Esta política económica que se ratifica, causa conflictos comerciales

Puebla, Pue.- Con el voto de ciento siete Senadores se aprobó en la Ciudad de México el protocolo que adiciona el Tratado de Libre Comercio México, Estados Unidos y Canadá, por sus siglas T-MEC, documento internacional que ya había sido ratificado por el propio Senado en el mes de junio del presente año. Y se prevé que llegue a causar conflictos comerciales.

Senadores de la oposición tanto del Partido Acción Nacional, Partido de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano, mencionaron en tribuna que con dicha aprobación se avala y se da curso nuevamente al neoliberalismo en nuestro país, política económica que consideran ha sido nefasta y que ha creado una gran desigualdad entre los mexicanos, con unos cuantos multimillonarios y más de un cincuenta por ciento de la población en la pobreza, o la extrema pobreza, y dicha aprobación va en contra de los principios que proclamó López Obrador al considerarse un hombre de izquierda.

En entrevista con el Constitucionalista poblano y Notario Público Miguel Ángel Tejeda Ortega, comentó a este medio digital que el protocolo de adiciones aprobado, deja muchas dudas a los empresarios mexicanos respecto a su aplicación, y que a futuro puede dar lugar a conflictos comerciales entre México, Estados Unidos y Canadá.

Tejeda Ortega explicó que los puntos que crean incertidumbre a la iniciativa privada son los siguientes: La creación de paneles para la solución de controversias que surjan entre los tres países, pues por una denuncia de cualquier empresa  norteamericana o canadiense, se tendrá que acudir a estos paneles o árbitros integrados por representantes del Estado denunciante, otro del estado  demandado y un representante de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), siempre y cuando se trate de una controversia de carácter laboral.

Otro de los aspectos de incertidumbre es en el sentido de que se le da a México un plazo de siete años para que pueda fortalecer las industrias del acero o del aluminio, pues no se permitirá que se pueda importar de otras naciones y sobre todo para el beneficio de la industria automotriz en nuestro país; en materia laboral, aunque se prohibió que puedan venir a México nspectores extranjeros para verificar las condiciones en que se desarrolla el trabajo laboral; de todas formas el país estará sujeto a una vigilancia por parte de los Estados Unidos y Canadá y el desarrollo de los paneles de solución de controversias, que ya se ha dejado señalado.

El constitucionalista Tejeda Ortega refierió que otra de las grandes problemáticas de la implementación del T-MEC, se dará tomando en cuenta que las condiciones de los trabajadores mexicanos como son su ingreso y demás prestaciones, son diversas a las de los trabajadores norteamericanos y canadienses, razón por la cual tratar de homologar a los trabajadores de estos tres países, será muy complicado y puede afectar a la economía de las grandes empresas ubicadas en México.
 
Quienes están a favor del T-MEC, consideran que éste va a beneficiar a la economía mexicana con el aumento de nuevos empleos y una mejor repartición de la riqueza en; pero que estos beneficios se verán reflejados después de muchos años; y por lo tanto para el 2020 la economía de México se encontrará estancada como se  halla actualmente.

Especialistas en la materia económica, consideran que el T-MEC será aprobado en los Estados Unidos de Norteamérica y Canadá, por parte de sus congresos entre los meses de enero y febrero del año 2020.

Por otra parte, el día quince del presente mes, en un comunicado de estado del Gobierno Norteamericano, se dio a conocer que dentro de las características especiales del T-MEC, se encuentra una cláusula en donde se faculta al gobierno  estadounidense a nombrar hasta cinco agregados (Attacher), que serán los encargados de vigilar e inspeccionar a las empresas mexicanas en materia laboral, con el fin de determinar si éstas cumplen con la reforma en materia laboral que se aprobó recientemente en México, y si los sueldos de los trabajadores mexicanos y sus condiciones de trabajo son similares a las de sus  homólogos norteamericanos y canadienses.
 
La iniciativa privada mexicana está muy preocupada por la modificación comentada, y especialistas en la materia consideran que los inspectores de trabajo diplomáticos norteamericanos van a vulnerar la soberanía del estado mexicano, sin que nada aún haya declarado en absoluto el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Publicado en NACIONAL
Domingo, 10 Febrero 2019 12:30

Dejemos los campos de batalla

Artículo | Algo Más Que Palabras

    Al igual que para alcanzar la paz se requiere de un trabajo decente, no de cualquier trabajo, donde impere la justicia social, la inclusión, el desarrollo económico y la realización personal, también para aminorar tensiones hace falta otro ánimo más solidario y sensible, actitud indispensable y esperanzadora para el correcto funcionamiento de una vida serena que todos, absolutamente todo el colectivo humano por mera dignidad, nos merecemos. En esto, sin lugar a dudas, la colaboración entre instituciones y continentes es esencial. Bien es verdad, que hacen falta otras políticas menos interesadas, más universales y no tan partidistas, el ejemplo lo tenemos en la cooperación entre las Naciones Unidas y la Unión Africana, con los notables progresos que está experimentando dicho territorio, especialmente en el ámbito de la resolución de conflictos y en el de la prevención. También es menester no falsificar la verdad, para poder ver la realidad tal y como es, pues sólo así se puede ir al fondo del problema y subsanarlo. En cualquier caso, tampoco podemos normalizar contextos sociales violentos, cuando todo está interrelacionado y corremos el riesgo de endiosarnos de esa energía que todo lo corrompe, ampliando las desigualdades y las incertidumbres como jamás.

    A mi juicio, no existe una mejor prueba de avance para una especie pensante, que la del progreso armónico, cuestión que se consigue con la cooperación entre todos. Dejemos los campos de batalla. No tienen sentido. Lo importante es alentar los movimientos armónicos entre culturas, propiciar espacios de entendimiento, de respeto natural entre toda la ciudadanía. Lo ideal es que podamos tener idénticas posibilidades de actuación, cuestión que no es nada fácil en un mundo tan dividido como cruel, en el que tan solo una tercera parte de los niños recibe protección social, según la OIT y UNICEF; además, de proliferar la búsqueda de intereses individuales a expensas de todos. Quizás la contienda más trascendente la tengamos con nosotros mismos. Sea como fuere, tenemos que cambiar modos y maneras de ser, tomar otras visiones más humanísticas para encauzar nuevas cercanías, repensar otros horizontes más acordes con la concordia y no con el empeño de venganza. Las guerras, ya en su tiempo lo decía el inolvidable filósofo alemán Friedrich Nietzsche (1844-1900, que volvía estúpido al vencedor y rencoroso al vencido. Ciertamente, así es, el mundo entero hoy tiene sed de justicia y paz, necesita sentirse libre para ser constructores de otros lenguajes del corazón, y no de esta atrofiante mundanidad que nos ahoga, desfigura y deshumaniza, nuestro propio espíritu humano.

    Ojalá aprendamos a mirar la época de las grandes batallas mundiales y a sacar conclusiones al respecto. Seguramente, entonces, aprenderemos a mirar al futuro a través de otras relaciones más pacifistas, de amistad entre los pueblos, de hermanamiento entre naciones y continentes. El que la Unión Europea impulse la cooperación regional con veinticinco países africanos, aparte de ser un signo de esperanza, es también un nexo de unión para superar los crecientes desafíos, como el aumento de la población, los efectos adversos del cambio climático, la gobernabilidad débil y los efectos desestabilizadores de la delincuencia internacional. Por otra parte, hoy más que nunca se demanda una independencia judicial, para que no permanezcan impunes aquellos líderes que  niegan los derechos, la dignidad y la libertad de la persona. En algunas naciones, aún el sistema de tutela, sigue dando a los hombres el control sobre las vidas de las mujeres. Asimismo, mientras los mercenarios representan un peligro para la paz en el mundo y se mueven a su antojo, los cooperantes que auxilian, muchas veces exponiendo sus vidas desinteresadamente, también sufren represalias por parte de algunas autoridades. De ahí, lo fundamental de hacer justicia a la víctima, no de ajusticiar al agresor, ya que un ojo o un diente roto no se remedia rompiendo otro, sino haciendo ver al culpable las consecuencias de su acto. En consecuencia, no se trata de ser más duros, de endurecer las penas; sino de ser más humanos (hermanos), reinsertando a nuestro propio análogo de su estado salvaje.

    Por consiguiente, la humanidad por si misma ha de tender a corregirse, a mejorar y a reeducarse. En el fondo, toda vida por muy edénica que nos parezca, necesita replantearse su existencia a lo largo del camino en sucesivas ocasiones, recomenzar con otras inquietudes y no dejarse aplastar por el peso de sus miserias. Desde luego, para prevenir este azote existencial, no es suficiente con tener leyes justas, es necesario activar educativamente la enseñanza en la ética, para hacer adultos responsables, capaces de encauzar sus pasos, que han de ser genuinamente tan reconciliadores como rehabilitadores. Lo transcendente es doblegar al enemigo sin batallar, hasta volverlo ciudadano de alma y vida. Por ello, que sea el amor nuestro estado normal de cohabitar y el amar nuestro modo de vivir. No olvidemos que querer es poder; y, a pesar de los pesares, comprender.

Víctor Corcoba Herrero / Escritor
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Publicado en COLUMNAS

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