En tiempos en los que el trabajo, las prisas y el estrés parecen estar siempre presentes, el deleite de comer ha pasado a un término muy parecido a llenar el tanque de gasolina de un auto, sólo recargar y seguir el camino. Sin embargo, volver a situaciones muy sencillas, prácticas y comunes pueden ofrecernos no sólo que disfrutemos mejor de nuestra comida, sino también aportarnos beneficios para nuestra salud.

De acuerdo al Dr. John Douillard, autor del libro Eat Wheat, A Scientific And Clinically-Proven Approach To Safely Bringing Wheat and Diary Back Into Your Diet, muchos de sus pacientes al ser sometidos a tratamientos relajantes para superar problemas digestivos, la mejor ayuda que recibieron fue el aprender a comer de una manera tranquila y correcta.

“Al final de su tratamiento, siempre hacía la misma pregunta: ¿qué fue lo más importante que aprendiste aquí esta semana? Siempre esperaba que me dijeran que se enamoraron de los masajes, de los tratamientos o del yoga, pero lo único que escuché una y otra vez (y recuerdo, que eran en su mayoría pacientes de cáncer) era que, podían sentarse, relajarse, detenerse, y realmente disfrutar del proceso de comer”, comenta el especialista.

Y todo parte del sistema nervioso parasimpático, el cual, al verse libre de distractores como estar checando el teléfono celular, ver televisión y hasta comer de pie, se ve afectado en su funcionamiento; es por ello  que sentarse de una manera relajada permite que los sentidos huelan, prueben y experimenten la comida, todos vinculados a iniciar el proceso digestivo.

Incluso el simple hecho de masticar implica beneficios para disfrutar y digerir de manera correcta nuestros alimentos.

“Mientras que la masticación es bien conocida por sus beneficios en la digestión, pocos se dan cuenta de que masticar los alimentos en realidad ayuda a aliviar el estrés, mejorar el estado de ánimo y mejorar la función cognitiva y la atención. El proceso de masticación parece relajar el sistema nervioso mediante la activación de una respuesta parasimpática, que es lo que activa el proceso digestivo”, reconoce el Dr. Douillard.

Así que ya sabes, hay que comer sentado, relajado y masticar bien.

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Se puede disfrutar en las celebraciones, sin subir de peso, aseguran nutriólogos

En estas conmemoraciones decembrinas, dietistas y nutriólogos exhortan a pensar en formas de celebrar el espíritu de las fiestas, sin echar a perder el buen trabajo realizado durante todo este año para cuidar la salud.

Exponen expertos de Vida y Salud que los feriados son después de todo, días en los que se celebra la convicción espiritual y días de reflexión  en los logros alcanzados con los seres queridos y amigos. No son días para comer más y estresarse.

Durante las fiestas navideñas sugieren que se resista la tentación de comer en exceso y se evite el alcohol para lidiar con el estrés que los feriados pueden traer. Y para lograr tales recomendaciones ofrecen doce consejos:

1.- Planear comer una proteína y/o una grasa media hora antes de ir a la fiesta. Por ejemplo, un yogurt pequeño, un huevo cocido, o unas 6‐7 almendras.

2.- No matarse de hambre todo el día para poder comer extra en la cena. Al final se va a terminar comiendo más de lo que se quería, por estar hambrienta(o)
.
3.- Llevar un plato bajo en grasa a la fiesta. Una fuente de verduras con aderezo de yogurt liviano es siempre una buena idea.

4.- Beber mucha agua al estar socializando. Muchas veces se piensa tener hambre cuando en realidad se tiene sed.

5.  Mirar al buffet estratégicamente. Primero, tomar un plato chico, no uno grande. Segundo, examinar el buffet y mirar las opciones antes de empezar a amontonar comida en el plato. Tercero, escoger la comida que más guste.

6.- Olvidarse del itacate. Regresar a casa con las manos vacías, sin llevar bolsitas de comida.

7.- Comer despacio. El cerebro toma 20 minutos para registrar que está lleno.

8.- Tomar sólo una bebida alcohólica. Continuar la fiesta con agua mineral de burbujas.

9.  Socializar lejos de la cocina y de la mesa del buffet.

10.  No  olvidar  separar tiempo para la actividad física: Caminar por 30 minutos es maravilloso para el cuerpo y la mente. Si se camina en el parque, los pulmones  lo agradecerán.

11.  Dejar que otros ayuden con las responsabilidades.

12.  Si la tentación fue muy grande, compensar comiendo un poco menos los siguientes días.

Así se puede disfrutar de las fiestas sin subir de peso. Sólo se  debe tomar una pequeña pausa para pensar antes de actuar.

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