Coadyuvan a mantener la salud del corazón, del cerebro y levantan el estado de ánimo

La clave de la alegría humana no está en las cosas materiales o en secretos fuera de este mundo, sino en la misma naturaleza, y concretamente en el consumo de pescados y mariscos que son una  maravilla y que deberían aprovecharse, con cierta moderación, para levantar el estado de ánimo y sentirse mejor.

Desde hace tiempo los pescados y mariscos tienen fama de ser buenos para la salud; se sabe que son muy saludables para el corazón, para el cerebro y en general para la vida sana y tienen mucho qué ver con el estado de ánimo.

Estudios recientes, propaga Vida y Salud, confirman que pescados y mariscos sean de agua dulce o salada, contienen ingredientes que benefician la salud. Entre los componentes más importantes están:

Omega 3. Las personas que consumen ácidos grasos Omega 3, tienen menos riesgo de desarrollar depresión, protegen al cerebro de algunas enfermedades, ayudan al tratamiento en algunas personas con depresión grave y a algunas mujeres con depresión posparto.

Estos ácidos grasos de encuentran principalmente en  el salmón, las sardinas, el atún, la trucha arcoíris y el arenque: pueden comerse varias porciones a la semana.

La vitamina D. Parte de la depresión que viene con el invierno, aseguran nitriólogos, se debe a que no se recibe suficiente luz del sol, pues los rayos solares ayudan a producir la Vitamina D, que incide en el estado de ánimo.

La mejor manera de aumentar el nivel de la citada vitamina es exponerse al sol diariamente, sin tiempo prolongado. Y si esto no es posible, se suple con el consumo de pescados grasos.

Selenio. Según algunos estudios, el selenio puede tener la capacidad de mejorar el estado de ánimo, disminuir la ansiedad y reducir los riesgos de desarrollar depresión. Algunos científicos argumentan que falta más investigación  para comprobar estos efectos del selenio en el estado de ánimo, pero este mineral tiene efecto antioxidante muy beneficioso para la salud general del cuerpo y ayuda a prevenir el daño celular.

Contienen selenio los pescados grasos  y mariscos con concha como la langosta, camarón, langostino, ostra, cangrejo y almeja. Pero se debe tener cuidado, ya que ingerir mucho selenio puede volverse tóxico. Se recomienda sólo 55 microgramos diarios.
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Ácido fólico y Vitamina B12. Tanto el ácido fólico como la vitamina B12 ayudan a prevenir la demencia, trastornos del estado de ánimo  y del sistema nervioso central, y también se encuentran en los pescados.

Vida y Salud asegura que estos secretos alimenticios existen desde hace tiempo, pero hace poco la sociedad los viene descubriendo como clave de la alegría que no está en cosas materiales o secretos extravagantes, sino en la misma naturaleza y en el consumo de pescados y mariscos, “para levantar nuestro estado de ánimo y sentirnos mejor”.