Domingo, 11 Julio 2021 12:49

“¡Por fin! ¿Abrazos o Balazos?”

Como mexicanos, hemos sido testigo del uso e invención de frases políticas, que han significado momentos de verdadera vergüenza, por el cinismo y la falta de sensibilidad social de los políticos responsables de espetarlas; “Defenderé el peso como perro” (López Portillo); “Las relaciones con Estados Unidos ni nos perjudican, ni nos benefician, sino todo lo contrario” (Luis Echeverría); “Sí es mi voz, pero no soy yo” (Mario Marín); “Sí robé, pero poquito” (Hilario Ramírez Villanueva); y un largo etcétera.

Sin embargo, la frase que más disgusto ha causado al pueblo mexicano, hasta hoy, debido a la incongruencia y contraste con la realidad, así como su contenido de burla, es la que nació en el año 2012, en el Foro de Seguridad Pública y Derechos Humanos, realizado en Durango, donde Andrés Manuel López Obrador resumió su propuesta de seguridad en una frase: "abrazos, no balazos", e indicó que paulatinamente de ganar la Presidencia, retiraría al Ejército y a la Marina de las calles, con la siguiente frase:

"La propuesta (de seguridad) de la República Amorosa es honestidad, es justicia, y la podemos resumir en abrazos y no balazos", dicha frase hoy sigue siendo el eje de su fallida estrategia para acabar con la inseguridad que impera y avanza a pasos agigantados en nuestro país.

Pero sus programas y  políticas en la materia, son contradictorias, ya que una de sus primeras acciones como presidente, fue precisamente militarizar al país, con la creación de la Guardia Nacional, la cual, cumplió ya dos años de existencia,  con un actuar plagado de abusos y prácticas que violentan los derechos humanos de los ciudadanos.

Al respecto, el informe “Poder Militar, La Guardia Nacional y los riesgos del renovado protagonismo castrense”, elaborado por el Centro de Derechos Humanos Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), refiere que, del 13 de junio de 2019 al 24 de febrero de 2021, la CNDH integró 451 expedientes de queja en contra de dicho cuerpo de seguridad, por actos violentos en contra de ciudadanos, que laceraban la esfera jurídica de sus derechos humanos.

Más aun, en un esfuerzo por lograr la abdicación del poder civil ante el militar, el presidente, anunció que en 2023 enviará una reforma constitucional, para que la Guardia Nacional pase a formar parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), es decir, con lo anterior López Obrador va a lograr lo que ni Calderón ni Peña Nieto pudieron, darle el marco legal al Ejercito para tomar el control del país.

Con lo anterior, se mantendría a las fuerzas armadas en las calles y se perpetuaría lo que organizaciones civiles y especialistas llaman "la militarización de la seguridad pública"

Pero además, ante la incapacidad tanto de la Guardia Nacional, como del ejército mexicano de dar seguridad pública a los ciudadanos y sobre todo a la nula aceptación de los grupos de la delincuencia organizada y cárteles de “portarse bien” como tantas veces se los ha pedido el presidente, quizás esté pensando abandonar los abrazos y ahora sí mediante los balazos y la fuerza del Estado, atacar frontalmente a los delincuentes y recuperar los territorios y Municipios del país, que actualmente controlan, lo que ha traído como consecuencia el éxodo masivo de pobladores que deben abandonar sus viviendas, ante la disyuntiva de verse obligados a trabajar para los cárteles o perder la vida en alguno de los enfrentamientos armados.

El anuncio del Presidente de fusionar a la Guardia Nacional con el ejército, ha tenido un fuerte rechazo de los mandos militares y soldados, quienes cuentan con carrera castrénse y con estudios en el Sistema educativo Militar, quienes están en riesgo de ser igualados con elementos de la Guardia sin carrera.

Como podemos observar, la incongruencia y contradicción que ha caracterizado el actuar del presidente en estos tres largos años de su mandato, sigue siendo el principal peligro para los mexicanos, sin embargo, hoy significaría un punto de no retorno, que cambiaría por completo la naturaleza de las Fuerzas Armadas y la propia Guardia Nacional.

*Director General del Instituto de Ciencias Jurídicas de Puebla.

Publicado en COLUMNAS

Reunidos en la sede del sindicato, hermananados por haber enfrentado juntos mil batallas, los jubilados de la DIV15 de la región oriente de Morelos, interesados en discutir y seleccionar las mejores estrategias para defender nuestros legítimos derechos ante el embate artero del "supremo gobierno".

 Beneficios alentadores que se han conquistado a través de mucho tiempo con sangre, sudor y lágrimas.

 En este marco, antes de empezar el evento, mientras hablabamos en corrillos de intereses comunes como: nietos, salud, futbol y política, no necesariamente en ese orden; se me acerca mi estimado compañero José Filemón con el fin de saludar e inscribirse a la junta.

Costumbre casi religiosa que tenemos, para tener fiel testigo de los acuerdos a que se lleguen.

El Profr. José F. Gutiérrez, como les decía, es un hombre bajito de estatura, metro y medio aproximadamente, de tez morena, de vestidura humilde pero, eso sí, siempre impecable; hasta su peinado nunca muestra un cabello fuera de lugar.

Tan eternamente impasible, circunspecto y como de granito que, quien sabe por qué, siempre me recuerda al auténtico reformista, al benemérito, a Juárez.

Él, aprovechando la oportunidad de devolver el listado que celosamente guarda la asistencia a la junta se me acerca, saluda y me dice con voz entrecortada, contrita y, hay que decirlo, muy apenada: "disculpa que no haya venido antes, a las otras asambleas; no estás para saberlo pero a veces, no me alcanza ni para la combi.

Ni buscando entre las bolsas del pantalón o las guayaberas que sabes, acostumbro usar.

¿Recuerdas que una vez, en el curso de actualización que tomamos juntos, te platiqué que guardaba entre mis libros, billetes de baja denominación para ahorrar para los tiempos dificiles?

Pu's todavía sigo buscando, y todo, a sabiendas que esos ahorritos desde hace mucho tiempo se acabaron.

Te confieso, con la pena, que guardaba monedas en cajetillas de cigarros pu's agarré el hábito cuando me jubilé. Ahora, ¡Ya ni fumo! Ni para chupar faros me alcanza.

Es más, para culminar la humillación te cuento que, ante la penetrante mirada de mi vieja, mientras sostiene a la cría que mi'ja nos dejó mientras se iba a hacer su vida, le revuelvo el botecito donde guarda pa'l gasto, me justifico diciéndole: tengo que ir, vieja, es importante."

Lo he dejado terminar, por respeto, y lo he escuchado con suma atención todo el tiempo, por resultarme muy familiar su argumento ya que es la misma situación de la mitad de nosotros .

 Y agachado como estaba, buscando ponerme a la altura de la mirada, procuro no dejarme vencer por la emoción y le contesto: "No te preocupes, les tengo buenas noticias, Gaby (como cariñosamente le decimos a nuesta líder sindical, Gabriela Bañón Estrada, Secretaria General de la Sección 19 del SNTE.) acaba de anunciar la LEGALIZACIÓN de los 50 días de aguinaldo por parte del gobierno estatal y que completarán, ya sin mas zozobra, los 90 días de aguinaldo en total y otras cosas más."

Él, con ojos anegados, solo alcanzó a murmurar: "¡Gracias!¡Muchas gracias compañero!" No tienes nada que agradecer -reviré- solo soy mensajero y fiel testigo, de los esfuerzos que ha hecho nuestra líder para lograr lo que te acabo de mencionar.

Gaby solo nos pide que nos mantengamos unidos en torno a la legalidad para defender nuestros derechos. A ella, cuando la veas, pues acostumbra visitar las distintas regiones del Estado, constantemente, signifícale tu gratitud. Y hazlo a nombre de todos los jubilados.

Una vez más, me estrechó firmemente la mano, se dirigió a ocupar su lugar y al finalizar la asamblea, ratificado lo que les acabo de comentar, se despidió a lo lejos con un saludo militar, una sonrisa contagiosa dibujada apenas en la comisura de los labios y, seguramente, en el pecho abrigada la esperanza de que, por fin, la patria, le reconocía el sacrificio de una vida en aras de la niñez mexicana.

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