Columna | P U L S O   P O L I T I C O

            Este país ha vivido convulsionado siempre: este columnista estudiaba la primaria en el estado de Guerrero, de donde es originario, cuando el gobernador de ese estado, Alejandro Gómez Maganda, gran amigo del presidente Miguel Alemán, fue depuesto por instrucciones del nuevo presidente don Adolfo Ruíz Cortines, precisamente, se decía, por ser alemanista; cuando estudiaba la preparatoria en Chipancingo, la capital del Estado, estalló un movimiento contra el gobernador, general Raúl Caballero  Aburto, que fue destituido del cargo por el Congreso de la Unión, después de una matanza en la alameda Granados Maldonado, a donde se habían trasladado los comerciantes del mercado para evitar que el Ejército tomara el edificio universitario considerado sede del movimiento.

          En 1958, en la capital del país, hubo un movimiento de protesta de maestros, capitaneados por el maestro Othón Salazar, ex alumno de la Normal Rural de Ayotzinapa y de ferrocarrileros encabezados por Valentín Campa. Fue un movimiento que cimbró a la ciudad de México, pues hubo huelgas en escuelas primarias y secundarias, en el sistema ferroviario y en un momento la capital del país se vio paralizada por huelga en el transporte público. Este columnista vio desde la explanada que está frente al Palacio de las Bellas Artes, a un lado de la Alameda, un espectáculo que le hizo sentir como si estuviera en una ciudad en guerra; patrullas y ambulancias con sirenas abiertas, trolebuses completamente atiborrados de pasajeros, que iban hasta en el techo de los transportes que se movían por un sistema eléctrico, las calles semi- desiertas, los comercios cerrados, la gente descontrolada buscando algún medio para llegar a su casa o a su centro de trabajo. El caos en todo su esplendor.

           Ya en Puebla, durante el primer año de mi estancia, estalla el llamado Movimiento de Reforma Universitaria, que duraría diez años y que desestabilizó la vida política y económica del estado. Varios gobernadores desfilaron por el palacio de gobierno después de la caída del general Antonio Nava Castillo, que había provocado un gran descontento entre la población, por su forma arbitraria de gobernar, que hizo recordar a la población los tiempos de Maximino Avila Camacho, de quien todavía se recuerdan muchas de sus arbitrariedades.

              Vinieron los tiempos del 68 con la represión que cobró cientos de vidas en Tlaltelonco y la desaparición de de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, escuela que desde los años cuarenta sufrió actos de represión y que se ha querido desaparecer desde los tiempos de Ruíz Cortines, lo que los estudiantes han impedido siempre con movimientos cívicos.

          En los tempos de Echeverría Guerrero, sufrió los efectos de la llamada “guerra sucia” desatada para combatir a las guerrillas de Genaro Vázquez y de Lucio Cabañas, en la sierra de Guerrero, no en la montaña, que es otra zona, y que hizo sufrir a cientos de familias ajenas al movimiento.

          Ojalá y que la tan decantada democracia, evite que sigan sucediendo actos de violencia, de inseguridad, que se acrecentaron en los tiempos de los muy cristianos y defensores de nuestras tradiciones y creencias, panistas. Los gobiernos de Fox y de Calderón fueron un desastre y eso no hay que olvidarlo.

          ANUNCIO AYER EL GOBIERNO ESTATAL, LA designación de los nuevos titulares de Economía, y de Bienestar, cuyos titulares, renunciaron para participar en el proceso de selección de candidato de Morena, para la gubernatura del Estado.

           Sustituye a la licenciada Olivia Salomón en la Secretaría de Economía, el licenciado Ermilo Barrera Novelo, quien se desempeñaba como director general de la agencia de Energía del Estado. Es egresado del ITAM.

           En la Secretaría del Bienestar, queda la licenciada María Ruíz Betanzos, egresada de la Facultad de Comunicación de la UDLA, que estaba al frente de la dirección de Desarrollo Microregional y de la subsecretaría de Opciones Productivas para el Bienestar en la secretaría respectiva.

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• Es madrina de generación de preparatorianos de la 2 de Octubre, Benito Juárez y Regional Simón Bolívar

PUEBLA, Pue. - Al presidir las ceremonias de graduación de egresados de las preparatorias 2 de Octubre de 1968, Regional Simón Bolívar y Benito Juárez García, la Rectora María Lilia Cedillo Ramírez agradeció a la planta académica su desempeño en la preparación de sus estudiantes, a quienes deseó éxito en su ingreso a la vida universitaria.    

En actos por separado, la doctora Cedillo externó su respeto y admiración por los docentes, además de felicitar a los padres de familia, por acompañarlos en esta etapa de sus vidas.

Como madrina de la generación 2020-2023 de la Preparatoria 2 de Octubre de 1968, externó su orgullo porque el 40 por ciento de los más de 700 estudiantes egresó con mérito académico. “Eso significa que dieron lo mejor de ustedes; mientras que sus docentes, tutores y lobomentores les brindaron la mejor educación”.

Al tomar la palabra, el director de la Preparatoria 2 de Octubre de 1968, José Rosas Ibarra, señaló: “Es una generación que se caracteriza por su fortaleza ante las adversidades -los problemas de salud, económicos y emocionales, derivados de la pandemia-, las cuales lograron enfrentar haciendo equipo con la familia y la escuela”.

Al dirigirse a los 900 egresados de la Preparatoria Benito Juárez, la Rectora de la BUAP señaló: “Tienen todas las herramientas y conocimientos para ingresar a la universidad y allá los estaremos esperando para que continúen con entusiasmo su camino al futuro; lo lograrán porque sus maestros les han brindado ejemplo e inspiración para alcanzar sus metas”.

Por su parte, la directora de esta preparatoria, Hilda Ocaña Meléndez, se mostró orgullosa de esa generación que vivió sus primeros años de estudio durante la pandemia. Ese episodio de la historia en el mundo –dijo- hizo que maestros y alumnos aprendieran de una manera diferente; un reto que todos aprobaron al adaptarse al cambio. “Ustedes son una generación capaz, resiliente. Atrévanse a soñar porque ustedes pueden alcanzar sus metas”, expresó.

Finalmente, a los 400 egresados de la Preparatoria Regional Simón Bolívar les deseó éxito en la etapa que viene: su ingreso a la universidad, paso que confió darán sin mayor problema gracias a su formación, lo que les permitirá ser más adelante buenos profesionistas.

El director Raúl David Aguilar Moctezuma celebró que de las aulas de esa unidad académica salgan buenos ciudadanos que darán de sí mismos lo mejor en su vida profesional.    

A sus ahijados y ahijadas los invitó a atesorar entre sus más preciados recuerdos sus años preparatorianos: “Los recordarán como una de las mejores épocas de su vida”.

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• Olvidar la historia es perder el futuro, hagamos que el 2 de octubre nos sacuda y nos haga mirar al pasado para transformar el futuro: Dr. Fernando Fernández Font, SJ.
• Deseo que esta Universidad sea eso, una propuesta para que entre alumnos y docentes se pueda transformar la realidad: Rector IBERO Puebla.

El Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría (IDHIE) y la Cátedra Latinoamericana de Análisis de la Realidad Política y Social, del mismo nombre, fueron los encargados de organizar el panel Más allá de la nostalgia: el legado de las luchas de los sesenta y setenta. Con el fin de mostrar la realidad social que se vivió en 1968 en México y el mundo.

Al tomar la palabra, el Dr. Fernando Fernández Font, rector de la IBERO Puebla, señaló que hacer memoria es rendir homenaje a quienes buscaron transformar al país, sin miedo y con una firme convicción de cambio. “Nunca un movimiento va a ser puro, es decir, siempre habrá infiltrados, eso nos obliga a convertirnos en una sociedad dialogante”, afirmó.

Asimismo, el Padre Rector aseguró que toda democracia tiene límites, cuando estos no se ponen demostramos que no se tiene un pensamiento propio. El 2 de octubre invita a repensar el presente. “Si por algo murieron los jóvenes fue por buscar un cambio y eso es lo que hoy nos toca hacer, sin perder la vida, luchar por una sociedad más justa”.

De igual forma, el Dr. Fernández Font invitó a los presentes a encontrar el equilibrio entre lo cultural y lo emocional-afectivo. Es decir, pidió no quedarse en un acto pedagógico sino ver más allá, “no hagamos movimientos que no provoquen olas de cambio”.

Para concluir, el Sacerdote Jesuita destacó que conmemorar el 2 de octubre es un gran compromiso que, implica valentía e inteligencia para descubrir desde la razón nuevos caminos para detectar las grandes fracturas de la sociedad y a partir de ello proponer una humanidad diferente, tal como lo hizo Ignacio Ellacuría.

Al término de las palabras del Rector, el Dr. Óscar Soto Badillo, director de Investigación y Posgrado mencionó que lo ocurrido en Tlatelolco es un recuerdo doloroso que resalta el valor de los jóvenes. “El 68 nos muestra el cambio que se buscó en el mundo y con el que se planteó resignificar la vida”.

Con estas palabras, el Dr. Soto Badillo dio paso a las presentaciones de Pilar Calveiro, ex militante de los Montoneros de Argentina y Marc George Klein, dramaturgo, pedagogo y activista durante el Mayo Francés.

Por su parte, la ex militante de Los Montoneros en Argentina, explicó el panorama que se vivió en el resto del mundo durante 1968, específicamente el Mayo Francés. El cual comenzó como una protesta de los estudiantes ante la sociedad de consumo y el gobierno francés, y como se fue transformando en un movimiento al que se adhirió el sector obrero.

La profesora analizó el contexto que se vivía en ese entonces, para ello tomó como referencia la Guerra Fría, misma que incitó a la protesta a nivel mundial contra el capitalismo, e incluso contra el socialismo que empleaba la Unión Soviética. De igual forma indicó que las consignas que planteaban estos reclamos eran de orden económico, político y cultural.

Pilar Calveiro también abordó el tema nacional, sobre éste comentó que durante 1968 el Movimiento Estudiantil fue consecuencia de los movimientos sociales ocurridos en los años 60, que se dieron no sólo en la capital, sino en todo el país. Como fue el caso de los maestros o los ferrocarrileros, por mencionar algunos ejemplos.

Para cerrar, la especialista argentina habló de la importancia que tiene que los sobrevivientes compartan sus memorias, pues ellos son los que rompen el silencio ante la censura que los medios han impuesto, y además, rompen el relato oficial que trata de restarle importancia al convertirlas en memorias de domesticación.

Por otro lado, uno de los participantes de aquel Mayo Francés, Marc George Klein, planteó el paisaje que se vivía en ese año. Añadió que los jóvenes de su época eran la esperanza para la defensa de los Derechos Humanos al haber sido hijos de testigos de la Segunda Guerra Mundial. Pero con la llegada de la Guerra Fría y el fallido modelo económico que se planteó, las protestas volvieron.

El dramaturgo, George Klein indicó que “el mayo del 68 en Francia fue un detonador, un despertador formidable de conciencias”, e indicó que éste sólo fue el principio de una serie de movimientos que se iban a desencadenar no sólo por los universitarios, sino por los demás sectores de la sociedad francesa, que incluyó a estudiantes de bachillerato.

El profesor comentó que el poder francés en la actualidad es mucho más fascista que el poder francés del 68, pues hoy se utilizan armas en contra de las minorías, estando frente a una violencia e incluso un “terrorismo” de Estado.

El activista galo comentó que en tan sólo unas pocas semanas paralizó totalmente a Francia, casi 10 millones de obreros hicieron huelga, algo nunca antes visto en el país europeo. “Aunque al final, esta parálisis durara muy poco tiempo”.

Finalmente, Marc George agregó que las resistencias actuales a nivel mundial, a diferencia de las de 1968, parecen no desaparecer en un futuro cercano, pues éstas lo que buscan es la construcción de autonomías en lugar de intentar controlar o tomar el poder central, como sucedió en aquellos años de la década del sesenta.

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Andrés Manuel López Obrador, presidente electo de México, realiza una guardia de honor por las víctimas del 02 de octubre de 1968.

Ciudad de México, 2 de octubre de 2018.- Hoy recordamos a los jóvenes que lucharon por las libertades; honraremos su memoria luchando todos los días por un país con justicia y sin represión. Por ello, jamás se dará la orden a las Fuerzas Armadas ni a las corporaciones policiacas de reprimir al pueblo mexicano.

Tales fueron las ideas centrales expresadas por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, al encabezar la guardia de honor por las y los estudiantes caídos hace 50 años en la Plaza de las Tres Culturas, a manos de fuerzas del Estado.

En el acto estuvo presente la jefa de gobierno electa de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, así como integrantes del próximo gabinete federal. Al pie del monolito erigido en honor a las víctimas de la represión de 1968, López Obrador inició su mensaje con las siguientes palabras:

“Estamos en esta plaza histórica de Tlatelolco recordando el Movimiento Estudiantil del 68 y recordando también a los jóvenes que en ese entonces lucharon por las libertades, por un México con justicia, por un México sin autoritarismo. No quiero extenderme mucho en mi intervención, porque esta ceremonia es, más que nada, una ofrenda a los estudiantes que perdieron la vida, a sus familiares, a quienes sobrevivieron y siguen luchando, como entonces, por la justicia, por la libertad, por la democracia.”

Asimismo, el próximo Ejecutivo federal señaló que la presente generación vive una etapa nueva que no debe olvidar el legado del Movimiento Estudiantil de 1968, que es la búsqueda de justicia:

“En esta nueva etapa que nos corresponde llevar a cabo, en esta nueva etapa de la vida pública de México vamos a honrar la memoria de los jóvenes estudiantes del 68 y la mejor manera de hacerlo, de homenajearlos, de honrar su memoria es actuando con humanismo, sin represión, luchando todos los días para que México sea un país con justica, que se garantice a todo el puedo el derecho a un salario justo, el derecho al trabajo, a la educación, el derecho a la salud; todos los satisfactores básicos para que no se padezca en nuestro país”.

El presidente electo subrayó que lo sucedido hace cinco décadas en la Plaza de las Tres Culturas deja una importante responsabilidad al Estado. Por ello, desde su próxima investidura como presidente, no se repetirán hechos que atenten contra las libertades:

“Y también, sobre todo, garantizar que nunca, jamás, se utilice la fuerza para resolver conflictos, diferencias, protestas sociales. Ese es el juramento que nosotros hacemos: No hacer uso de la fuerza, no reprimir al pueblo.

“Ustedes saben que el presidente de México es, al mismo tiempo, jefe del Estado, jefe de gobierno y comandante supremo de las Fuerzas Armadas. Por eso puedo decir aquí en Tlatelolco, por eso empeño mi palabra de que nunca, jamás, daré la orden a las Fuerzas Armadas, a la Marina, al Ejército, a ninguna corporación policiaca para reprimir al pueblo de México. No va a haber autoritarismo.”

“Vamos a buscar la paz y la tranquilidad atendiendo las causas que han originado los problemas de inseguridad y de violencia. Siempre he pensado que no se puede enfrentar la violencia con la violencia, que no se puede apagar el fuego con el fuego; no se puede enfrentar el mal con el mal. El mal hay que enfrentarlo haciendo el bien. La paz y la tranquilidad son frutos de la justicia.”

Finalmente, López Obrador se dirigió a las y los líderes del movimiento presentes en el acto: “Eso era lo que yo quería expresar aquí, en esta Plaza de las Tres Culturas. Abrazar con mucho afecto a los dirigentes del 68 y a sus familiares que nos acompañan”.

Posteriormente, AMLO presentó al historiador, escritor, activista de izquierda y defensor de derechos humanos, Paco Ignacio Taibo II, de quien dijo:

“Y qué mejor que en representación de los que estamos aquí, si les parece, que escuchemos a Paco Ignacio Taibo II. Que exprese lo que siente en este momento. Él es de los que más ha estudiado, es el que más ha investigado sobre este hecho histórico que marcó la vida pública de nuestro país”.

Palabras del escritor Paco Ignacio Taibo II

La memoria es canija, en este país tiene un poder y una fuerza inmensos. Estamos recordando a los compañeros caídos, a los presos, a los heridos, a los defenestrados, a los perseguidos.

Pero también hay una memoria gozosa y festiva. Estamos recordando 123 días de la huelga general del Movimiento Estudiantil. 400 mil estudiantes movilizados para abrir la puerta de un país con libertades democráticas.

Frente al autoritarismo brutal del gobierno de Díaz Ordaz, que jamás fue capaz de entablar ni el mínimo puente de diálogo con los estudiantes; que respondió una y otra vez con mecanismos represivos, persecuciones, el Movimiento Estudiantil mantuvo la honra de este país y abrió la puerta.

Y de alguna manera, los que hoy aquí estamos somos herederos, orgullosos herederos del movimiento del 68. Y quisiera decir cosas muy rápidas, muy breves porque la emoción siempre lo conmueve a uno. No es gratuito, son 50 años que te pesan encima de las espaldas.

Y quisiera decir que uno siempre está guiado por esta imagen del loco de Francisco Zarco cuando dijo: “La libertad de expresión no se pide, se ejerce”. Y esta es la puerta que se ha abierto.

En el 68, Díaz Ordaz desde Los Pinos ordenaba asesinar. Hoy, el futuro presidente de la república está aquí, hablando, sin mayores parafernalias ni distancias. Están cambiando los tiempos. Y los tiempos exigen que el cambio tenga una profundidad lo más grande posible. Demasiados años de agravios, abusos, mentiras, doble lenguaje, neoliberalismo ramplón, continua represión. Y hay que recordar: en este país todavía quedan presos políticos. Hay 400 presos políticos hoy en México y urge poner sobre la mesa la idea de una ley de amnistía. Fue la demanda del 58 y sigue siendo hoy la demanda: Libertad a los presos políticos. Campesinos, maestros, indígenas en la cárcel por haber ejercido su derecho a la disidencia social.

Hoy como en 68, hay cuentas pendientes. Hay asesinos y represores que están en la calle y que tienen sobre sus espaldas la desaparición de los muchachos de Ayotzinapa, lo que pasó en Nochixtlán, y la lista es interminable. Y hoy, como en 68, seguimos pidiendo justicia.

No perdamos de vista que conmemorar el movimiento del 68 es mantener la continuidad de una lucha profunda por las libertades democráticas de este país.

Y viva esta memoria doble, luctuosa y gozosa que hoy nos reúne en esta plaza. Muchas gracias.

Monumento a los caídos

Fue inaugurado el 2 de octubre de 1993 en conmemoración del 25 aniversario de la masacre. Incluye la siguiente inscripción:

… Adelante!!

A los compañeros caídos el 2 de octubre de 1968 en esta plaza

Cuitláhuac Gallegos Bañuelos, 19 años. Ana María Maximiliana Mendoza, 19 años. Gilberto Reynoso Ortiz, 21 años. Antonio Solórzano Gaona, 47 años. Agustina Matus de Campos, 60 años. Cecilio León Torres, 27 años. Ana María Teuscher Kruger, 19 años. Jorge Ramírez Gómez, 59 años. Carlos Beltrán Maciel, 27 años. Miguel Baranda Salas, 18 años. Juan Rojas Luna (). Leonardo Pérez González, 29 años. José Ignacio Caballero González, 36 años. Luis Gómez Ortega, 20 años. Jaime Pintado Gil, 18 años. Guillermo Rivera Torres, 15 años. Reynaldo Monzalvo Soto, 68 años. Cornelio Benigno Caballero Garduño, 15 años. Fernando Hernández Chantre, 20 años. Rosalino Martín Villanueva (¿)…

Y muchos otros compañeros cuyos nombres y edades aún no conocemos.

¿Quién? ¿quiénes? Nadie. Al día siguiente nadie.

La plaza amaneció barrida;

Los periódicos dieron como noticia

principal el estado del tiempo.

Y en la televisión, en el radio, en el cine

No hubo ningún cambio en el programa.

Ningún anuncio intercalado

Ni un minuto de silencio en el banquete

(Pues prosiguió el banquete)”.

Rosario Castellanos. Memorial de Tlatelolco

Plaza de las Tres Culturas, 2 de octubre de 1993

Publicado en NACIONAL

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