Martes, 25 Abril 2023 19:01

¿Hacia dónde va la Educación?

Columna | P U L S O   P O L I T I C O

         Es la pregunta que se hacen los maestros y maestras del sistema nacional de enseñanza, que después de la caída del neoliberalismo, sienten que la educación nacional no ha tenido un objetivo concreto. La confusión es cada día mayor y como la Secretaría del ramo, no aclara las cosas, promovida por el profesor Américo Telésforo Guerrero, de la Jefatura de Enseñanza del Estado de Puebla (secundarias federales, grupo 3) se convocó a una conferencia que dictó el doctor Luis G. Benavides, un gran experto en asuntos educativos, que durante el gobierno del licenciado Manuel Bartlett Díaz, ocupó importantes cargos en la Secretaría de Educación del Estado.

         Una veintena de profesionales de la educación, funcionarios y ex funcionarios de la SEP estatal, directores de importantes centros educativos y de padres de familia, estuvieron presentes en la reunión.

          Don Luis G. Benavides, desde  el inicio de su conferencia, hizo trizas al sistema educativo neoliberal prevaleciente en México desde hace tres décadas. Con su afirmación de que la educación es un Derecho y no una mercancía, inició sus ataques al sistema educativo de los gobiernos de la corriente neoliberal prevaleciente no solo en México, sino en otros países que siguieron los designios de Estados Unidos e Inglaterra en los tiempos del capitalismo salvaje.

          El principio de que la educación es un derecho y  no una mercancía, fue suscrito por 150 países, que empezaron a dejarlo de lado, al reducirla a los sectores económicos privilegiados, por causa del capitalismo bestial, señaló.

           Como resultado de ello tenemos la migración progresiva de grandes contingentes humanos en busca de mejores condiciones de vida.

           En todo el mundo se introducen formas de privatización en sustitución de la educación pública bajo el tema de reforma educativa, dijo el conferenciante. Son reflejo del cada vez más buscado en el mercado competitivo y consumista que caracteriza a nuestras actuales sociedades: reforma educativa o modernización.

          La educación pretende ofrecer la oportunidad de desarrollo de todo su potencial como persona y como miembro de la sociedad; la educación como factor para superar la pobreza, pero es imposible dejarla de considerar como mercancía.

           La educación, afirma el doctor Benavides, constituye un factor importante para transformar la realidad en que vivimos, pero si se atiende no como negocio, sino como un derecho humano.

           Al finalizar su interesante plática explicó a los asistentes, lo debe ser su meta para dar sentido humano a la educación y convertirla en motor social.

            Los niños y jóvenes deben ser educados para gozar plenamente la alegría de vivir y esparcirla a nuestro paso. Para servirse y servir a los demás, para ser ciudadanos ejemplares y solidarios con su comunidad.

            ESTUVIMOS PRESENTES EN LA PLATICA DEL doctor Benavides y pensamos en los partidos políticos.

            ¿Por qué ninguno ha seguido el consejo del fundador del PAN, Manuel Gómez Morín, cuando en 1939 afirmó que los partidos deben ser escuelas de política? Si don Manuel resucitara y viera en lo que se ha convertido el partido que fundó, se volvería a morir, pero dándose un tiro.

            Si los líderes de todos los partidos políticos mexicanos tuvieran la estructura y la organización adecuada, podrían organizar conferencias como la que comentamos, para formar sus cuadros que después aspirarían a cargos públicos de elección popular y sabrían qué hacer para cambiar a la sociedad individualista, materialista y consumista en que vivimos. No serían imitadores de políticos corruptos cuya única meta es enriquecerse a costa de robar el presupuesto destinado a resolver las necesidades de todos los mexicanos; no serían tan terriblemente individualistas como hay sectores en nuestro país, a los que solo interesan las banalidades de las fiestas, las modas, los coches de lujo, egtc.

         Esas actitudes de las clases medias acomodadas y de las clases altas de la sociedad, son las que provocan las revoluciones, las caravanas de migrantes, las mafias de delincuentes organizados, la siembra de estupefacientes, el narcotráfico y todo lo que estamos padeciendo en la actualidad, tanto en las grandes ciudades como en las poblaciones medias y rurales.

           TENEMOS UN SISTEMA POLÍTICO PARTIDISTA y son los partidos políticos los que deberían estar más interesados que nadie en cambiar las cosas. Pero como las van a cambiar, si ellos no cambian la realidad de sus partidos, si ni siquiera hacen un pequeño esfuerzo por superarse como seres humanos y estudiar, informarse sobre lo que requieren los pueblos, sobre las necesidades de los ciudadanos a los que pretenden representar en los gobiernos federal, estatal y municipal.

         El PRI ha sido, antes de que cayera en manos del neoliberalismo, el que mejores políticos tenía. Fue el único que intentó ser escuela de políticos: organizaba cursos sobre historia de México, sobre la Constitución General de la República y sobre problemas sociales. Eran cursos esporádicos, pero que dejaban huella en los que asistían a esos cursos.

         Los dirigentes priistas inventaron el sistema de padrinazgo político. Un político importante tomaba a uno o varios jóvenes estudiantes o interesados en la política y lo iba educando poco a poco en el servicio público hasta que ya podía aspirar a algún cargo medianamente importante y los sosltaba para que siguieran su carrera pos u cuenta. Así lo hicieron el doctor Alfredo Toxqui, el licenciado Guillermo Jiménez Morales, el licenciado Melquiades Morales, que fue producto de ese sistema y otros más.

      Debe haber alguien que inicie una revolución dentro de los partidos. No podemos esperar mucho si nuestros políticos siguen pensando en llegar al poder sin ninguna preparación y solo recomendados para desempeñar algún cargo burocrático y seguir una carrera basada en las influencias y no en la capacidad o en la voluntad de servir a la sociedad, al país o al estado.

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Martes, 24 Noviembre 2020 16:36

Morales Alducin, ve un PRI fuerte en Puebla

Columna | P U L S O    P O L I T I C O

            Jorge Morales Alducin, aspirante por tercera vez a la candidatura del PRI para la presidencia municipal de esta capital, dice que Néstor Camarillo e Isabel Merlo Talavera, presidente y secretaria general del PRI en el Estado, son muy buenos dirigentes y que espera que cambien las reglas del juego para designar buenos candidatos a diputaciones y presidencias municipales para las elecciones del 2021.

           Considera que ya no deben designarse candidatos por amistad o compadrazgo y menos venderse las candidaturas, sino escoger a miembros del partido, que hayan demostrado capacidad, oficio político, sensibilidad política y social, y trabajo partidista.

            Tiene la firme esperanza de que así será, pues ve en los dirigentes buenas intenciones para cambiar las cosas. Además considera que su partido está fuerte y que los militantes participarán con entusiasmo en las actividades del PRI, encaminadas a ofrecer a la ciudadanía, un grupo de candidatos que garanticen un trabajo honesto y patriótico desde los puestos públicos que ocupen.

            LASTIMA QUE PARA UN PROCESO ELECTORAL como el que se avecina, no bastan las buenas intenciones de los dirigentes jóvenes, maduros o viejos, sino la estructura, la organización, la unidad interna y la disciplina de los partidos que son como ejércitos cívicos que van a emprender una batalla para conquistar el poder.

            El PRI, como también dice Jorgito Morales Alducin, fue un muy buen partido que lo tuvo todo, hasta el grado de haber gobernado a México desde la última junta auxiliar o comisaría municipal, como ya le hemos comentado, hasta la presidencia de la república. En los gobiernos que presidió a nivel nacional y estatal, creó instituciones sólidas que dieron origen a las clases medias y que rescataron a obreros y campesinos de la explotación, de la falta de seguridad social y de apoyos para la realización de su trabajo. Era un partido que nació con una gran vocación social, pues fue producto de una Revolución, la de 1910, que derribó a una dictadura represiva, que se había entregado al servicio de los grandes hacendados y de los capitales extranjeros que explotaban nuestras riquezas y al pueblo humilde que estaba olvidado completamente para los servicios educativos y de salud.

           LLEGO EL NEOLIBERALISMO Y NOS ALEVANTÓ: Los hijos de altos funcionarios priístas que fueron enviados a cursar estudios de doctorado a universidades estadounidenses, llegaron al gobierno para destruir lo que habían ayudado a construir sus padres y llevar al país, según decían, al primer mundo. Algo completamente irreal.

           Empezaron por abolir del discurso oficial, toda referencia a la Rfevolución y a las invasiones estadounidenses a nuestro territorio, en especial la de 1847, por la que perdimos más de la mitad del territorio nacional.

           Pretendieron acabar con el PRI como representante de los campesinos, obreros y clases medias y de hecho acabaron con esos tres sectores que fueron pirar del priísmo de los años cuarenta, cincuenta.....hasta los años ochenta en que llegaron los neoliberales.

           De hecho los acabaron, pues en las últimas elecciones, las del 2018, Morales Alducin recordará, el sector campesino de Puebla, bueno sus dirigentes, se afiliaron a Morena; el sector obrero representado básicamente por la CTM y la FROC-CROC, también emigro del PRI y el sector popular, la CNOP, fue desaparecida desde que el señor Carlos Salinas de Gortari todavía gobernaba al país. No le dio tiempo de formar su propio partido, Solidaridad, como eran sus intenciones.

          La ideología priísta fue borrada en lo oscurito y en los hechos se sustituyó por el neoliberalismo económico, que logró en poco más de 30 años, concentrar la riqueza en pocas manos y aumentar la pobreza en grado ya insoportable para el pueblo.

         El PAN, DE DERECHA Y EL PRI, LIBERAL, entraron en contubernio y resultó que los panistas fueron  peor que los priístas. Fueron ellos los que dejaron la inseguridad y el alto índice de criminalidad que todavía padecemos.

         Los gobiernos de Fox y Calderón fueron tan malos, que el primero perdió en la primera mitad de su mandato 50 escaños en el Congreso Federal y tuvo que hacer abiertamente fraude electoral, para dejar en la presidencia a su sucesor Calderón, que acabó de desprestigiar al PAN, un partido conservador pero que nació con buenas intenciones de democratizar al país, pero que acabó alquilándose como franquicia de los grupos empresariales más derechistas, después de que el gobierno priísta de López Portillo, nacionalizó la banca.

         El PRI recobró el poder en el 2012, pero siguió en la línea panista y ni siquiera pudo poner como candidato a la presidencia, a un buen priísta, que los había, sino a un ex funcionario panista y priísta, magnífica persona y buen servidor público, pero sin identidad política. Muchos priístas ni siquiera votaron por él y el PRI cayó al tercer lugar en la elección.

        Para que pueda recuperarse en Puebla y en el resto del país, necesita empezar un trabajo de reconstrucción desde sus cimientos. Hablar de su vieja historia está muy bien, pero sin olvidar los últimos 30 años que han sido causa de su debacle. Los priístas están obligados a no salirse de la realidad.

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Martes, 09 Octubre 2018 20:13

¿Alianza PRI-PAN? Peor que la PAN-PRD

Columna | P U L S O   P O L I T I C O

           En la edición de ayer de este diario, se publica una nota anunciando la publicación hoy en la prensa local, de un desplegado mediante el cual un grupo de priístas distinguidos rechaza lo que al parecer  pretenden las dirigencias nacionales del PRI y del PAN. Conformar un co-gobierno en caso de que el Tribunal Electoral Federal, ratifique el triunfo de Martha Erika Alonso a la gubernatura del estado.

            Ese desplegado que se publicaría hoy, lo firman los ex presidentes estatales del PRI en Puebla: Valentín Meneses, Juan Manuel Vega Rayet, Jorge Antonio García y Germán Sierra Sánchez.

            A ellos se unirían multitud de militantes del partido tricolor que según muchos priístas consultados ayer en forma personal y por vía telefónica, consideran una alianza más aberrante que la que conformaron PAN y PRD y como en esos partidos, contribuiría al enojo y consecuente abandono de muchos priístas que siguen considerando a su partido, como heredero de la Revolución Mexicana.

             En realidad PRI y PAN han sido los dos partidos históricos que con diversos nombres, pero representando siempre a las dos corrientes ideológicas que han existido en este país desde sus inicios.

            Los antecedentes del PRI y el PAN, se remontan a la lucha por la Independencia Nacional. El primero representado por la corriente independentista y el segundo por la corriente realista proclive seguir dependiendo de España, pero con derechos para los criollos, hijos de españoles nacidos en este país.

           Más tarde, en la lucha por la Reforma de don Benito Juárez, el antecedente del PRI lo fue el Partido Liberal Mexicano y el antecedente del PAN, el Partido Conservador que fue derrotado y sus capitanes: Maximiliado de Absburgo, Miguel Miramón y el general Mejía, fusilados en el cerro de las Campanas de Querétaro.

             En la Revolución Mexicana, los conservadores fueron porfiristas y al final de la lucha armada, se reagruparon en torno al Partido Acción Nacional, fundado por Manuel Gómez Morín, uno de los hombres más brillantes, junto con Vicente Lombardo Toledano, del siglo veinte mexicano. Su objetivo, era oponerse enérgicamente al gobierno cardenista, que llegó al poder a través del partido que surgió de la Revolución de 1910 y que transformó al país poniendo las bases para su desarrollo en educación, salud, política social, justicia para los campesinos y los obreros, etc.

            PRI y PAN, han sido adversarios políticos siempre. Representan a diferentes sectores de la población: el PRI fue representante de los obreros, de los campesinos y de las clases medias populares y el PAN representante de las clases acomodadas y del clero católico, que incluso combatió a la Revolución en los años veinte, en la llamada guerra cristera  y realizada principalmente en las entidades de la zona conocida como el bajío.

            Ambos partidos eran, ideológicamente irreconciliables, pues representaban a los sectores antagónicos de la población.

             Hay más coincidencias entre el PRI y el PRD o el PRI y Morena, que entre el PRI y el PAN.

              La confusión que ahora existe entre esos partidos, a los que incluso se les llama PRIAN, fue originada por la llegada del neoliberalismo con el priísta Carlos Salinas de Gortari.

              Para que Salinas lograra la firma del Tratado de Libre Comercio, con Estados Unidos y Canadá, hubo exigencias, por parte de los gringos, a fin de que México fuera un país democrático y bipartidista y que su sistema judicial, fuera semejante al estadounidense, es decir mediante juicios orales. Eso no lo digo yo, lo dijo Bernardo Bátíz, hace algunos años, en una conferencia que dio en un salón de la Casa de Los Muñecos, en el centro histórico, sobre los juicios orales. Y Bernardo Batís, sabe de lo que habla. Ha sido secretario general del PAN, diputado federal por ese mismo partido y luego de renunciar al partido conservador por diferencias con su dirigencia, se afilió al PRD, habiendo sido Procurador de Justicia en tiempos de Andrés Manuel López Obrador, como jefe de gobierno del Distrito Federal.

             El gobierno salinista fracasó en eso del bipartidismo, pues no pudo excluir a la izquierda, una fuerza política que llegó para quedarse en los inicios del siglo XX cuyo antecedente lo fue el Partido Comunista Mexicano, que durante muchos años fue clandestino.

             El mismo Salinas promovió el fortalecimiento del PAN. Le dio posiciones importantes, entre ellas algunas gubernaturas y presidencias municipales importantes mediante acuerdos en lo obscurito.

              Había una estrecha relación entre el entonces presidente y Diego Fernández de Cevallos, que los priístas llamaban La Ardilla, porque no salía de Los Pinos, en fin.

               Su sucesor, Ernesto Zedillo, le entregó el poder al PAN y el primer presidente de la república surgido de ese partido, fue Vicente Fox.

               Le siguió Felipe Calderón y en los doce años de gobiernos panistas, México retrocedió en lo económico (hubo un periodo en el gobierno calderonista, en que nuestro crecimiento que empezó a bajar con Fox, llegó a ser inferior al de Haití) en lo político (los partidos entraron en inacabables luchas internas) y en lo social al aumentar el número de pobres y de pobres extremos, al decaer la educación y los servicios de salud.

                ¿Qué podrá aportar una alianza PRI-PAN? Ambos partidos está quebrados política y económicamente y por algo será.

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Domingo, 15 Julio 2018 18:44

En pocas palabras

El primero de julio se agotó el modelo de gobierno que se inició hace por lo menos tres décadas con el neoliberalismo. Los mexicanos, cansados de la corrupción exorbitante que se dio desde principios del presente siglo, sobre todo el sexenio que está por concluir, tanto de los gobiernos federal como estatales –Puebla, Quintana Roo, Veracruz, Tamaulipas, Chihuahua, por citar algunas entidades- acudieron a las urnas para manifestar su repudio en contra de los partidos políticos dominantes –PRI, PAN, PRD- y de los hombres, rampantes, que se apoderaron de esos entes y que a través de ellos llegaron al poder. Poder que les sirvió para enriquecerse, dejar al país con enormes deudas externas e internas, y un pueblo con enormes problemas, que sigue pasando con el burocratismo que le retrasa solución a sus trámites.

En la contienda del día primero de julio, ese pueblo, cansado de vivir angustiado en la cotidianidad de la inseguridad, de promesas jamás cumplidas, decidió ir, probar, un nuevo proyecto de vida con alguien, Andrés Manuel López Obrador, quien durante su campaña en busca de la silla presidencial, habló de la “cuarta República”, algo así como reinventar al estado; de acabar con la corrupción rampante y atender, una vez llegado a encabezar el gobierno federal, las demandas de los ciudadanos. Una revolución.

El día 2, con el triunfo, apabullante, en la mano, falta el protocolo, empezó, digamos, su gestión pública, a acompañarse de los que serán sus principales colaboradores y a confirmar lo que será el proyecto de gobierno en su administración a partir del primero de diciembre. Rompió todos los esquemas e impuso una nueva dinámica a la actividad gubernamental a la que nos tenían acostumbrados priístas, panistas y perredistas, o lo que López Obrador, calificó como “la mafia del poder”.

Para mantener la felicidad del pueblo, pueblo que ha cobrado una nueva energía, el virtual Presidente de los mexicanos, va desgranando la reinvención del estado –¿absoluto?-, anunciando muchos cambios que, momentáneamente, hacen confiar a los ciudadanos en ese nuevo gobierno que anuncia también bajar salarios a los funcionarios de alto nivel, descentralizar los servicios a todo el país -la Secretaría de Educación Púbica llegará a Puebla- bajar el precio de la gasolina, pero dentro de tres años, quitar  la pensión a los expresidentes de la República, y, muchas acciones más que son parte de las expectativas ciudadanas para una vida mejor.

Como en todos los inicios de los gobiernos, este también podría ser el caso, aun cuando el pueblo, más del 50 por ciento de los votantes le mostró su confianza en las urnas, el nuevo régimen emprende acciones para recuperar la confianza ciudadana, ya perdida a los anteriores gobiernos, incluyendo al actual. Las esperanzas son muy grandes; el resultado electoral, también será una lección, aprendida, para la nueva administración, que por cierto ha anunciado alguna reorientación de los servicios públicos para el bienestar de la población buscando la interacción, su participación. Hay que recordar que un buen gobierno es el que trae la unidad. El proyecto está puesto. Es de Andrés Manuel López Obrador. Sus colaboradores, muchos de ellos dejaron los institutos políticos donde empezaron sus carreras por diversos motivos –por ambición, desencuentros, por venganza, porque no les cumplieron compromisos de que serían candidatos a algún puesto de elección popular, etc-, y ahora fueron a la “cargada” ante la fortaleza popular de AMLO, que también obtuvo la confianza de sectores que en años anteriores lo repudiaron. Ellos tendrán la misma visión del proyecto para este cambio que ansían, que deseamos todos los mexicanos?...

Pero si en el territorio nacional todo se desenvolvía con tranquilidad, menos en los partidos políticos, donde no salían de la sorpresa que originó la enorme pérdida del poder, esos institutos políticos se quedaron sin gubernaturas, senadurías, diputaciones federales y locales y presidencias municipales. Puebla no fue la excepción. A nivel nacional el primero de julio fue la entidad donde se presentó el mayor número de incidentes hasta llegar al “martes negro”. La lucha por “Casa Puebla” se centró entre los candidatos Martha Erika Alonso Hidalgo, de la coalición Por Puebla al Frente y Miguel Ángel Barbosa Huerta, por “Juntos Haremos Historia”. Ambos se habían declarado vencedores. El martes 3, después del mediodía, las huestes de Morena, encontraron una, según declararon, “mapachera”, donde se hacían acciones con documentación falsa, para hacer aparecer como triunfadora a Martha Erika. En las instalaciones del hotel M&M donde se había instalado un equipo de operadores de Por Puebla al Frente, ocurrió un zafarrancho y de allí...a la fecha, sin zafarrancho, sigue la batalla, ahora en los tribunales...Aquí no vemos que hayan aprendido la lección. El poder es el poder. Los poblanos desilusionados, coléricos, de los desgobiernos de Rafael Moreno Valle Rosas y de José Antonio Gali Fayad, que concluye el 14 de diciembre próximo, no quieren saber nada de Martha Erika Alonso, esposa del ex priísta y hoy panista que busca la presidencia nacional de ese partido. De Barbosa Huerta, durante la campaña salió a relucir mucha basura.  En el interior de su partido, Morena, al igual que Alonso Hidalgo en el PAN, tuvieron desencuentros por la manera en que alcanzaron su candidaturas y el ex senador también por cómo se designaron las candidaturas restantes. La batalla a dos semanas de robos en casillas electorales, quema de urnas, balaceras, etc; a una semana que el Instituto Electoral del Estado –IEE- entregó la constancia de mayoría a Martha Erika Alonso, entró al Tribunal Electoral del estado y seguramente en los próximos días llegará al Tribunal federal, donde se ratificará o anulará la elección para realizarla antes del mes de diciembre...nos vemos el miércoles...D.M.

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En el momento en que desapareció la Unión Soviética por su incapacidad para resolver los problemas económicos y sociales más elementales; cuando (por los mismos motivos) China Popular se transformó en un régimen capitalista autoritario, y cuando muchos creíamos, que la desaparición del comunismo reforzaría la democracia liberal y la extendería por el mundo, surgió el enemigo principal de la democracia liberal, el populismo

El populismo es considerado como una adulteración de la democracia. Lo que el populista busca (al menos esa ha sido la experiencia latinoamericana) es establecer un vínculo directo con el pueblo, por encima, al margen o en contra de las instituciones, las libertades y las leyes. La iniciativa no parte del pueblo, sino del líder carismático que define al mismo, como una amalgama social opuesta al "no pueblo". El líder es el agente primordial del populismo. No hay populismo sin la figura del personaje providencial que supuestamente resolverá, de una buena vez y para siempre, los problemas del pueblo. Por cierto, Aristóteles consideraba que la democracia cuando cae en demagogia o populismo, se convierte en el peor sistema de gobierno.

En América latina, gobiernos como los de Rafael Correa en Ecuador, el comandante Daniel Ortega en Nicaragua y Evo Morales en Bolivia se jactan de ser antiimperialistas y socialistas, pero, en verdad, son la encarnación misma del populismo. Los tres se cuidan mucho de aplicar las recetas comunistas de nacionalizaciones masivas, colectivismo y estatismo económicos, pues, con mejor olfato que el iletrado Nicolás Maduro, saben el desastre a que conducen esas políticas. Apoyan de viva voz a Cuba y Venezuela, pero no las imitan. Practican, más bien, el mercantilismo de Putin (es decir, el capitalismo corrupto de los compinches), estableciendo alianzas mafiosas con empresarios serviles, a los que favorecen con privilegios y monopolios, siempre y cuando sean sumisos al poder y paguen las comisiones adecuadas.

Todos ellos consideran, que la prensa libre es el peor enemigo del progreso y han establecido sistemas de control, directo o indirecto, para sojuzgarla. En esto, Rafael Correa fue más lejos que nadie: aprobó la ley de prensa más antidemocrática de la historia de América latina.

Pues bien, el proceso electoral 2018 coloca a los mexicanos ante la disyuntiva de elegir un modelo populista (AMLO) o castigar al neoliberalismo, modelo económico que desde mediados de los setenta ha privilegiado al mercado sobre las capacidades de los Estados nacionales; que ha sido permisivo con los sistemas financieros, ha prohijado la codicia y la avaricia empresarial y ha sometido a las poblaciones al deterioro de sus condiciones de vida, y al cual culpamos de la crisis económica, social y de seguridad nacional que vivimos desde entonces.

Situación más complicada no podía existir ante un proceso electoral en el que están en juego: la Presidencia de la República, 128 senadurías, 500 diputaciones y 2,818 cargos más de elección popular.

Lamentablemente, el ciudadano no cuenta con el suficiente apoyo de sus autoridades electorales ni mucho menos con la información suficiente para poder tomar una determinación tan importante como a la que se enfrenta, tan solo hay que observar el actuar de las autoridades electorales, donde lejos de fortalecer los principio de certeza y legalidad con su actuar y sus resoluciones, para blindar el proceso electoral, las autoridades electorales (INE, TEPJF, FEPADE) han dejado mucho que desear, con sus actos y resoluciones sobre las candidaturas independientes

A todo esto, súmele lo que bien a señalado el Dr. Flavio Galván, que en este país la realidad política es lamentable, puesto que nuestro entorno político electoral está lleno de promocionales generalmente sin contenido, que insultan la inteligencia, pensados por los expertos en mercadotecnia, con el único fin de colocar un producto político en el mercado de la política rampante, trepadora, que nos aleja del auténtico sistema democrático, para sumergirnos en la demagogia, en el populismo.

Por ello, tenemos la obligación como mexicanos y como responsables directos del instrumento democrático más importante (el voto), de reflexionarlo, y tener mucho cuidado en determinar qué futuro queremos, para nosotros y las nuevas generaciones; el futuro está a la vuelta de una hoja de la agenda diaria; y para apoyar esa reflexión cito una reflexión realizada por Émile Durkheim: “El socialismo fue el “grito de dolor” de la sociedad moderna. El populismo es, entonces, el “grito de dolor” de la democracia moderna y representativa”. “El populismo es un acontecimiento inevitable en regímenes que se adhieren a los principios democráticos pero en donde, en efecto, la gente no gobierna”.

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                               El Partido Revolucionario Institucional, que durante más de ocho décadas ha gobernado a este país casi en forma absoluta, ha perdido fuerza desde que Carlos Salinas de Gortari, decidió acabar con él para instaurar un régimen neoliberal, ajeno por completo al proyecto de política social y nacionalista de la Revolución Mexicana.

                               El partido cuyos pilares fueron durante muchos años los sectores obrero, campesino y popular, sufrió cambios durante el salinismo, que pretendió sustituirlo por un partido que se llamaría Solidaridad y que sería de su propiedad.

                               Para lograrlo, debilitó al sector campesino, debilitó al sector obrero y a punto estuvo de desaparecer al sector popular, que agrupaba a las clases medias, desde maestros, burócratas, profesionales y pequeños y medianos empresarios, pasando por locatarios de los mercados y agrupaciones de artesanos y de oficios varios.

                                Con el tiempo, Salinas de Gortari casi logró su objetivo, pues el PRI ya casi no cuenta con el sector obrero, el sector popular está desintegrado y pese a los esfuerzos que algunos priistas han hecho, no han podido ya rehacerlo, y el sector campesino, es testigo casi testimonial de la vida política del país, pues otras organizaciones agrarias, que no están afiliadas al Revolucionario Institucional tienen más fuerza y presencia que la CNC.

                               

Ayer platicamos con el dirigente de la FROC en Puebla, René Sánchez Juárez, quien nos confirmó que su organización, ya no forma parte de la Confederación Nacional de Obreros y Campesinos, que dirige nacionalmente Isaías González Cuevas, quien prácticamente desintegró a la Confederación pues salieron de ella las federaciones de Jalisco, Veracruz, Distrito Federal, Estado de México, Nuevo León, Tamaulipas y Puebla. Esta tiene ochenta mil afiliados y las de los demás estados mencionados, entre cien mil y ciento cincuenta mil cada una.

                               Las federaciones acordaron no tener filiación política, y no es que hayan abandonado al PRI, sino que el PRI las abandonó a ellas al ya no otorgarles ninguna posición política. Lo mismo hizo con la CROM, otra de las centrales históricas del priismo, pero no con la CTM a quien le da posiciones tanto en los congresos locales, en los ayuntamientos, en el Congreso federal  (diputados y senadores) y aun así, dicha central no es muy fiel al priismo.

                               La FROC, tiene en Puebla a un presidente municipal, el de Esperanza y a un regidor en un ayuntamiento, que entraron a través del partido Movimiento Ciudadano, no del PRI.

                                Ante esta situación, los froquistas son libres de participar en política a través del partido que ellos elijan. Tienen la obligación de apoyar a sus compañeros de central o de sindicato.

                                Los dirigentes tienen relaciones con políticos de los diferentes partidos e incluso asisten a actos partidistas si son invitados, pero eso no los compromete en nada.

                                La FROC, mantiene una buena relación con el actual gobernador, Antonio Gali Fayad de quien afirman que ha venido a recomponer el ambiente político, tal vez por ser poblano, formado en Puebla y con numerosos amigos en la entidad. Ese tipo de relación cordial y amable, no se tuvo con el anterior gobierno local.

                                 En Puebla la Federación Revolucionaria de Obreros y Campesinos tiene 70 organismos gremiales, que tienen más de 300 contratos colectivos. Acaba de firmarse un acuerdo mediante el cual, los trabajadores académicos y administrativos de las universidades tecnológicas del estado,  obtuvieron un incremento salarial de casi el 10 por ciento, pues se juntó el retroactivo del 2015 y del 2016, con el porcentaje del 2017. Los beneficiados son mil quinientos trabajadores.

                                Por lo que respecta a las pretensiones del dirigente René Sánchez Juárez, dijo que no tiene pensado participar, pero que si se presenta la oportunidad y hay un partido en el que pueda encajar, lo hará.

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                               El Partido Revolucionario Institucional, que durante más de ocho décadas ha gobernado a este país casi en forma absoluta, ha perdido fuerza desde que Carlos Salinas de Gortari, decidió acabar con él para instaurar un régimen neoliberal, ajeno por completo al proyecto de política social y nacionalista de la Revolución Mexicana.
 
                              El partido cuyos pilares fueron durante muchos años los sectores obrero, campesino y popular, sufrió cambios durante el salinismo, que pretendió sustituirlo por un partido que se llamaría Solidaridad y que sería de su propiedad.

                               Para lograrlo, debilitó al sector campesino, debilitó al sector obrero y a punto estuvo de desaparecer al sector popular, que agrupaba a las clases medias, desde maestros, burócratas, profesionales y pequeños y medianos empresarios, pasando por locatarios de los mercados y agrupaciones de artesanos y de oficios varios.

                                Con el tiempo, Salinas de Gortari casi logró su objetivo, pues el PRI ya casi no cuenta con el sector obrero, el sector popular está desintegrado y pese a los esfuerzos que algunos priistas han hecho, no han podido ya rehacerlo, y el sector campesino, es testigo casi testimonial de la vida política del país, pues otras organizaciones agrarias, que no están afiliadas al Revolucionario Institucional tienen más fuerza y presencia que la CNC.

                                Ayer platicamos con el dirigente de la FROC en Puebla, René Sánchez Juárez, quien nos confirmó que su organización, ya no forma parte de la Confederación Nacional de Obreros y Campesinos, que dirige nacionalmente Isaías González Cuevas, quien prácticamente desintegró a la Confederación pues salieron de ella las federaciones de Jalisco, Veracruz, Distrito Federal, Estado de México, Nuevo León, Tamaulipas y Puebla. Esta tiene ochenta mil afiliados y las de los demás estados mencionados, entre cien mil y ciento cincuenta mil cada una.

                               Las federaciones acordaron no tener filiación política, y no es que hayan abandonado al PRI, sino que el PRI las abandonó a ellas al ya no otorgarles ninguna posición política. Lo mismo hizo con la CROM, otra de las centrales históricas del priismo, pero no con la CTM a quien le da posiciones tanto en los congresos locales, en los ayuntamientos, en el Congreso federal  (diputados y senadores) y aun así, dicha central no es muy fiel al priismo.

                               La FROC, tiene en Puebla a un presidente municipal, el de Esperanza y a un regidor en un ayuntamiento, que entraron a través del partido Movimiento Ciudadano, no del PRI.

                                Ante esta situación, los froquistas son libres de participar en política a través del partido que ellos elijan. Tienen la obligación de apoyar a sus compañeros de central o de sindicato.

                                Los dirigentes tienen relaciones con políticos de los diferentes partidos e incluso asisten a actos partidistas si son invitados, pero eso no los compromete en nada.

                                La FROC, mantiene una buena relación con el actual gobernador, Antonio Gali Fayad de quien afirman que ha venido a recomponer el ambiente político, tal vez por ser poblano, formado en Puebla y con numerosos amigos en la entidad. Ese tipo de relación cordial y amable, no se tuvo con el anterior gobierno local.

                                 En Puebla la Federación Revolucionaria de Obreros y Campesinos tiene 70 organismos gremiales, que tienen más de 300 contratos colectivos. Acaba de firmarse un acuerdo mediante el cual, los trabajadores académicos y administrativos de las universidades tecnológicas del estado,  obtuvieron un incremento salarial de casi el 10 por ciento, pues se juntó el retroactivo del 2015 y del 2016, con el porcentaje del 2017. Los beneficiados son mil quinientos trabajadores.

                                Por lo que respecta a las pretensiones del dirigente René Sánchez Juárez, dijo que no tiene pensado participar, pero que si se presenta la oportunidad y hay un partido en el que pueda encajar, lo hará.

                                La ex gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega, que encabeza al grupo rebelde del PRI y que está proponiendo que sean las bases del partido las que designen al candidato a la presidencia, tenía anunciada una visita a Puebla ayer. Esa visita fue cancelada, sin que se dieran a conocer las causas…….Margarita Zavala de Calderón, estuvo en esta capital el pasado domingo y fue recibida por el ex presidente municipal panista Eduardo Rivera, quien fue defenestrado por el gobierno de Rafael Moreno Valle, acusándolo de corrupción. Doña Margarita apoya a Eduardo en su proyecto de ser candidato del PAN a la gubernatura y durante su estancia tuvo una entrevista con la señora Erika Alonso de Moreno Valle, aspirante también a la candidatura panista para el estado de Puebla. Según informa el diario capitalino El Universal el matrimonio formado por el ex presidente Felipe Calderón y Margarita Zavala, tienen rotas sus relaciones con el dirigente nacional del PAN. Fueron vistos en el primer informe del gobernador de Quintana Roo, al que concurrieron como invitados y ni el saludo se dieron, pese a estar muy cerca de Ricardo Anaya, quien abandonó el recinto antes de que terminara el informe y salió por una puerta, por donde no pudiera encontrarse con el matrimonio Calderón.

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