Carlos Alberto Morales Alvarez, fue un buen presidente municipal de Huejotzingo, de origen priísta: logró la modernización de seis carreteras municipales; la pavimentación de más de 115 mil metros cuadrados de calles; la recaudación se elevó de 29 millones de pesos que fue lo recaudado por su antecesor, a 182 millones; recibió del ayuntamiento que le antecedió una deuda de 7 millones y medio de pesos y lo dejó sin deuda alguna; entregó apoyos por más de 75 millones e invirtió 40 millones en más de 70 obras educativas, además de que construyó la primera unidad deportiva municipal, creó tres escuelas de deportes gratuitas para fútbol, básquetbol y atletismo y su impulso al deporte logró la creación de cuatro ligas municipales de básquetbol, fútbol y otros deportes.

           Bueno, con todo y eso, su partido, el PRI, no lo tomó en cuanta para sus aspiraciones de ser candidato a diputado local, le puso trabas de todo tipo y finalmente quedó eliminado en el proceso interno.

            Un nutrido grupo de ciudadanos de diferentes partidos que conformaron la coalición, con México al Frente, lo invitaron a ser su candidato a la diputación local y aceptó. Ahora realiza su campaña con bastante éxito, con el apoyo de los partidos PAN, PRD y Movimiento Ciudadano y afirma que va a ganar.

            Bueno pues platicamos sobre sus propuestas y nos sorprendió con un proyecto para el campo, que va contra lo que los gobiernos neoliberales han estado haciendo: abandonar a los campesinos y ganaderos a su suerte y tener que importar granos básicos como maíz, frijol, arroz, trigo, etc., y dejar que la ganadería, sobre todo la lechera, se extinga obligando a la población a consumir fórmulas químicas de diferentes clases de leche, que según los productores de lácteos, no son leche.

         Las políticas de los gobiernos de la tecnocracia nacional, están acabando con el campo: compran maíz forrajero y además transgenico, para consumo humano, bajando enormemente la calidad de la tortilla y de todos los alimentos que requieren maíz para su elaboración.

          Dijo que como diputado luchará para que en el presupuesto estatal, se destine dinero suficiente para el apoyo del campo. En el pasado gobierno local, ese apoyo fue sumamente raquítico, el más bajo, proporcinalmente, en la historia de Puebla. Los agricultores requieren recursos para la compra de buena semilla, de abonos orgánicos o químicos, para adquirir implementos para el trabajo y sobre todo, asistencia técnica para agricultores y ganaderos.

           Hace dos semanas aproximadamente, el presidente Enrique Peña Nieto, nos sorprendió a todos diciendo que pretender ser autosuficientes en la producción de alimentos, era una idea atrasada, que los grandes países no tienen esa preocupación.

           No la tienen pero bien que subsidian a sus agricultores y ganaderos; logran avances técnicos que mejoran y elevan la producción de alimentos básicos e importan lo que no les interesa producir.

La tecnocracia criolla, eso quiere, exportar pepinos, brócoli, jitomate y otras hortalizas, sacrificando lo que el pueblo mexicano realmente necesita para su alimentación diaria. El maíz es un producto netamente mexicano del que los agricultores llegan a obtener hasta cinco toneladas por hectárea. En Estados Unidos y naciones europeas, obtienen  once o más toneladas por hectárea. La asesoría técnica para el campo, era gratuita hasta Salinas de Gortari, que la quitó para que agricultores y ganaderos, pagaran a los agrónomos y veterinarios esa asesoría y todo se derrumbó en el campo. De ahí los miles de campesinos indocumentados se  fueron al otro lado y de ahí el coraje de Donald Trump, contra los inmigrantes mexicanos y centroamericanos.

          Esta misma promesa, de apoyar al campo en forma total, la ha hecho el candidato presidencial de Morena, Andrés Manuel López Obrador y la están pidiendo todos los que viven de la agricultura y ganadería que en este caso, los ganaderos lecheros dicen que se han cerrado más de 300 mil explotaciones de ganado lechero, en pequeña y mediana escala, porque sus ventas se han desplomado y el gobierno les quiere quitar, hasta sus entregos en las lecherías oficiales, donde se vende el lácteo alimento a menor precio que las leches importadas y envasadas aquí.