Miércoles, 02 Mayo 2018 15:14

Una generación despreocupada

Artículo | Algo Más Que Palabras
   
    Somos un pozo de contrariedades. Nos importa nada tener comportamientos desastrosos. Andamos escasos de humanidad y de conciencia. Sabemos que la contaminación del aire provoca siete millones de fallecimientos cada año, y apenas mostramos preocupación alguna efectiva. Hemos entrado en el estado de la pasividad. En lugar de unirnos para aminorar que los seres humanos dejen de degradar su propio hábitat, no sigan desnudando la tierra de sus mantos verdes, o continúen activando los agentes contaminantes por los suelos, el aire o las aguas, mostramos divisiones, enfrentándonos con actitudes irresponsables. Por tanto, urge una voluntad de compromiso que ha de globalizarse para que todos los continentes activen otro espíritu más respetuoso con el entorno, empezando por otros modelos de producción y de consumo más éticos.

Sin duda, hoy más que nunca es menester alcanzar acuerdos conjuntos sobre la adopción de medidas para abordar problemas medioambientales urgentes. Ahí están los millones de toneladas de basura que acaban cada año en nuestros océanos, convirtiéndolos en gigantescos vertederos. Este fenómeno destructor es algo muy serio, pues no solo resulta anti-estético, sino que también provoca inconvenientes en temas de salud, aparte de otras cuestiones adyacentes como las económicas.

    La despreocupación es tan evidente que la misma naturaleza, en ocasiones,  nos responde de manera catastrófica. Por cierto, el inolvidable médico español, Santiago Ramón y Cajal (1852-1934), solía decir al respecto, que: “sus crueldades representan la venganza contra nuestra indiferencia”. La cuestión es tan grave, que en los centros de enseñanza y en las familias, concienciadas estas últimas a través de las escuelas de padres o mediante campañas en medios de comunicación, es donde hay que aprender a reutilizar y a reciclar, para contrarrestar esta cultura actual que derrocha y contamina sin miramientos, porque no entiende de moderar el dispendio, y aún lo que es peor, de activar otras energías más limpias y renovables.

Para desgracia nuestra, no solemos pasar de las palabras. Es lo más fácil, lo difícil es entrar en acción, con un estilo de vida diferente al actual. Lo mismo sucede con la cuestión del agua potable (un derecho natural básico), que puede llegar a convertirse en una de las principales guerras de este siglo, pues mientras en unas regiones hay abundante líquido en otras escasea, en parte por nuestros agentes contaminantes. Olvidamos, con demasiada frecuencia, que los recursos del planeta son escasos y están para compartirlos.

En consecuencia, es hora de preocuparse mucho más por lo que nos rodea. A propósito, tenemos constancia que más del 90% de las muertes relacionadas con la contaminación atmosférica se producen en países de ingresos bajos y medios, especialmente en Asia y África, seguidos por los de la región del Mediterráneo oriental, Europa y las Américas, lo que nos exige, para empezar, otro espíritu más cooperante, puesto que todo está interconectado y correlacionado. Me parece oportuno, luego, incentivar la educación y el conocimiento hacia ese mundo natural, que a todos nos pertenece por igual, y que ha de estar orientado sobre todo a sensibilizarnos sobre la necesidad de proteger el medio ambiente; nuestra propia casa común, lo que nos requiere de una solidaridad universal renovada, si en verdad queremos que no prosiga deteriorándose la calidad de la vida humana. 

Pensemos que la vida no puede privatizarse, está con todos los seres vivos, tampoco el medio ambiente, es patrimonio de todos y responsabilidad de la especie pensante, y más pronto que tarde debe reconducirse hacia unos lazos de integración y respeto, algo que irá en beneficio de todo el linaje. Ojalá aprendamos a vivir para dar savia, no para negar existencias; sin obviar que somos energía y voluntad, pero también confluencia de naturaleza armónica con los espacios.

Víctor Corcoba Herrero / Escritor
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Publicado en COLUMNAS

● Las ingenierías serán de las carreras más demandadas por los Centennials

Es tiempo de avanzar y dejar atrás las hipótesis y debates acerca de los millennials, hoy es momento de comenzar a preguntarnos por la siguiente generación: los Centennials o también llamados Generación Z.

Los Centennials son todos aquellos jóvenes nacidos entre 1997 y 2015, se caracterizan por ser pragmáticos, nativos digitales, cívicos y realistas. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la Generación Z representa el 27% de la población en México, lo que la convierte en un verdadero agente de cambio para diversos sectores como la educación.

La educación ha sido uno de los sectores más afectados por los cambios generacionales, y es que los modelos-esquemas de enseñanza deben adaptarse a los gustos,  intereses y demandas de la generación en curso. En este sentido, Fabián Bautista, académico de CETYS Universidad comparte cuatro puntos a considerar para  motivar y cautivar a esta nueva generación autodidacta:

1.    Tecnología que rompe barreras.-  Para esta generación, la Internet y los sistemas móviles no fueron un avance tecnológico, sino una realidad natural e indispensable para cualquier proceso de convivencia y aprendizaje. En este sentido, el sector educativo se enfrenta al reto de crear contenidos y herramientas digitales, que les permitan interactuar de manera orgánica con el alumnado.

2.    Áreas de interés.- Debido a su pragmatismo, los Centennials buscarán áreas prácticas que les permitan crear e innovar.  Se prevé que las carreras más demandadas puedan ser ingenierías, publicidad, comunicación, medicina, arquitectura o diseño, difícilmente una carrera de corte teórico será de su interés.

3.    Open mind.- Los Centennials crecieron escuchando acerca de las leyes a favor de grupos vulnerables, debido a esto son más tolerantes, multiculturales y cuentan con una desarrollada conciencia social. Es por ello que esta generación buscará programas educativos que fomenten la diversidad, la espiritualidad y sobre todo la libertad.

4.    Emprendedores natos.- Esta generación creció en plena crisis económica por lo que buscar alternativas para salir adelante y  emprender está en su ADN. De hecho según el reporte Siempre Conectados de PWC, el 42% de la generación Z espera trabajar de manera autónoma en un futuro.

***

Acerca de CETYS Universidad:

CETYS Universidad es una de las instituciones de México con más alto perfil global considerando su índice de graduados con movilidad internacional. Situada en el estado de Baja California, México, su calidad ha sido acreditada internacionalmente por organismos de educación superior (WASC, ABET, ACBSP). Fundada en 1961 y con campus en Mexicali, Tijuana y Ensenada, CETYS ofrece carreras profesionales y posgrados en las áreas de Administración y Negocios, Ingeniería y Humanidades, así como bachillerato general, bilingüe e internacional. Sus más de 36 mil egresados en 26 países son agentes de cambio en el ámbito económico, político y social.

Publicado en EDUCACIÓN
Martes, 13 Junio 2017 23:09

Papás, una generación para recordar

Con mucho cariño desde la perla de la mixteca, hasta la perla del cantábrico.

La nostalgia es algo que me ha acompañado siempre. Mantengo muchos recuerdos de mi niñez y adolescencia vivida en mi lugar de origen. No existe día, ni momento que no deje de pensar en esos años. Sus olores, colores y sabores los mantengo presentes. Cuanta riqueza encuentro al recordar al otear aquellos años, los que disfruté y,  recuerdo muy bien a muchas personas, los que formaron el círculo de amigos de mi padre, Victorino Hernándo Méndez. Poder escribir el Chiautla de aquellos años, imaginar esa juventud, sus gustos y sueños de esa generación, de nuestros padres; aquellos que nacieron en los años 1920; hombres y mujeres que educaron después ya hombres, una camada de chamacos que se sumaban en cada hogar. Para estas nuevas generaciones, algo las iba a distinguir de aquellas de la primera mitad del siglo veinte.

La plenitud de nuestros padres, que radiaban juventud en aquellos años de 1930 al 1940, que fueron testigos de aquellos cambios que vivía el País; el periodo 1934-1940, la llegada del general Lázaro Cárdenas del Río a la presidencia de la República representó un gran momento para el país, en lo económico, político y social. Para la mixteca uno de sus hijos más distinguidos, el profesor Gilberto Bosques Saldívar,  tuvo participación importante en este periodo; como legislador en la Cámara de Diputados y su incursión en la diplomacia, cuando representó a México en el extranjero, a solicitud expresa del presidente de México.

Pero no solo el país estaba viviendo una de sus mejores épocas. También en Chiautla de Tapia surgía una pléyade de jóvenes que mostrarían sus aptitudes y cualidades, destacarían por ejemplo, en la música,  Álvaro Monroy y Cupertino Ruíz; en la guitarra, Moisés Macareno; en la escultura y tallado de madera Benigno Aragón; serigrafía el güero Oropeza; y el entusiasmo de Luis Cardoso Eumaña, organizando veladas y tertulias, acompañado de la juventud chiauteca. Época que la recuerdan, no sin mucha nostalgia, los nuevos papás y abuelos. Los principales actores se han marchado, dejándonos tan importante legado, guardado en un baúl de los recuerdos.

Jóvenes de esos años fueron muy asiduos a la monta de toros, en especial aquellos que se dedicaban a la agricultura. Y quiero ilustrarlo recordando a mi padre Victorino. Perteneció a una familia dedicada al campo, la siembra de temporal que parecía estar en consonancia con los designios de las cabañuelas. Fue el campo su entorno, donde se forjó, y aprendió a asumir responsabilidades;  asistir a la escuela no fue tan prioritario; en aquellos tiempos, con los temporales buenos, las cosechas eran buenas, y por lo normal la familia permanecía en el campo. Retornaban al pueblo un tiempo, mientras llegaba el nuevo ciclo de sembrar.

La generación de mi padre les encantó jugar béisbol; se formaban equipos por barrio y celebraban reñidos encuentros: equipos como de Los  Zapotes, La Conchita, Titilinchi, San Miguel, Tlanichiautla, del Centro, entre otros, reunían a los jóvenes al disfrute de este deporte. Mi padre, de carácter fuerte, no obstante a ello, supo hacer amistades de todo tipo y posición económica; fue su afición la monta de toros, de manera que en las fiestas en honor a San Miquel, Nuestra Señora de la Asunción y la dedicada a la Virgen de Guadalupe, las esperaba para hacerse presente, al igual que otros jóvenes con la misma afición, ansiosos para llevar a cabo tan arriesgada monta. Seguramente la monta de toros es la que aún perdura en nuestros días, los jóvenes de Chiautla la mantienen viva; aquellos que viven en las rancherías cercanas que cuidan y crían ganado - que en épocas pasadas dieron fama al municipio, junto con la elaboración del queso-.

Para dar realce a las fiestas del pueblo,  se instalaba un Coso en la plazuela  ubicada frente al Palacio viejo- inmueble que fue escuela primaria para niños y hoy alberga a la escuela Normal Luis Casarrubias Ibarra-. En este histórico espacio se daban cita los chiautecos, para disfrutar esa suerte de jinetear los mejores toros de los ganaderos de la región. Hombres y mujeres de cualquier edad; mujeres jóvenes dispuestas a ser halagadas por alguno de los montadores que osaban en dedicarle la monta, aun a sabiendas de exponerse a la rechifla del público.

Sirva pues una recreación de éste espectáculo de la monta de toros, que mantenía con mucha expectación a un público reunido en torno al Coso. Pero sobre todo, imaginarnos aquella adrenalina que envolvía al jinete, como al joven Victorino, montado en un animal que lo superaba en fuerza y tonelaje:

Los rancheros no pierden oportunidad para lucir sus mejores caballos y     excelentes monturas, espuelas y sombrero, todo había que presumir. Luego la entrada del toro al ruedo, que es recibido por esa cabalgata de jinetes que esperan ser los afortunados de que su reata atrape las patas del toro y que lo derriben para dar inicio a un rito que envuelve nerviosismo en los presentes. Mientras, el osado jinete, responsable de la monta, acompañado de amigos, se acomoda sombrero y en cuclillas, se deja sujetar las espuelas escuchando siempre atento las recomendaciones de sus compañeros montadores. El escenario está listo, se revisa el pretal, donde se sujetará el jinete; la música que anima la espera está a cargo de la banda del pueblo, que deleita a los asistentes con melodías muy mexicanas que interpretadas  con instrumentos de banda dan un toque de alegría, que excita y aflora las emociones de los asistentes. La expectación permanece y el montador se desplaza seguro y reflexivo; se ha encomendado al santo de su
devoción, ha rezado y lo sabe, se ha despojado de los temores y miedos; su reto, dominar los reparos del toro, haciendo gala de fuerza y fortaleza de sus piernas. Toro y jinete pertenecen a un mismo espacio, recorren los mismos caminos y los escabrosos senderos; el mismo sol los quema, y la misma luna los guía. En pleno centro del improvisado Coso, el toro se levanta brioso a despojarse de la carga; y el joven montador agazapado, se aferra al lomo del toro, sorteando cada reparo y esquivando el giro de los cuernos que buscan al jinete. Y de esta manera, se pone a prueba la fuerza de la bestia, enfrentada por el valor y la astucia del hombre. La banda de viento entona sus mejores piezas, esperando el momento del desenlace de la monta, preparados para entonar ya sea una “diana” para el jinete que domina al toro, o el “adolorido”, por si fracasa. Finalmente, hombre y bestia regresaran al mismo destino, al mismo lugar, ese espacio donde se han forjado, y no solo eso, también han encontrado lo más elemental, vivir con libertad.

La fiesta de los toros me quedó muy grabada, afición de los Hernando en aquellos tiempos. En el caso de mi padre, después de la agricultura, fue la panadería su oficio; lo mismo su hermano Guadalupe, con don Agustín Morales en la panadería “Las Chahuitas”, y sus primos José, Isauro y Aniceto Hernando, continuaron con la tradición. Estamos hablando de una generación de hombres que dejaron huella, que se les recuerda con mucho cariño por sus familias. Nuestros padres vivieron una niñez feliz y como jóvenes, tuvieron sueños. Para después, junto a su pareja, cobijados en casa de adobe, techo de vara  y teja roja; piso de tierra suelta; rodeados de la algarabía de los hijos. Familias que superaron la adversidad para convertirse en ejemplares padres. Enhorabuena en su día. Una fecha para recordarlos.

*Miembro fundador de Alianza Ciudadana Mixteca de Chiautla de Tapia, A.C 
 




 


Publicado en CULTURA

Artículo | Algo Más Que Palabras
  
    La fuerza no puede poner orden en un mundo tan convulso, donde proliferan cada día más los odios ancestrales, la discriminación racial y la intolerancia; personalmente creo que se requieren de otros cultivos más de familia, con apego firme a los derechos humanos y a la dignidad. Cuando se desvirtúa la educación en valores, los hogares han dejado de ser vínculo de unión y unidad, y hasta la misma libertad de expresión se halla amenazada, resulta muy complicado armonizar esta diversidad y, aún más espinoso, avivar sociedades incluyentes. Esto deberíamos tenerlo más en cuenta, pues la gente necesita sentirse hermanada solidariamente, comprendida; y, sobre todo, más respetada. Las tensiones inducidas  por un sistema de producción irrespetuoso con todo, hasta con la propia naturaleza, y una cultura individualista del disfrute y el derroche, generan dentro de la misma sociedad un espíritu agresivo de intransigencia, como jamás hemos tenido en nuestra historia humana. Sin duda, somos una generación que no se halla, que vive en el tormento permanente, incapaz de hacer valer una locución más del corazón que de las máquinas.

    De hecho, cada día más mortales deciden vivir solos, sin entenderse ellos mismos, ni comprometerse con nadie, a su aire, con el regocijo absurdo de sentirse autosuficiente. En el fondo, al presente es fácil confundirlo todo. Nos hemos dejado adoctrinar por la falsedad, con la idea de que cada cual viva como le venga en gana, como si no hubiera moral alguna, principios que nos orienten o deberes que hemos de cumplir. Bajo este permisivo contexto, donde todo ha de permitirse, el amor también es otra mentira más, y el ideal matrimonial, termina siendo un objeto del pasado, arcaico, donde nadie se compromete con nadie,  y cada cual mira por sus egoísmos particulares. Difícilmente así, desmembrados de toda familia, vamos a crecer interiormente y poder avanzar hacia sociedades verdaderamente apiñadas en un desarrollo más humanitario. Ojalá revisásemos nuestros proyectos en común, fuésemos más conciliadores, y también más genuinos. Está visto que, cuando nos desconectamos del amor, todo se desmorona y se torna insostenible. Nos hemos dejado robar nuestros propios sentimientos. Atrapados por las tecnologías, somos una máquina de pensar alocado, que se deja imbuir por las modas y convencer por cualquier juego de tronos.

    Aún así, nos alegra, que la observancia del Día Internacional de las Familias de este año (15 de mayo), se centre en ellas y en sus políticas, en la promoción  de la educación y el bienestar de sus miembros en general. Pero, ciertamente, más allá del gozo es arduo esperanzarse. Somos una generación endiosada en un conocimiento tan inhumano como mezquino, incapaces de vernos en los demás, e igualmente, irresponsables a más no poder. Cada cual vive para sí, usa y tira, se aprovecha y oprime, gasta y consume, acorde con sus deseos, sin establecer límite alguno. Imagino, por consiguiente, que necesitamos reencontrarnos, sentirnos más parte de un todo, ser más generosos ante una atmósfera de poder excluyente, que esclaviza sin compasión alguna. Con demasiada frecuencia, tener un empleo no garantiza la posibilidad de escapar de la pobreza. ¿Dónde está el derecho de todos a compartir el progreso?. Mientras unos privilegiados lo tienen todo, para derrocharlo en su exclusivo divertimento, otros no tienen nada y no pueden ni quejarse, permanecen sin voz, en la marginalidad más deprimente. Es fundamental, por ello, valorar el rol de la dependencia de unos y de otros, y de la escuela como ámbito esencial de conciencia crítica, para poder avivar otros estilos de vida más justos y solidarios.

    Hoy más que nunca nos falta esa actitud de ser yo mismo, de prestar un servicio desinteresado, paciente, en disposición de hacer el bien, sin alardes, con la humildad de un corazón siempre en guardia, ante la propia vida que es un todo en común, en una diversidad conciliada o reconciliada. Las políticas de conciliación del trabajo y la familia son, precisamente, el compromiso de los gobiernos con el bienestar de las gentes y el adeudo del sector privado con la responsabilidad social de propiciar otra atmósfera más acogedora, en la medida de donarnos tiempo, cuando menos para reflexionar y saber convivir, tanto en el orden, como en la tranquilidad; ya que si importante es dignificar a la persona humana, la defensa de la unidad social y particularmente de la familia, es igualmente vital para perpetuar el linaje, cada día más amenazado por tantas fuerzas contrarias al sentido humano, gravemente enfermo, y que hay que sanar en nombre de todos los que amamos la vida. Desde luego el futuro está en el diálogo respetuoso, en la convivencia sin exclusiones, en el encuentro comprensivo y reconstituyente de un mundo más habitable. Muchas religiones ya son conscientes del valor que reviste esta promoción de amistad a través de sus diversas tradiciones. Confiamos, de igual forma, que los líderes de los diferentes campos de la actividad política y económica, tomen conciencia del fenómeno de las migraciones y activen la concordia como parte del pasaje humano.

    De todos modos, confirmo una vez más, que toca reencontrarse para poder cohabitar y coexistir. No podemos desanimarnos frente a las dificultades e incomprensiones. Siempre las habrá. No se pueden ignorar, entre otras cuestiones, este afán competitivo verdaderamente agresivo, tampoco las riadas de violencia y salvajismo que se producen a diario en cualquier parte del planeta, pero también hay realidades que nos llenan de ilusión, como puede ser la práctica de un deporte, con lo que ello conlleva de celebración festiva y de convivencia amistosa. Sin duda, el verdadero deportista, aparte de enseñarnos el valor del sacrificio, de la lucha, del respeto y de la responsabilidad, nos educa a trabajar en equipo con la valorización de cada uno. En efecto, pienso que nos falta instrucción, ya no solo para vivir como hermanos, también para trabajar  como consanguíneos, sin que nadie se pierda por el camino.  Lo decía en su tiempo el filósofo inglés, John Loche (1632-1704): "Dios ha creado al hombre como un animal sociable, con la inclinación y bajo la necesidad de convivir con los seres de su propia especie, y le ha dotado, además, de lenguaje, para que sea el gran instrumento y lazo común de la sociedad".

    Ahora bien, cuando las ideas corrompen y desentonan como viene sucediendo, nada es lo que parece y hasta el mismo pensamiento se contamina, lo que dificulta cualquier convivencia entre sabidurías. Es la ocasión de recordarnos la expresión que han de tener los sistemas económicos, el de servicio al ser humano y en beneficio del bien colectivo. Junto a esto, siempre una música respetuosa, que no engañe, pues cada ciudadano es algo más que un mero consumidor de mercado. Dejémonos reencontrar en la libertad y, desde esta apertura de conciencia, abrazar lo auténtico. Querer es poder. Y una vez hallados, no debiéramos dejar en el olvido lo que es innato en nosotros, la poética del abrazo. En nuestros días, acaso más que ayer, la ciudadanía necesite sentir ese afecto como cercanía. Pero cuidado, que ya en su época el novelista ruso Dostoievski (1821-1881), decía para sorpresa suya, que: "cuando más quería a la humanidad en general, menos cariño le inspiraban las personas en particular". Ya saben, lo del hombre es un lobo para el hombre. Sea como fuere, yo prefiero quedarme con la consigna, de que a un ser humano sólo le puede acoger y amparar otro ser humano.

Víctor Corcoba Herrero / Escritor
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Publicado en COLUMNAS
Miércoles, 15 Marzo 2017 20:50

Una generación abatida

Artículo | Algo Más Que Palabras
  
     Hoy más que nunca el mundo necesita mensajes de esperanza y aliento para vencer todos los miedos que nos acorralan, que son muchos y variados. Para empezar hace falta superar las divisiones. Necesitamos trabajar juntos, cuando menos para dignificarnos como especie. Por desgracia, persisten demasiadas situaciones en las que la ciudadanía es considerada como un mero objeto de mercado. Ciertamente, cohabitan entre nosotros excesivas cámaras de torturas. Por otra parte, el concepto de derecho ya no se asocia al de deber. De igual modo, confundimos lo esencial con lo complementario. A todo este calvario de despropósitos, hay que sumarle la oleada de falsedades que, aunque son tan antiguas como el árbol del Edén, hemos de reconocer que son como una bola de nieve, cuánto más rueda, más grande se vuelve. Tanto es así, que a veces pensamos que vivimos en el mejor de los mundos posibles. No vemos, o no queremos ver, la desesperación de algunas gentes por subsistir. En efecto, las diversas esclavitudes y la trata de personas no son cosa del pasado, como tampoco lo es la falta de respeto y consideración hacia una vida humana o en gestación. Ni nuestra indiferencia, ni la impunidad, puede omitir este tipo de escándalos, en beneficio de intereses económicos.

    Ante esta atmósfera de silenciosa desesperación, el descontento se acrecienta, provocando un sentido de frustración que nos empuja a la locura. Es necesario poner atención y reflexionar profundo para no caer en errores que pudiéramos haberlos evitado. Ante este contexto de perversas apariencias, pienso que es vital discernir, unirse a ese "todos nosotros, la ciudadanía", con una apuesta rotunda por otro estilo de vida, más autentico, más del ser humano, más de todos y de nadie en particular. Dejemos de ser poderosos para ser más servidores del colectivo linaje. La cuestión es que prevalezca la ayuda recíproca y que podamos caminar en confianza los unos con los otros. En los demás justamente está el gozo de nuestro vivir. Pensemos en esto, en mantener vivo el corazón, reconociendo la centralidad de la persona humana. De ahí la necesidad de generar empleo, que por sí mismo ya es proteger a las personas,  puesto que es la manera de hacer frente a la desigualdad y a la injusticia social. Desde luego, no puede haber un desarrollo pleno, de avance real, si no contamos con esa estética de equipo, de bien espiritual y moral que todos necesitamos llevarnos a los labios cada mañana. Ojalá hallemos ese equilibrio entre la desilusión y la esperanza, lo que promoverá acciones positivas que es lo que nos hace falta en el planeta.

    La especie humana, y por ende, todas las culturas, tienen que tomarse en serio el valor de ellas mismas, y de ellas en su conjunto. Las gentes no pueden permanecer abatidas, y aún peor adormecidas y sin porvenir alguno. Prácticamente en todo el mundo, las ciudades son el lugar de destino de quienes huyen de la pobreza, los conflictos, las violaciones de los derechos humanos, o de aquellos que buscan reconstruir una vida mejor; obviándose el potencial de la economía rural, que aún ahora es una fuente sin explotar de empleos decentes y de crecimiento. En consecuencia, hemos de salir de este agotamiento y se me ocurre que prestando una mayor atención a las políticas para el desarrollo de nuestros pueblos, favoreciendo un crecimiento agrícola inclusivo para mejorar los ingresos y la seguridad alimentaria, promoviendo la diversificación económica y estimulando la transformación productiva para el empleo en el campo, garantizando asimismo la sostenibilidad y aprovechando los beneficios de los recursos naturales. Comprendo, por tanto, que por muchos que sean los dramas humanos, hemos de seguir alimentando la utopía, con la seguridad de que palpitarán nuevas realidades. Indudablemente, nunca debe ser tarde para un ser pensante enhebrar nuevos horizontes que nos permitan abrazar la vida en familia; al tiempo, que hemos de activar la obligación de pensar, cada cual consigo mismo, en un diseño existencial más social y compasivo.
   
Víctor Corcoba Herrero / Escritor
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Publicado en COLUMNAS

México, Noviembre 2016. La proyección del emprendimiento para el 2017 puede tornarse un poco complicado ante la noticia del recorte presupuestal a INADEM (órgano administrativo desconcentrado de la Secretaría de Economía, que tiene por objeto instrumentar, ejecutar y coordinar la política nacional de apoyo incluyente a emprendedores y a las micro, pequeñas y medianas empresas). Se podría decir que es el órgano público que apoyaba el emprendimiento en nuestro país hoy se encuentra en circunstancias difíciles ante el panorama económico general.

Global Entrepreneurship Monitor (GEM), tiene como objetivo brindar una visión del emprendimiento en distintos países, la edición 2015-16 fue auspiciada por Babson College, Universidad del Desarrollo, Universiti Tun Abdul Razak y el Tecnológico de Monterrey. Entre los datos más interesantes se encuentran los siguientes (Fuente: Crowdie):

•    México tiene una economía basada en la eficiencia (con fortaleza en la manufactura)
•    La mayoría de sus emprendedores son impulsados más por oportunidad que por necesidad
•    Gran porcentaje emprenden como una decisión forzada por falta de empleo
•    La mayor participación es de personas entre 25 y 34 años
•    6.9% es la taza de emprendedores establecidos en México
•    México se ubica en el lugar 46 de 60 en cuanto a deseabilidad de ser emprendedor
•    49% de las personas considera que emprender, es una opción de carrera deseable
•    34% de las personas tiene miedo al fracaso
•    10% de los emprendimientos en etapa temprana espera generar más de 6 empleos

Ante este panorama un sector muy importante y enérgico del emprendimiento se puede ver apagado e incluso desmotivado: los Millennials. Esta generación que ha presentado singulares características en temas empresariales, desempeño profesional y dinámica laboral, representará cerca del 75% de la población económicamente activa para 2025 (de acuerdo con un estudio realizado con Deloitte), porcentaje del cual muchos serán guías y líderes de sus propias empresas si sigue incentivando a explotar y poner en pie sus ideas.

El programa de EO GSEA, nace como una esfuerzo internacional dirigida y apoyada por expertos y emprendedores con años de experiencia, su esfuerzo va encaminado a empoderar e impulsar a los empresarios del futuro, y que mejor misión que iniciar desde su formación académica, donde germinan esas ideas y energía para ponerlas en juego, convertirlos desde jóvenes en los responsables del cambio más influyentes del mundo.

Isaac Lekach miembro activo de EO (Entrepreneurs' Organization), cofundador del programa de EO Accelerator en la Ciudad de México y parte de los organizadores de Global Student Entrepreneur Awards (GSEA) en México, afirma que cada joven mexicano decide a qué ritmo acelerar su crecimiento y cómo derribar las barreras que el contexto social y empresarial le puede presentar.

Ante un sector dominado por grandes empresas con años en el mercado, las generaciones jóvenes se pueden encontrar con obstáculos aún más fuertes y directos que un recorte presupuestal, por ejemplo:

•    Poca confianza y credibilidad en su experiencia debido a su corta edad

-La experiencia y conocimiento no siempre está ligados a los años laborando, por ejemplo los Millennial tiene el talento innato para usar la tecnología en muchas áreas de su vida

•    Factor Dinero: Dificultad para tener socios financieros

-Sigue siendo difícil aportar monetariamente a ideas nuevas e innovadoras, tanto como empresa aliada como financiera.

•    No saber qué paso dar primero

-Los jóvenes de hoy tienen ideas, capacidad, energía, actitud y conocimientos para emprender cualquier negocio, pero muchos de ellos no saben por dónde empezar, no están capacitados al 100% estructuralmente.

Es importante apoyar las mentes nuevas y emprendedoras; más que económicamente, los expertos en la materia e incluso los grandes consorcios pueden apoyarlos instruyéndolos e incentivándolos. Tal vez como empresa no inviertas 10 millones de pesos en una idea que está por despegar, pero quizá hay algo de “tú” experiencia profesional que puede contribuir en su crecimiento. 

Acerca de Global Student Entrepreneur Awards (GSEA):   

Los Premios Global Student Entrepreneur Awards (GSEA) es la competencia global por excelencia para los estudiantes que poseen y operan un negocio con fines de lucro y / o empresa social estructurado. Los candidatos compiten contra sus pares de todo el mundo en una serie de competiciones locales y / o nacionales con la esperanza de calificar para las finales GSEA. Fundada en 1998 por la Universidad de Saint Louis, GSEA es ahora un programa de Entrepreneurs’ Organization. Las competiciones de clasificación se llevan a cabo en ciudades y países de todo el mundo, este 2017 Global Finals se celebrará en Frankfurt, Alemania del 27-29 de abril. Banorte, patrocinador oficial.  Premioestudianteemprendedor.org   y convocatoria cierra Diciembre 15.

Publicado en FINANZAS

Consola de depuración de Joomla!

Sesión

Información del perfil

Uso de la memoria

Consultas de la base de datos