Martes, 12 Febrero 2019 19:27

El derrumbe de los partidos políticos

Columna | P U L S O    P O L I T I C O

            Lo que está aconteciendo en Puebla, es una clara señal de que los partidos políticos, se están derrumbando. Los tres considerados los más fuertes: Morena, PRI y PAN, confrontan serios problemas para poder entrar con candidatos propios a la contienda electoral para elegir gobernador del estado.

            Morena es el partido político más fuerte por el número de personas que agrupa en sus filas, pero sus debilidades son muchas: está conformado principalmente, por egresados de otras formaciones políticas, como el PRD, el PRI, el PAN y el Verde, principalmente. Son muchos, pero carecen de una línea ideológica clara, precisa, que les de identidad.

            Es un partido que carece de estructura, de organización y por lo consiguiente, no es controlable, como lo demuestra el hecho de que haya estallado una fuerte división en su interior por la designación de su candidato al gobierno del estado y que se lancen acusaciones y denuestos entre los dos grupos en pugna.

             La imagen de división, de desorganización y de carencia de ideología, salta por todas partes.

              Solo hay un punto de unión entre los cientos de miles de morenistas, Andrés Manuel López Obrador, que además, está sufriendo un natural desgaste por su actuación en la primera parte de su gobierno.

               El Movimiento de Reconstrucción Nacional, sigue siendo eso, un movimiento y no un partido político, lo que es una desventaja, cuando ya se está en el gobierno y se controlan los tres poderes.

               Los partidos tradicionales: PRI (liberal) PAN, (conservador) y PRD (de izquierda) han sufrido una caída, en la pasada elección, que los coloca al borde de la quiebra económica, política y moral.

              Ya no representan lo que dicen representar; todos han perdido su ideología básica y ya son lo mismo “Chana que Juana”. Esa es una gran desventaja, pues los expone al surgimiento del  oportunismo que representa a los “vivales” que van en busca de alguna posición de poder para satisfacer sus ambiciones personales o de grupo. Nada que tenga que ver con el servicio al pueblo, con el interés por resolver los problemas que aquejan a la sociedad.

             Los priístas estaban cayendo ya, en una burda imitación de los gobiernos aristocráticos, colocando a sus familiares y allegados en candidaturas para ingresar al poder político. Ese fue uno de los motivos de su caída. La militancia priísta, se sentía relegada y hasta despreciada por sus cúpulas y éstas, cegadas por su soberbia y su ambición o no se daban cuenta o no querían darse cuenta, hasta que una votación aplastante en su contra, los despertó a la realidad.

              El PAN, siempre ha sido un partido mediano que se negaba a crecer. Formado por gentes allegadas a la Iglesia católica y buscando beneficiar desde el poder a la estructura eclesiástica, se mantuvo a flote durante más de medio siglo, hasta que el gobierno de José López Portillo, nacionalizó la banca y esa clase social sintió pasos en la azotea.

             Los organismos empresariales de derecha adquirieron a Acción Nacional, como si fuera franquicia y desde los años ochenta, ese partido así ha funcionado. En Puebla fue franquicia del grupo conformado por el fallecido ex gobernador Rafael Moreno Valle, cuya corriente llamada “morenovallista”, desplazó a los panistas tradicionales y controló todo el aparato político,  sobre todo después de que en el 2010, ganó el gobierno poblano.

                Las extrañas alianzas del PAN con el PRD, dieron al traste con este partido sedicente de izquierda. Decepcionó a muchos de sus seguidores que cuando tuvieron oportunidad (el surgimiento de MORENA) de buscar una alternativa, la encontraron en ese movimiento, ahora partido político.

                 Los partidos políticos en Puebla, están deshechos, fuera de combate, pero aun así andan buscando y peleando posiciones entre ellas la gubernatura.

                   Lo que estamos viendo es una lucha desigual entre todos ellos, para llegar al gobierno de Puebla. Para la ciudadanía no es el mejor momento; para los partidos menos. Es de esperarse que la situación que se vive en Puebla, haga reflexionar a los políticos sobre la necesidad de hacer de sus partidos, organizaciones bien estructuradas, con militantes, bien capacitados en cuestiones políticas y con líderes de espíritu democrático con verdaderos deseos de servir y no de servirse o de que los sirvan.

Publicado en COLUMNAS
Miércoles, 13 Diciembre 2017 12:02

El derrumbe porfirista - sus causas

Columna | Desde las Galias

Para: Don Raúl Torres Salmerón.

            1.- De entrada  recordar que el  oaxaqueño que gobernó México 30 años, fue uno de los héroes militares más admirados de México, aunque hubo otros de mayor prosapia republicana.
            2.- Su obra pública, la pacificación  del territorio, la generación de seguridad en todos los caminos, su modelo de coptación, intimidación o manejo de la Gobernación adosada a la llegada de capitales voraces – como usual es en países débiles-, lo sostuvo 30 años en la silla presidencial, gracias  también a un entramado de respetos, amistades y complicidades (César, dice Mario Vargas Saldaña desde el más allá:   al amigo se le manda a la chingada cuando uno quiere.   O te mandan.   Al cómplice se le paga).
            3.- Porfirio Díaz Mori, pagaba, y coptaba bien a propios o recién llegados  a su entorno.
            3.1.- Como la vida de un ser humano tiene ortos y ocasos, el general tuxtepecano, recio como el metal más resistente al paso de los años, sufrió menoscabos en su estructura gubernamental, por actos rebeldes fuera del control existente.
            3.2.- Estas causas fueron divulgadas extra fronteras, por un periodista egresado en los E.U. de la UCLA y de Berkeley; partiendo del principio de realidad alejado de toda manipulación material $$$o intelectual nacida de una ideología sustentada por el autor.
            3.3.- John Kenneth Turner, realiza para sus editores en E.U. periodismo de investigación, acudiendo a las fuentes creadoras de sus noticias.  Recorre casi todo México, prefiriendo las geografías más álgidas para la sociedad marginada de esos días.
        3.4.- Lo investigado, la realidad es consignada en  “México Bárbaro”.
            4.- De ahí  se toman conceptos nacidos de la ilustración del autor, de su concepción democrática, y de una axiología mayoritariamente existente en las clases medias más avanzadas de ese tiempo.   Sus conceptos son los usuales de un país civilizado en evolución permanente hacia su orto.   Después vendrán otros valores.
            5.- Dice John Kenneth Turner:
            5.1.- “Es una tierra al sur del Río Bravo regida por un paternalismo benevolente, en el que un hombre grande y bueno todo lo ordena bien para su tonto pero adorado pueblo”.
            5.2.- “México es un país sin libertad política, sin libertad de palabra, sin prensa libre, sin elecciones libres, sin sistema judicial, sin partidos políticos, sin ninguna de nuestras queridas garantías individuales, sin libertad para conseguir la libertad”.
            5.3.- “Donde el poder ejecutivo lo gobierno todo por medio de un ejército permanente, donde los puestos políticos se venden a  precio fijo”.
            5.4.- “Encontré que México es una tierra donde la gente es pobre por que no tiene derechos; donde el personaje es común para las grandes masas y donde existe esclavitud efectiva para cientos de miles de hombres”.
            6.- Por esto morirá el 10% de la población en una guerra  fraterna urgida por las “condiciones objetivas y subjetivas” (Lenin).  Pero gracias a ese millón de mexicanos ascendimos de país de esclavos, a ratos feudal, en la escala de la evolución humana como obligado es y ha sido en los países del mundo:   a través de los siglos.
            Frank Tannenbaum dijo: “Cuando un  hombre sabe la verdad y la oculta es un farsante.  Cundo lo sabe y la divulga es una publicista”.
            NUESTRA CASA.- Alondra de la Parra en Puebla.   El 16 de este.  Veámosla dirigir.

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Publicado en COLUMNAS
Martes, 26 Septiembre 2017 21:59

Derrumbe de partidos

Columna | Desde el portal

 Los sucesivos sismos que han sacudido gran parte de la República –física y solidariamente- han terminado por derrumbar la credibilidad de los partidos y la clase dirigente, no sólo porque no han estado a la altura de las circunstancias, sino porque el deterioro de sus estructuras viene de décadas luego del incumplimiento de su función para convertir esas instituciones en negocio familiar mediante la renta de las membrecías.

 Como instrumentos legítimos para acceder al poder mediante la oferta de programas de gobierno de acuerdo a las aspiraciones de la sociedad, los partidos se han coaligado en defensa de sus intereses, apuntalando a la clase gobernante y obteniendo para ellos, no para los electores, infinidad de privilegios y prerrogativas de las que hacían ostentación, como una clase elegida para gobernar al pueblo.

 Lo mismo ocurrió con las instituciones electorales; creadas y “perfeccionadas” para la vigilancia y transparencia de los comicios y dar certeza y credibilidad a la elección de autoridades, de la misma manera se corrompieron para avalar todo tipo de chapucerías y garantizar la permanencia en el poder del mismo partido. Ha sido fácil obtener la gracia de los consejeros electorales: simplemente se les otorgan sueldazos y bonos jugosos para obtener su incondicionalidad, y todo está resuelto.

 La complicidad ha sido tan descarada de partidos e instituciones electorales, que luego del sacudimiento telúrico la sociedad demandó la devolución de sus recursos que por la vía de los impuestos se otorgaban a los partidos, y éstos, sin autoridad moral ni legal para “defender” lo que no es suyo, han aceptado –unos si y otros no- entregar los dineros del pueblo en apoyo a las familias en desgracia.

 Desde luego que éste ha sido sólo el paso inicial, pues luego de la tragedia vendrán las consecuencias en las próximas semanas o meses, para que el pueblo mexicano se de el cambio que considere conveniente, mediante nuevas reglas o la reconstrucción de los partidos políticos, para que éstos de las ruinas encuentren su verdadera función social y vivan de las cuotas de los militantes, si es que los tienen, o de las obligadas cuotas de los dirigentes que se han eternizado, y enriquecido, en los cargos públicos.

 Junto con la desgracia de millones de familias mexicanas que han perdido su patrimonio, seres queridos u obligados a emigrar hacia otros rumbos, seguramente vendrá el nuevo despertar de la sociedad para construir, sobre cimientos firmes, una nueva sociedad o un nuevo país, y dejar sepultados bajo los escombros la corrupción que permitió la construcción de edificios endebles y sobre los cuales sólo se obtuvieron ganancias inmorales de inmobiliarias deshonestas que llevaron a la ruina a quienes confiaron en ellos.

 Lamentablemente hubo que ocurrir un movimiento de tal magnitud para buscar enderezar el rumbo de la Nación, que deberá ser guiada por auténticos líderes, con vocación social y sin ánimo de lucro.

 Cuando menos eso es lo que se espera después de los sismos.

www.revista-brecha.com
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