial, aunque no renunciaron a su partido. Uno de esos senadores, incluso, el poblano Javier Lozano Alarcón, renunció al PAN para sumarse, como vocero del candidato José Antonio Meade, al PRI.

             La candidatura de Anaya Cortés pues, ahondó las diferencias que ya existían en el seno del panismo. Uno de los aspirantes a la candidatura presidencial que se sintió lastimado por Anaya, fue el ex gobernador Rafael Moreno Valle, a quien para contentarlo y evitar su deserción, Anaya le dio una candidatura plurinominal para acceder al Senado y nombró a su esposa, Martha Erika Alonso, candidata a la gubernatura de Puebla.

           Es posible, dicen los más o menos enterados de lo que pasa en el revuelto y convulsionado mundo político mexicano, que la señora Zavala de Calderón, no anuncie su apoyo y el de sus seguidores, al candidato del PRI, Meade Kuribreña, pero el solo hecho de abandonar la lucha y dejar a sus seguidores en libertad para decidir, es claro que la mayoría irán a favor del priísta y no del morenista Andrés Manuel, ni del panista Anaya al que mucho de ellos repudian.

           Los zavalistas no se sienten identificados con López Obrador, al que en tiempos de la candidatura de Felipe Calderón, calificaron de “peligro para México”, y lo siguen considerando así.

           Pero tampoco sienten simpatía por Anaya Cortés, pues parece que como dirigente del partido de la derecha, hizo todo lo posible para hacerse de enemigos y no de amigos, hasta lograr la candidatura presidencial y una vez lograda, ya no pudo recobrar a sus amigos y se hizo de más enemigos.

            Decía el sobrino de un líder de vendedores ambulantes: “No si eso de la política es redifícil. Mi tío siempre andaba peleado con muchos de sus compañeros y al final, ya ni le hablaban”.....

             Los priístas de Puebla tienen la seguridad de que en los 45 días de campaña que faltan, lograran remontar el retraso que tienen,  para garantizar su triunfo en la gubernatura, diputaciones y principales ayuntamientos del estado.

          Culpan a las recién cambiadas dirigencias nacional y local, del retraso que ha sufrido el PRI en este proceso del electoral.

           Señalan los priístas, que ni Enrique Ochoa Reza, ni Jorge Estefan Chidiac, hicieron un buen trabajo como dirigentes nacional y estatal del PRI. Por el contrario, las divisiones que aun hay en el seno del tricolor se deben a su actuación, carente de sensibilidad y de conocimiento de lo que es y ha sido el Partido Revolucionario Institucional.

            Ambos dirigentes, más el nacional que el estatal, demostraron su falta de oficio, su desconocimiento total de la mecánica mediante la cual se mueve el partido y si los han dejado un poco de tiempo más al frente de la estructura, hubieran acabado con el que hasta hace poco, fue el partido más fuerte, mejor organizado y mejor estructurado de todos.

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