Miércoles, 22 Marzo 2017 20:36

El PRI perdió forma y fondo

Columna | P u l s o    P o l i t i c o

    Ayer le platicamos los graves problemas que confrontan a nivel nacional los partidos PAN y PRD, problemas que necesariamente repercuten en las entidades federativas de las que Puebla no es la excepción.

     Para conocer de cerca los problemas que confronta el PRI, nos reunimos con un grupo de amigos priistas que nos hablaron de las divisiones que hay en su partido, del hecho de que muchos priistas hayan abandonado las filas del partido tricolor o estén dispuestos a abandonarlas, en fin, de la debacle de su partido, que casi todos los militantes de base perciben y que sus dirigencias pretenden ignorar.

       “Lo dijo don Jesús Reyes Heroles, que pese a que falleció hace años, sigue siendo el ideólogo más importante que el PRI ha tenido: “la política es forma y fondo” y en el caso del actual Partido Revolucionario Institucional, ya no tiene fondo y pierde aceleradamente las formas.

       “Cuando yo ingresé al partido, lo veía como un partido liberal, nacionalista y heredero de la ideología de quienes hicieron la guerra de Independencia, la guerra de Reforma y la Revolución social de 1910.

       “Ahora ya no es nada de eso. Es un partido más, lleno de oportunistas sin ideología de ningún tipo y cuyo objetivo en política, es tener un buen cargo y lograr su enriquecimiento en el menor tiempo posible”.
  
       “Los militantes de todos los partidos, parecen estar cortados con las mismas tijeras, “todos son lo mismo”, dice el ciudadano común y es cierto. Tan ya no hay diferencia entre un panista y un priista o un perredista, es que  pueden brincar de una organización política a otra, sin que pase nada”.

        Como que sin que pase nada, si ya los están expulsando…….le dijimos a nuestro interlocutor.

        “Los están expulsando por convenir a los intereses de las dirigencias locales o para tratar de frenar algo que ya se está volviendo común, sin que nadie se espante de ello”.

        Otro de los presentes nos dice que en el 2018, se incrementará la salida de priistas para engrosar las filas de cualquier otro partido, pues como se van a renovar los gobiernos de los tres niveles: federal, estatal y municipal, ningún partido, excepción del PRI, tiene gente para cubrir con candidatos propios toda la gama de puestos de elección popular, que estarán en juego.

      “La desbandada va a ser muy fuerte y no habrá manera de detenerla. El PRI ya no espanta con sus “excomuniones” como dices tú y aunque el número de candidatos que se necesitarán para las diputaciones federales y locales, al senado y a los puestos en los ayuntamientos, es muy elevado, no todos los priistas que aspiren, podrán lograr una posición, sobre todo porque en el PRI los méritos personales, el trabajo partidista, no cuentan. El amiguismo, el compadrazgo y la complicidad, sí. Esto va a provocar muchos resentimientos y muchas deserciones.

      “Ya se ha visto que los priistas en general, son militantes con experiencia en el servicio público, mejor capacitados que los de otros partidos y cuando llegan a otras organizaciones partidistas, generalmente obtienen mayor reconocimiento que el que les dan en el suyo”.

       Cuando hablan de que el PRI, ha perdido las formas ¿se refieren a eso?

       “Sí, en el PRI no se le reconocen méritos a nadie. Los que suben es porque son familiares de alguien que ya está arriba o amigos de algún funcionario de alto rango. Para triunfar dentro del partido Revolucionario Institucional, ahora se necesita el reconocimiento de los jefes que lo tratan a uno con despotismo y falta de consideración. Los golpes bajos son frecuentes y la desconsideración de los jefes igual. Se acabaron las formas amables, el respeto mutuo, el reconocimiento al talento, a la capacidad de cada quien. No vamos a ir lejos. En la pasada campaña electoral, la del 2016, la candidata del PRI nombró a un pariente político como su coordinador o su gente de mayor confianza, que fue quien más contribuyó a alejar a los priistas con sus modos despóticos y altaneros. Y el problema fue que nadie dijo nada por temor o si alguien informó de esto, no le hicieron caso, que fue lo peor”.

        ¿Y qué me dicen de Pepe Alarcón? Parece que ya lo corrieron también ¿o no? “NOOO, Pepe es un hombre que vale por sí mismo y no por los cargos que ha ocupado. El PRI le debe mucho a él. Fue el operador priista que el partido ha tenido en las últimas tres décadas. En varias ocasiones, en varios municipios, salvó al PRI de la debacle. Lo que pasa es que quienes llegan a estar al frente del partido, se asumen no como dirigentes, sino como dueños y quieren tener a todos como sus criados”

      Según tengo entendido el licenciado Alarcón es funcionario del gobierno estatal desde que estaba Rafael Moreno Valle en el poder, ¿no es cierto?

      “Y qué harías tú, si te quitan del puesto federal que tienes, por alguna intriga o petición de la candidata priista a la gubernatura y el gobernador Moreno Valle, que debe ser su amigo, pues también fue priista, le ofrece la dirección del Colegio de Puebla, que no es dependencia gubernamental sino una sociedad civil y luego el propio gobernador, le pide que apoye un partido local como su representante ante el Instituto Estatal Electoral?  Pues por un mínimo sentido de agradecimiento a quien te tendió la mano cuando más lo necesitabas, te verías obligado a aceptar. ¿O no?

       “El licenciado Alarcón, sigue siendo priista, no puede ser otra cosa, es priista. Mira, él fue delegado del comité nacional del PRI en el estado de México, cuando el licenciado Enrique Peña Nieto, era un joven militante del partido. Se conocieron, se trataron y el presidente lo identifica plenamente de lo que yo soy testigo involuntario: Aquí en Puebla, la última vez que vino el presidente lo vio y lo saludo muy amablemente: “Pepe” le dijo y se saludaron como viejos amigos, charlaron varios minutos y por lo que me percaté, quedaron de verse en México. ¿Tú crees que lo van a expulsar?”

      Un tercero que intervino en la plática, también priista, nos aclaró las cosas: “En el PRI no hay necesidad de expulsiones. Funciona mejor el sistema que empleaban los viejos líderes del partido: No se expulsa a nadie, simplemente se le congela. Si el congelado es hábil y buen político, logra su descongelación y no, pues ahí se acaba”.

      ¿Usted sabía dónde estaba la oficina de la delegación de la SEDATU (Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano) en esta capital?. Pues si usted no sabía, imagínese a los campesinos que venían a tratar problemas con algún funcionario de esa dependencia.

      Las oficinas estaban en la zona donde se encuentra el ahora centro cultural, que fue fábrica textil, de La Constancia, de Esteban de Antuñano, perdida en la mancha urbana.

      El delegado Juan Manuel López Arroyo, tuvo el acierto de cambiar dichas oficinas a un lugar mucho más céntrico y accesible para todos, empleados y ciudadanos. Esta semana empezará a funcionar en la 16 de Septiembre y 45 poniente.

     La inauguración de las nuevas oficinas se llevará a cabo este fin de semana y las personas que requieran hacer alguna gestión podrán ser atendidos con mayor eficiencia y rapidez.

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