Columna | P U L S O    P O L I T I C O

       Ayer le comentamos lo que dijo aquí el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, alias “Alito” y dijimos que está fuera de la realidad, pero lo bueno en ese partido, es que tiene elementos valiosos y que ellos sí están conscientes de los problemas a los que se enfrenta el Revolucionario Institucional actualmente, y que esos podrían salvarlo del derrumbe total y definitivo, como algunos anuncian.

       En San Luis Potosí, según se informa en la columna Frentes Políticos, del diario Excelsior de la ciudad de México, el senador Miguel Angel Osorio Chong, ex secretario de Gobernación y ex gobernador de Hidalgo, habló precisamente de su partido, afirmando que “Alito” no puede seguir al frente del PRI, porque ha hecho acuerdos que traen una imagen que lastima a su partido “y que quede claro, que él no es el dueño del PRI y que nosotros vamos a hacer todo lo legal, para evitar que él siga al frente”.

        “El PRI HA VIVIDO EN LOS ULTIMOS TRES AÑOS, los peores momentos de su historia en cuanto a resultados electorales”. De dónde saca el gran “Alito”, que el PRI es un partido fuerte y que está unido para enfrentar a sus adversarios. Son las declaraciones demagógicas a las que nos acostumbraron los priistas en los últimos años de su gloria.

         Y lo dijo en Puebla, donde acababa de pasar un sexenio gobernado por primera vez por una administración panista presidida por Rafael Moreno Valle Rosas que dejó a la entidad con una deuda de más de sesenta mil millones de pesos, que se le fueron para hacer obras fantásticas, sin ninguna repercusión social y todas concentradas en la capital del estado, dejando a los municipios del interior sin ninguna atención, con caminos destruidos, con hospitales inconclusos y con escuelas abandonadas a su suerte.  

         En los últimos treinta años, el prianismo fue un fenómeno político desastroso y todavía Alito firma acuerdos de alianza electoral con el partido conservador. “Alito” no debe morir. Debe salir de la dirigencia del PRI, antes de que lo acabe.

        LA VIRGEN DE GUADALUPE, CUYO DIA SE CELEBRO AYER, es un símbolo nacional. Sean ciertas o no las historias de sus apariciones, es una imagen venerada por todos los mexicanos, que nos da identidad y que incluso la veneración de su imagen está llegando a numerosos países de América Latina.

          Don Miguel Hidalgo y Costilla, padre de la patria, dio el grito de independencia con un estandarte de la Guadalupana en sus manos; don José María Morelos, adoptó a la imagen de la virgen Morena, como bandera en sus batallas por el sur del país y extendió su devoción, y en todas las luchas libertarias de nuestro país, su figura resaltó siempre portada por las fuerzas populares que luchaban contra la opresión, tanto en la Guerra de Reforma, como en la Revolución de 1810.

           Durante la época colonial, los españoles le llamaban la virgen “india” y la despreciaban tanto, que, durante una epidemia que asoló al país en esa época, sacaron a todas las vírgenes en procesión para aplacar el mal y el Ayuntamiento de la ciudad de México, cuando ya había fracasado hasta la virgen de los Remedios, que era la de mayor devoción entre los gachupines, decidió sacar también a la “virgen india”. Hasta ese grado llegaba su sentido racista.

           Por eso ayer, día de la Guadalupana, no hubo conferencia mañanera del Presidente; por eso no se trabajó en dependencias oficiales y por eso también, las televisoras del Estado Mexicano, dedicaron amplios programas para informar de la concentración de peregrinos en la Villa, allá al pié del cerro del Tepeyac.     

•    La gente puede cumplir con sus mandas, priorizando en primer lugar su salud y la de sus semejantes, para evitar que siga creciendo el número de contagios de COVID-19.
•    La Virgen de Guadalupe siempre ha estado presente en la historia de México y más en los tiempos difíciles como es el caso de las pandemias que se han registrado siglos atrás.

Aun con todos los avances científicos y tecnológicos con que cuenta la humanidad en el campo de la medicina, en el desarrollo de antibióticos y demás medicamentos para el cuidado de la salud, el mundo se encuentra en “jaque”, ante la pandemia del COVID-19, manifestó Gerardo Valle Flores, coordinador del Centro de Estudios Guadalupanos de la UPAEP.

Expresó que el cierre de la Basílica de Guadalupe de la Ciudad de México durante los días 10, 11 y 12 de diciembre del presente año, ha causado mucho dolor e incertidumbre entre los mexicanos. Pero la devoción popular ha hecho que se supla con muchas otras cosas y acciones que permitan a las familias a permanecer en casa y seguir con el distanciamiento social y festejar a la Virgen Morena.

Valle Flores dijo que en estos momentos de confinamiento social, “las personas que tengan una manda, pueden solventar de diferentes maneras, ayudando a las personas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad, a personas que estén enfermas o que hayan perdido su trabajo a causa de la pandemia del COVID-19, pueden contribuir con algunos víveres o con una ayuda económica, es decir, se pueden solidarizar con ellas y cumplir con la manda, sin tener que desplazarse a la Ciudad de México a la Basílica de Guadalupe o salir de sus hogares”.

Advirtió que con la actual pandemia del COVID-19, la gente tiene una gran incertidumbre porque no sabe cuánto tiempo va a durar, por lo que recomendó que la gente debe estar preparada para lo que venga y el tiempo que dure esta enfermedad y, sobre todo, “que las personas tomen cartas en el asunto, poner de su parte para cuidarse y evitar más daños de los que la enfermedad ha causado. Aquí la gente debe tener como primera prioridad la salud, porque de esta forma nos podremos liberar más pronto de esta pandemia, cuidándonos todos”.

Hoy estamos viviendo un acontecimiento histórico en el 2020, porque nunca se ha cerrado la Basílica de Guadalupe “en otros momentos se ha ocultado la Virgen de Guadalupe, como es el caso de la guerra cristera, con el cierre de todos los templos excepto la Basílica de Guadalupe. Pero las autoridades de esta Basílica, temerosas porque ya se había registrado un atentado contra la Virgen en 1921, hacen una copia de la Virgen de Guadalupe y es colocada en el lugar en donde siempre ha permanecido y la imagen original es guardada en secreto durante los tres años que dura la guerra cristera”, reiteró el académico.

Dijo que la presencia de las pandemias en México se puede remontar hasta los tiempos de la aparición de la Virgen de Guadalupe en 1531; “cuando Juan Diego una vez que dialoga con la Virgen del Tepeyac… y con el Obispo…regresa a su casa y encuentra a su tío enfermo, ahí podemos hablar de la primera pandemia que se presenta en nuestro país; en ese tiempo, la enfermedad que padecía su tío era conocida como ‘Cocoliztli’, que se manifestaba mediante la presencia de manchas en la piel y que mucha población de esa época enfermó y perdió la vida”.

Agregó que en ese momento complicado para Juan Diego con la enfermedad de su tío, “se le aparece la Virgen de Guadalupe, quien le expresa que no se preocupara por la salud de su tío, ya que él estaba sano… Aquí podemos hablar del primer caso de una curación milagrosa y de una intervención evidente de la Virgen para sanar a su familiar, Juan Bernardino”. Y es a partir de ese 12 de diciembre de 1531, cuando se comienza a construir la primera Ermita que todos conocemos y de la cual sólo quedan los vestigios en el cerro del Tepeyac. Y a partir de ese momento, también se registran otros milagros en donde la gente es sanada”.

En ese orden de ideas, Valle Flores habló de las diferentes pandemias que se han presentado a lo largo de los siglos en la historia de México y en donde se habla de la intervención de la Virgen de Guadalupe y la manera milagrosa en que han cedido dichas enfermedades.

Otra de las pandemias que se presentaron fue la de 1629, con una gran inundación, ya que hay que recordar que la Ciudad de México antes se ubicó en un islote y en ese lugar se registraron grandes inundaciones y ante esas circunstancias, nuevamente se invocó a la Virgen de Guadalupe para que las lluvias cedieran, pues durante más de cinco años seguía lloviendo y después de esta situación comenzaron a proliferar diferentes enfermedades que impactan a la población de esa época y es en 1634 cuando cede la inundación después de muchos actos de devoción a la Virgen de Guadalupe.

Y subrayó que así se pueden mencionar varios acontecimientos en donde con la presencia de la Virgen de Guadalupe, se solucionan estos problemas y así se va acrecentando el fervor por la “Morenita del Tepeyac”.

También se registró otra pandemia en 1736, la cual cobró muchas vidas y las autoridades civiles y eclesiásticas de aquel entonces invierten con grandes cantidades en remedios y buscan cómo combatir la enfermedad de ese momento y de igual manera invocan a la Virgen de Guadalupe y en los primeros días del año de 1737, comienza a ceder la enfermedad de manera milagrosa.

En ese acontecimiento de 1736, la Virgen de Guadalupe es nombrada patrona de la Ciudad de México y “conforme se va minimizando la pandemia gracias a su intervención, es nombrada patrona de la Nación”.

Por lo tanto, Gerardo Valle refirió que la Virgen de Guadalupe siempre ha estado presente en la historia de México, ya que hay muchas manifestaciones de estos ‘milagros’ ya que no tienen una explicación natural y que están retratados, representados en una gran cantidad de pinturas hechas por las personas que recibieron el favor o milagro de parte de la Virgen o pinturas hechas por los artistas de esa época.